Arte, amigos y fútbol: los últimos días de Antonio Seguí en Córdoba
Esta vez prometió “pensar” la propuesta del Gobierno provincial de ponerle su nombre al Centro de Arte Contemporáneo que creó. Entendía que esos homenajes debían ser post mortem
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CORDOBA.- Antonio Seguí pasó unos días en Córdoba este mes. Fue antes de viajar a Buenos Aires, donde falleció esté sábado a los 88 años. “Muy dinámico, contento, con mucha vitalidad”, coinciden ante LA NACION quienes estuvieron con él. Además de reuniones con amigos y familiares, estuvo en el estadio Mario Kempes, en el clásico entre Belgrano y Talleres, visitó el Centro de Arte Contemporáneo Chateau Carreras -el que él fundó-, el museo Genaro Pérez, y grabó una entrevista radial.
Hincha de Belgrano -hay, en sus pinturas muchas referencias al club de barrio Alberdi-, aprovechó el lunes 8 de este mes para ir al clásico con Talleres al que lo invitaron las comisiones directivas de ambos clubes y le entregaron una camiseta de cada uno con los nombres de Antonio y Seguí a hacer armado entre las dos.
En una visita de 2017, Belgrano lo había designado socio honorario y él había jugado con el carnet, la camiseta y tapándose un ojo, en referencia al “Pirata” como se lo llama al club.
Al día siguiente del partido recorrió el Centro de Arte Contemporáneo y empezó a diseñar la muestra que haría allí en noviembre próximo. Aunque él creó el lugar, solo expuso una vez. Junto al director, Juan Pagano y al vicepresidente de la Agencia Córdoba Cultura, Jorge Álvarez, visitaron la muestra “55 años de Arte Argentino, obras de la Colección”. La mayoría de esas pinturas son aportes del artista cordobés que trascendió internacionalmente.
Álvarez cuenta a este diario que “siempre que venía Antonio pasaba por el centro, era como su casa, su extensión”. Después de la recorrida y de pasar por el Museo Genaro Pérez, almorzaron en el restaurante “de siempre”, La Compañía, en la mazana jesuítica. Era un “sibarita, le gustaba la buena comida y los buenos vinos”. Ese día -por haber tenido una “larga cena con sus hijos”- no tomó vino, sino una limonada.
“Estaba muy vital; esa mañana llovía y él había estado tomando un café en un bar detrás del Centro Cultural, íbamos a buscarlo y él venía caminando con una campera en la cabeza -describe Álvarez-. Después del almuerzo, volvió a buscar el auto al frente del Genaro Pérez y se lo había llevado la grúa. Decidió venir él al día siguiente desde Villa Allende a hacer los trámites”.
Álvarez cuenta un detalle a LA NACION: “Hace dos años que el gobernador Juan Schiaretti le proponía ponerle su nombre al centro de arte. Él nunca quiso porque consideraba que los homenajes eran post mortem. En la sobremesa le insistí, reiteré que su obra ya era parte de los cordobeses y me respondió ‘lo voy a pensar’. Ese fue el cierre de nuestra conversación”.
Su obra “La familia urbana” -“La mujer urbana”, “El hombre urbano” y “Los niños urbanos”- está distribuida en distintos puntos de la ciudad de Córdoba y son una suerte de “mojones” indicativos” para los ciudadanos.
También dejó su huella en la Pizzería San Luis, una de las más populares de la ciudad, a la que él donó una escultura de 10 metros de alto representando a un “compadrito”. Es una parte de la explicación de porqué su nombre es popular y, por ejemplo, era ovacionado en una cancha de fútbol.
Su centro de arte
En 1987 Seguí le pidió al entonces gobernador Eduardo Angeloz un espacio para un centro de arte porque entendía que los artistas cordobeses necesitaban un espacio; le ofrecieron una casona en el centro pero él se inclinó por la del Chateu Carreras -frente al estadio mundialista- que, por entonces, estaba destruida. Creó una fundación y en noviembre de 1988 lo inauguró.
Pagano repasa que donó 550 obras: “Colecciones importantísimas; una de artistas de la neofiguración; grabados de una serie que organizó Pfizer convocando a artistas importantes de todo el mundo, entre ellos Seguí y también el suyo, ‘Estampas de la revolución’, con el que participó de una convocatoria de Francia para el bicentenario de la revolución francesa. A su pedido, Francia lo donó a Córdoba”.
Además, colaboró a rescatar obras de los salones y las bienales de arte Latinoamericano que se realizaron en Córdoba en los ‘60. “No solo fue un gran artista, el de mayor trascendencia internacional de la provincia, sino un promotor, un hombre muy generoso”.
La última muestra de Seguí en Córdoba fue en 2019 en el Cabildo de la ciudad. Él la visitó. En paralelo, se estrenó “Seguí, Seguí”, un documental de 60 minutos dirigido por Pepe Tobal.
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