Los textos periodísticos de Sara Gallardo para LA NACION, reunidos en un libro
Notas, entrevistas, crónicas y páginas de moda que Sara Gallardo escribió en diferentes momentos de su vida, desde varios lugares del mundo y, en distintos formatos y medios se reúnen en el libro Los oficios, que editorial Excursiones publicará esta semana, a 30 años de la muerte de la escritora (1931-1988).
Varias de estas prosas periodísticas salieron originalmente en LA NACION. Artículos sobre figuras del espectáculo o el deporte (de Gregory Peck al fenómeno Maradona en Nápoles); "Un helado por favor" cuenta las costumbres de los italianos en torno al helado y al café; distintas notas sobre cineastas como Marcello Mastroianni, Herzog, Carlos Sorín y Fellini. Además, escribió sobre El Paraíso, la casa de Manucho Mujica Lainez en Cruz Chica, Córdoba, y sobre "Los funerales" de Borges, desde Ginebra. Un fragmento de esa nota de la edición del 10 de junio de 1986 reproducimos a continuación.
"El cuerpo de Borges entró en la catedral de Ginebra mientras el tañido grave de las campanas sacudía el aire. En el sitial de madera tallada, las iniciales JHS en medio de un sol, el pastor y el sacerdote católico esperaban de pie. Resultó solemne y tierna la ceremonia ecuménica, surgida de una conversación, en la cual María Borges y Héctor Bianciotti sopesaron el catolicismo de la madre, el metodismo de la abuela, el antidogmatismo de Borges. El ámbito era apropiado. Y puesto el cajón al bies, quedó mirando hacia la izquierda, donde se conserva ese sillón de escueto respaldo que fue de Calvino. Algo de los puntiagudos perfiles de este y de los reformistas Farel y Beze reaparecía en el del pastor Montmoulin, de negra hopalanda, autor de un panegírico lleno de consuelo -'a usted muy particularmente, señora, en su dolor'-, de veneración, de vehemencia finisecular y de párrafos en español para los presentes. Leyó un salmo. 'Que todos crean en el Eterno'; un trozo del Génesis: 'Dios dijo: Hágase la luz, y la luz se hizo', y el comienzo del Evangelio de San Juan: 'En el principio era el Verbo', en francés y en español. El Verbo y la Luz, despedida cabal para un poeta ciego.
"Leyó después 'una parábola' de Borges. Aparecieron el emperador amarillo, sus jardines, los espejos de metal, las avenidas rectilíneas, la sala hexagonal con la clepsidra y el poeta que con una palabra se adueñó de todo. '¿Qué es el Premio Nobel discernido por los hombres? -exclamó después no sin candor el pastor Montmoulin-. La gloria del poeta es saber que las generaciones vendrán a abrevar su sed en sus palabras. Ahora él está en paz (...)'.
"Afuera, Ginebra mantenía el encanto. El chorro en el lago era un fluido campanario que parecía saludar el tiempo en que los escritores empiezan a escribir con luz, ya no con tinta. En las calles, una propaganda dice 'Primer tango', un chofer de autobús asegura con énfasis que no es ni católico ni protestante, sino judío, no practicante y no creyente, cosas que hubieran divertido a Borges. Se anuncia a García Márquez, a Sabato, a otros, pero no llegan. El cementerio de Plainpalais es un jardín de césped en el centro. Viejas tumbas ilustres, árboles gloriosos, flores. Todos los diarios de ayer muestran el sitio donde la tierra espera, pálida y abierta, el cajón y las rosas. Un sitio elegido por lindo, por dos especies de cipreses extraordinarios, y que resultó vecino al reposo de Calvino. Del liceo de la adolescencia a la catedral de las exequias y a la tumba, el círculo se cierra. En la ciudad donde a los 14 años vio por primera vez las estrellas, Jorge Luis Borges a los 87 abrió los ojos al resplandor que evoca en uno de sus poemas: 'Ahora sé que debemos entrar en la muerte, como quien entra en una fiesta'".
Los oficios
Reúne la prosa periodística de Sara Gallardo, autora de varias novelas, literatura infantil y relatos biográficos. Este año se conmemoran los 30 años de su muerte.
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