¿Los rusos se quedaron con el Tintoretto de su familia? Su intención es averiguarlo
El abogado John Barry, bisnieto del arqueólogo e historiador del arte alemán Friedrich Sarre, primer director del Museo de Arte Islámico de Berlín, rastrea el paradero del cuadro que posiblemente fue robado de la mansión familiar
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En los anales de la historia de la pintura, pocos temas han cautivado más a los artistas que la Batalla de Lepanto, un épico enfrentamiento naval del siglo XVI donde las enormes flotas de galeras cristianas y otomanas chocaron frente a las costas de Grecia. Y entre las numerosas descripciones pictóricas de esa escena se cuenta una enorme versión de tres metros de base realizada en 1571 y atribuida a Tintoretto. El cuadro se titula La Batalla de Lepanto y fue vendido en 1908 a un arqueólogo e historiador del arte alemán, Friedrich Sarre, primer director del Museo de Arte Islámico de Berlín.
La pintura estuvo colgada en algún lugar de esa ciudad hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Pero después, como ocurrió con decenas de miles de obras de arte, en medio del caos de la guerra, el derrotero del cuadro de volvió impreciso. De hecho, no hay registro de la que obra haya sido exhibida en un lugar público hasta la década de 1980.
Ahora, miembros de la familia Sarre han salido a decir que creen saber lo que pasó con ese cuadro. John Barry, bisnieto de Sarre, dice que según escritos familiares de aquel entonces, la pintura probablemente fue saqueada de la espaciosa villa del arqueólogo en las afueras de Berlín cuando los rusos avanzaron y ocuparon esa mansión y gran parte de la zona.
Esos documentos, según reconoce la propia familia, no menciona cuál fue el paradero de la pintura durante la guerra. Pero Barry dice que son un buen punto de partida y que sus esfuerzos para rastrear la obra han sido boicoteados por la casa de subastas Sotheby’s, que vendió la pintura en 2016.
Sotheby’s tiene un equipo especial abocado a verificar la procedencia de obras de arte que podrían haberse perdido como resultado de la persecución de la Segunda Guerra Mundial. De hecho, la empresa ha publicitado su éxito en la resolución de múltiples reclamos de restitución de obras perdidas o apropiadas. Pero Barry dice que desde hace más de dos años Sotheby’s viene obstaculizando sus esfuerzos por enterarse de qué pasó con el “Lepanto” de Tintoretto, más allá de lo que se mencionaba en el catálogo de la subasta.
Ese catálogo, como señala Barry, hace referencia a una exposición de 1910 en la que su bisabuelo figuraba como propietario de la obra. Sin embargo, cuando Barry presionó a Sotheby’s para que le ayudara a rastrear la obra, dijo que un representante de la casa de subastas hasta puso en duda si la pintura que había vendido era la misma.
“Se conservan muchas pinturas al óleo de la Batalla de Lepanto, y de hecho es una de las batallas navales más pintadas de los siglos XVI y XVII, así que me está costando unir todos los puntos”, le escribió a Barry el director mundial de restitución de Sotheby’s, Lucian Simmons, según los registros de correo electrónico proporcionados por Barry. De hecho, apunta Barry, el catálogo de Sotheby’s citaba otra conexión con su bisabuelo: un artículo que escribió sobre ese cuadro en 1938.
Barry es abogado, trabajó en el Departamento de Justicia de Estados Unidos, y dice estar decepcionado con Sotheby’s, que dejó de responder a sus consultas hace más de un año. “Una empresa como Sotheby’s no puede sostener públicamente que la procedencia de una pintura saqueada es muy importante desde el punto de vista de la ética, la integridad y su valor de mercado, y luego ignorar esas preocupaciones y negarse a aclarar las cosas cuando se los confronta con hechos incómodos”, dice Barry.
Sotheby’s dice haber respondido adecuadamente a las consultas de Barry y haber hecho todos los esfuerzos razonables para evaluar sus afirmaciones y entablar un intercambio franco y abierto. En un comunicado, Sotheby’s se refiere al bisabuelo de Barry como un “pionero erudito” y expresa su solidaridad con la familia por la pérdida de la mansión y el trato recibido por los rusos. Pero la casa de subastas asegura no haber visto evidencia alguna que indicara claramente que Sarre fuera propietario de la pintura después de 1910, y tampoco encontró indicios de que hubiera sido robada.
“Sotheby’s sigue dispuesta a facilitar una solución amistosa con la familia Sarre en caso de que salgan a la luz pruebas de propiedad y pérdida de la época de la Segunda Guerra Mundial”, concluye el comunicado de la empresa.
Fueron tantas las obras saqueadas en Europa durante la guerra que los museos y el mercado del arte se han comprometido a analizar la historia de pinturas como la de Lepanto de Tintoretto, cuyos derroteros en tiempos de guerra tienen grandes lagunas. La mayoría de esas obras las perdieron los judíos a manos de los nazis. El caso Sarre es diferente, porque era de origen hugonote y la obra, al menos según la tesis de la familia, se habría perdido a manos de los rusos, quienes al finalizar la guerra se llevaron de Alemania grandes cantidades de obras de arte y de material de archivo, según el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Sin embargo, no hay evidencia de que esta pintura en particular haya salido nunca de Alemania. Las investigaciones más recientes de la familia Sarre señalan que en 1957 el cuadro estaba en posesión de un científico alemán cuyos herederos lo conservaron durante más de una década.
Cualquier traslado de la pintura habría sido complicado por su descomunal tamaño, que quizás el artista consideró necesario para capturar la amplitud de una batalla entre dos flotas de cientos de barcos y que dejó miles de muertos o heridos en ambos bandos. Giorgio Vasari, Paolo Veronese y Tiziano son otros de los artistas que representaron la escena, donde una coalición de fuerzas de España, Venecia y otros Estados reunidos a instancias del papa Pío V derrotó a la armada del Imperio Otomano.
El experto Frederick Ilchman, catedrático de arte europeo en el Museo de Bellas Artes de Boston, dice no estar convencido de que el cuadro sea realmente de Tintoretto, dadas las diferencias que notó con otras escenas de batalla del artista. “En el primer plano de sus composiciones Tintoretto suele presentar alguna situación de especial dramatismo, para sumarle interés anecdótico a la historia”, dijo Ilchman, que en 2019 fue cocurador de una importante muestra sobre el pintor en la Galería Nacional de Arte de Washington. “Pero eso acá no está.”
De todos modos, Ilchman dice que la monumental representación de uno de los conflictos navales más importantes de todos los tiempos le parece “automáticamente interesante en sí misma”.
En su catálogo de venta, Sotheby’s describió la pintura como “atribuida” a Tintoretto, término que utiliza para indicar que existen serios motivos para creer que una obra es de un artista en particular. En el protocolo de la casa de subastas, es un paso por debajo de decir que una obra es “de” ese artista.
Poco después de adquirir “Lepanto” en Venecia, Sarre lo prestó para ser exhibido en Munich de 1910, donde el catálogo identifica a su propietario como P. Sarré. La obra se exhibió nuevamente en Berlín en 1936 y dos años más tarde Sarre se explayó sobre la importancia de la pintura en uno de sus artículos, donde dice que integraba una colección privada de Berlín desde hacía 30 años, pero sin mencionar que era la suya.
El paradero de la pintura durante la guerra sigue sin ser claro, pero Barry ha recopilado documentos que indican que en junio de 1945 la casa de Sarre en las afueras de Berlín fue ocupada por el Ejército Rojo. En su diario, uno de los hijos de Sarre escribió que el 4 de junio de 1945 los rusos le dieron una hora a la familia para abandonar su casa. Barry apunta que en sus memorias de 1954, la esposa de Sarre, María, cuenta que abandonó la casa con lo puesto, apenas un vestido, un abrigo y una manta, y agrega que allí su familia había perdido “tesoros artísticos”.
La familia Barry había logrado determinar que en 1957 la pintura estaba en posesión de Arthur Scheunert, un científico cuya efigie más tarde aparecería en una estampilla de Alemania Oriental. En la década de 1970, la familia de Scheunert intentó venderle la obra a los Museos Estatales de Berlín, que incluye al Museo de Arte Islámico. Pero la venta no se concretó, según una carta de 1986 que le envió el museo a la hija de Sarre, Maria Louise Sarre.
El catálogo de Sotheby’s para la subasta del “Lepanto” atribuido a Tintoretto en 2016 no incluía información sobre el paradero de la pintura durante las décadas posteriores a 1936, y solo mencionaba que antes de 1980 había sido adquirida por Alfred Lefmann, un coleccionista alemán. La casa de subastas también dice que ese catálogo de 2016 contiene la información de procedencia más completa disponible en ese momento y que la pintura nunca fue incluida en las bases de datos de obras de arte perdidas durante la Segunda Guerra.
Según Sotheby’s, en la década de 1980 la obra se exhibió en Alemania por préstamo de Lefmann y posteriormente estuvo en manos de al menos otro coleccionista, hasta ser vendida por 352.000 dólares en la subasta de París de 2016.
Barry comenzó a comunicarse con Sotheby’s para obtener información sobre la pintura en 2021, cuando los miembros de la familia se enteraron de que había sido subastada. Según los emails proporcionados por Barry, Simmons, el ejecutivo de Sotheby’s, respondió rápidamente la primera consulta y discutió el tema con Barry por correo electrónico y por teléfono. En un momento dado, le envió a Barry un artículo de 1994 aparecido en el periódico alemán Die Zeit que hace mención al “Lepanto” de Tintoretto y dice que había pruebas de que, en 1945, el cuadro estaba en la villa de Sarre. El artículo señala que la casa había sido “confiscada por los rusos”.
Pero más tarde Simmons empezó a manifestar dudas y a cuestionar si la obra que poseía Sarre era la misma que había vendido Sotheby’s, lo que llevó a Barry a enviarle las fotos de la obra que aparecían en el catálogo de la exposición de Múnich de 1910, junto a las del catálogo de Sotheby’s de 2016. Las imágenes parecen idénticas, aunque la pintura, que supo medir aproximadamente 1,8 metros de altura por 4 metros de base, en algún momento resultó dañada, y ahora mide poco más de 3 metros de base.
“No hay duda de que el cuadro que Sotheby’s vendió en 2016 era propiedad de Friedrich y Maria Sarre”, le escribió Barry a Simmons en agosto de 2021.
Después de eso se comunicaron varias veces más, apunta Barry, y hasta mantuvieron una videollamada de una hora en la que Simmons lo escuchó exponer sus argumentos. En un correo electrónico de mayo de 2022, Simmons escribió: “Quiero hacerle saber que no me olvido de usted”. Y más tarde escribió: “Estoy informando tanto al comprador como al vendedor de la subasta de París y cuando tenga alguna novedad se lo haré saber de inmediato”.
Es lo último que supo de él. Desde entonces, Sotheby’s dejó de responder sus llamados y sus mensajes, pero Barry dice que no piensa abandonar el asunto. Dice que no está esperando que alguien venga simplemente a entregarle el cuadro a su familia, pero le gustaría que Sotheby’s reconozca que el historial de procedencia de la obra estaba incompleto y que analice una solución que sea justa para todas las partes involucradas. “Mi familia tiene una fuerte conexión con esta pintura”, señala Barry. “Lo siento como una obligación hacia ellos.”
(Traducción de Jaime Arrambide)