Los museos franceses deben devolver los tesoros africanos
PARÍS.– El expansivo Museo del muelle Branly en París está repleto de tesoros. Cuenta con alrededor de 70.000 objetos de África subsahariana en su colección, incluyendo espectaculares estatuas provenientes de lo que ahora es Benín y delicadas pinturas que alguna vez decoraron los muros de iglesias en Etiopía. Sin embargo, un informe muy esperado que se publicará esta semana podría tener un impacto drástico en lo que los visitantes pueden ver ahí dentro, y repercusiones para otros museos internacionales.
El informe, encargado por el presidente francés Emmanuel Macron en marzo, corrió a cargo de dos académicos, a quienes se les solicitó elaborar propuestas para la devolución de piezas que forman parte del patrimonio cultural africano. Está programado que el informe se entregue a Macron el viernes. The New York Times tuvo acceso a una copia.
Los académicos, Bénédicte Savoy de Francia y Felwine Sarr de Senegal, recomiendan que los objetos que fueron expoliados y enviados a territorio francés sin el consentimiento de sus países de origen deben devolverse permanentemente, si el país de origen los solicita de vuelta. Los profesores señalan que esta devolución debe ser parte de un proceso colaborativo de recolección de información, investigación, intercambio científico y capacitación durante los siguientes cinco años.
Este indica que del 90 al 95 por ciento del patrimonio cultural de África se conserva fuera del continente en museos importantes. Solamente en Francia hay colecciones nacionales que albergan 90.000 objetos de África subsahariana, de los cuales 70.000 están dentro del Museo del muelle Branly. El resto se encuentra en otras partes de París, en ciudades portuarias como Cherburgo y El Havre, y en otros centros grandes como los de Lyon y Grenoble.
"No es una cuestión de vaciar los muesos franceses o europeos y llenar los africanos, según nuestra opinión y la de nuestros equivalentes africanos", comentó en una entrevista este mes Savoy, historiadora de arte y profesora en la Universidad Técnica de Berlín y en el Collège de France. "Está claro que no es el caso transferir de regreso los 70.000 objetos de África subsahariana que están en las colecciones del Museo del muelle Branly y que llegaron a Francia a lo largo de un periodo de 150 años".
En cambio, dijo Savoy, el objetivo es lograr "un reequilibrio de la geografía del patrimonio africano en el mundo, que actualmente está sumamente desequilibrada, ya que los museos europeos poseen casi todo, y los museos africanos no tienen casi nada".
Con el fin de alcanzar este reequilibrio, el informe recomienda la devolución de "cualquier objeto que haya sido tomado por la fuerza o presuntamente adquirido mediante condiciones inequitativas" por el Ejército, exploradores científicos o gestores durante la época de la colonia francesa en África, la cual se extendió de finales del siglo XIX hasta 1960.
El informe ya está estremeciendo al mundo museístico francés luego de que la revista informativa Le Point filtró fragmentos del mismo el lunes con el encabezado alarmante: "Piezas de arte africanas: ¡Un informe recomienda devolver todo (o prácticamente todo)!". La revista afirmó que el informe no hacía nada para disipar el miedo de que tendrían que vaciarse secciones enteras del Museo del muelle Branly.
Desde otras partes de Europa, los museos estarán al pendiente de los efectos del informe, los cuales podrían aumentar la presión para que ellos restituyan objetos de sus propias colecciones. El Museo Británico en Londres tiene casi 700 objetos del Reino de Benín, cuyo territorio ahora forma parte de Nigeria. Berlín conserva la esperanza de surtir su nuevo museo del Foro Humboldt con varios cientos de esculturas del mismo reino, conocidas como los bronces de Benín.
Ambas instituciones son miembros del Grupo de Diálogo de Benín, un consorcio de museos que está analizando la devolución de algunos de los tesoros benineses a Nigeria como un préstamo a largo plazo. El informe francés desaconseja tales medidas a favor de una restitución permanente.
Macron planteó esta cuestión por primera vez en noviembre de 2017, cuando dio un discurso ante cientos de estudiantes en una universidad en Uagadugú, la capital de Burkina Faso, e hizo una osada promesa que provocó que todos aplaudieran y vitorearan.
"No puedo aceptar que gran parte del patrimonio cultural de múltiples países africanos esté en Francia", declaró. "El patrimonio de África debe exhibirse en París, pero también en Dakar, en Lagos, en Cotonú. Esta será una de mis prioridades. A partir del día de hoy, y durante los siguientes cinco años, quiero ver que las condiciones sean idóneas para permitir la restitución temporal o definitiva del patrimonio cultural africano a África".
La interrogante es qué tan lejos irá Macron en la implementación de las recomendaciones de un informe no vinculante, si bien fue uno que él mandó realizar. A principios de este año, destrozó un conjunto de propuestas que había encargado para mejorar las condiciones económicas en las áreas suburbanas. A pesar de que Macron cuenta con una mayoría cómoda en el Parlamento francés, tiene una tasa de aprobación del 25 por ciento y se enfrenta a una huelga nacional en contra de un aumento planificado al impuesto sobre la gasolina.
El Museo del muelle Branly se rehusó a dar comentarios hasta que el informe fuera entregado a Macron el viernes y leído por el presidente del museo, Stéphane Martin.
Sarr, economista en la Universidad Gaston Berger en Saint-Louis, Senegal, comentó en una entrevista que viajó, junto con Savoy, a cuatro países africanos —Mali, Senegal, Benín y Camerún— para reunirse con funcionarios de gobierno, directores de museos y especialistas de arte antes de redactar el informe.
Mencionó que, contrario a las declaraciones de Macron en Uagadugú, todas las restituciones debían ser permanentes.
"Nuestra propuesta se basa en un esquema que toma en cuenta las limitaciones de tiempo de las naciones solicitantes", señaló, "a fin de que no les impongamos una enorme cantidad de objetos restituidos, además, nos estamos asegurando de que realmente quieran la devolución, que estén preparados para ella, y que estén en la posición de organizarla".
En la primera etapa, el informe recomienda que en el siguiente año se lleve a cabo "la restitución formal de varias piezas mayormente simbólicas cuya devolución se ha solicitado durante mucho tiempo por varias naciones o comunidades africanas".
Farah Nayeri
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