Los monstruos de Berni, en un homenaje a su obra

Pajarracos de hierro que devoran señoritas; dragones que son mitad lagartija y usan sombreros militares; carrozas fúnebres que se convierten en gusanos de ojos desorbitados.

Así son los monstruos que habitaban las pesadillas de Ramona Montiel, la mujerzuela creada por Antonio Berni que se debatía entre los valores socialmente aceptables y sus deseos privados.

Y así son las gigantescas obras que podrán visitarse a partir de pasado mañana en el Centro Cultural Borges (Viamonte esquina San Martín), algunas de las cuales, hechas en París, serán expuestas por primera vez al público argentino a 20 años del fallecimiento del artista.

"Berni tenía dos personajes principales: Juanito Laguna, un niño que, a pesar de la pobreza, podía soñar, y Ramona, a quien esto le era imposible porque tenía la conciencia culpable. Estamos viendo sus seres oscuros, pero también los de todos quienes sufrimos por las diferencias entre lo que el mundo debería ser y lo que es en la práctica", explicó Elena Oliveras, curadora de la muestra, en diálogo con LA NACION.

Berni comenzó la construcción de sus prodigiosos monstruos en 1964, en un intento por dar mayor visibilidad a los aspectos terroríficos del mundo actual.

Ellos fueron incluidos en la muestra retrospectiva que organizó el Instituto Di Tella en 1965. Los visitantes pudieron entonces sorprenderse con un conjunto de piezas agrupadas en dos series: "Los monstruos del infierno se disputan a Ramona" y "Monstruos cósmicos", que estarán también presentes en la nueva exposición.

Producción singular

Si bien Oliveras señaló que la categoría de lo monstruoso está presente en varios momentos de la obra de Berni -desde la temprana etapa surrealista hasta la última, en la que refleja la voracidad consumista- los monstruos polimatéricos ocupando el espacio real se presentan como un momento singular de su producción.

Pero la explicación del origen que da el hijo del artista, José Antonio Berni, es muy simple y llena de cariño. "Mi padre había tenido un problema cardiológico y los médicos lo obligaron a dejar de fumar. Como consecuencia le empezó a sobrar la energía, el pincel le quedó chico y ni el collage le bastaba. Así que se puso a armar estos seres, dedicándoles una enorme cantidad de horas y rescatando lo que mi madre destinaba a la basura", comentó.

Pero ni eso fue suficiente. "Recorría los bares del barrio pidiendo que le guarden las chapitas de botellas, y, por vergüenza, decía que eran para su hijito, que las coleccionaba", agregó, cerca del cuello de un dragón armado con decenas de estas pequeñas piezas.

"También se llevaba las bobinas que habían sido de la hilandería de su suegro para armar las colas de los gusanos", agregó su mujer, Inés de Berni, quien está a cargo del archivo del artista. "Era un hombre increíblemente alegre y atento, nada torturado. Sería que a sus demonios los exorcisaba de esta manera", sugirió.

José Antonio, que en ese momento tenía cerca de diez años, recuerda a cada una de estas criaturas del espanto con un gran afecto."Para mi hermana Lili y para mí siempre fueron simplemente juguetes grandes. Sólo que mucho no se podían tocar", concluyó.

La exposición

Aniversario: Antonio Berni (1905-1981) es el pintor argentino más cotizado en el mundo. El récord (800.000 dólares) lo alcanzó con "Desocupados", de los años 30, vendido en 1995. Su obra refleja los conflictos sociales del país y está atravesada por todos los movimientos del siglo XX, desde el surrealismo hasta el informalismo y la nueva figuración.

Robots: no todos los monstruos de Berni pertenecen al mundo de Ramona. Unos pocos seres forman parte de narraciones paralelas, como la ambientación "La masacre de los inocentes (1971), que fue presentada en el Museo de Arte Moderno de París. Algunos "robots" que rodeaban a las figuras de los "inocentes" serán incluidos en la muestra.

Horario: la exposición "Los monstruos de Berni" será inaugurada el martes, a las 19, en el Centro Cultural Borges (Viamonte y San Martín). Estará abierta de lunes a sábados, de 10 a 21, y domingos, de 12 a 21, hasta mediados de diciembre. El valor de la entrada será de 4 pesos (2 pesos para estudiantes y jubilados).