Los límites de la percepción
Nada es lo que parece en las fotografías de Dino Bruzzone y Esteban Pastorino, inspiradas en el juego y reunidas por primera vez en la Alianza Francesa
No se dejen engañar: nada es lo que parece. Ni esos aviones, ni aquellas casas, ni estos dos jóvenes vestidos de negro que posan para el fotógrafo tan formales. Presten atención, porque Dino Bruzzone y Esteban Pastorino decidieron romper el código de los magos y están a punto de revelar sus trucos.
Maestros de la ilusión, obsesivos como pocos, estos dos fotógrafos perfeccionaron el arte de jugar con la percepción ajena. Y cuando la obra de ambos se cruza, como lo hizo por primera vez hasta ayer en la Alianza Francesa, se llega al punto de no saber qué es real y qué no, o cuál de los dos intenta engañarnos en cada foto. Tanto es así que la curadora, Catherine Tanazacq de Stigliano, decidió ponerles marcos blancos a las obras de Bruzzone y negros a las de Pastorino, en un guiño de complicidad con el espectador desprevenido.
Esto basta para explicar el título de la muestra, Double jeu (Doble juego), que reunió obras realizadas entre 1999 y 2006. En esos años, ambos encontraron inspiración en su infancia -Bruzzone hizo maquetas; Pastorino creó cámaras y las remontó con un barrilete-, aunque no se conocían y sólo se cruzaron en alguna muestra. Y si bien los dos están representados por la galería Dabbah Torrejón, ellos aclaran que hasta ahí llegan las coincidencias.
Pastorino estudió técnica mecánica en el Otto Krause y cree que de allí proviene la mayor influencia en su actividad como fotógrafo. Acostumbrado al trabajo manual en el taller, no dudó en fabricar su propia cámara cuando se propuso recrear el efecto de la macrofotografía -con poca profundidad de campo- para confundir la realidad con una maqueta y cuestionar de ese modo "el concepto de la fotografía como medio de representación objetivo".
-¿Por qué te interesa que la realidad se vea como una maqueta?
-Este argumento era más válido cuando empecé a hacerlo que ahora: aun así, la fotografía sigue teniendo una carga documental y de referencia de la realidad, es un elemento que sirve para probar la existencia de algo que estuvo frente a la cámara. Con el lenguaje digital esto cada vez es más discutido, pero nos sigue llegando la multa fotográfica. Me parecía interesante cuestionar este concepto desde el medio mismo: con un proceso analógico, crear una imagen en la que uno cree estar viendo una cosa que en realidad es otra. E indirectamente cuestionar también nuestra percepción: qué es lo que realmente se percibe, más allá de cómo se representa.
Para lograr la perspectiva del vuelo de pájaro con la que se suele ver una maqueta, Pastorino pensó primero en usar un helicóptero, pero lo descartó por cuestiones prácticas y de presupuesto. Entonces recurrió a Lúpin, la revista de historietas que leía en su infancia, que trataba sobre un piloto e incluía planos para maquetas.
-Uno de los números mostraba un barrilete del que se podía colgar una camarita: uno remonta el barrilete, engancha la cámara en el hilo y suben la cámara y el barrilete juntos. Hice ese barrilete, nunca funcionó, y después alguien que me hizo un barrilete que sí funcionaba... Ahí pude poner la cámara de cartón que había armado: de formato grande, con el lente inclinado y un control de radio para poder dispararla desde tierra. No tiene rollo; el negativo viene en hojas de 10 x 13 centímetros. Es una cámara de placas que se usa en publicidad y tiene una definición bastante grande. Me interesa que se vayan descubriendo ciertos detalles a medida que uno se acerca a la imagen.
Arquitecto de formación, Bruzzone trabaja al revés: empieza por los detalles. Desde chico hizo maquetas por placer y de grande descubrió un beneficio extra: según él, le dan otra dimensión a la fotografía. Por eso, saca fotos de las maquetas y exhibe ambas obras juntas.
-Me interesa la espacialidad que tiene la maqueta, como si fuera una foto 3D. Uno puede ver la foto pero no puede entrar en ese mundo; la maqueta te permite entrar un poco más. Me interesa esa nueva percepción mental, ese poder entrar.
-¿Por qué el tema del juego está tan presente en tu obra?
-Está presente la idea del chico cuando juega y crea un mundo a partir del juego, y ese mundo es lo más parecido al mundo real. Las maquetas buscan ser lo más real posible.
-¿Por eso fotografiás la maqueta, porque parece más real? ¿Te gusta estar en el límite?
-Sí, totalmente.
© LA NACION
adnPastorino
(Buenos Aires, 1972) Estudió Ingeniería Mecánica en la UBA. Realizó residencias en Ámsterdam y Madrid, entre otras ciudades. Participó de un programa para artistas en Grecia y Austria y obtuvo varios premios.
adnBruzzone
(Paraná, 1965) Arquitecto formado en la UBA, participó del Programa de Becas para Jóvenes Artistas de Guillermo Kuitca y se perfeccionó en la Cité Internationale des Arts en París.