Los ecos del grito que anunció una época
Por Adriana Rosenberg Para LA NACION- Buenos Aires, 2010
Cuando un pintor, en los años 30 o 40, quería ser actual, revolucionario, audaz, decía: "Soy futurista", o le decían: "Es futurista". Los pintores modernos se llamaban futuristas, las acciones artísticas novedosas se llamaban futurismo. La palabra no definía un movimiento ni un tiempo histórico, ni remitía a ciertos artistas. Futurismo era el "gesto del nuevo mundo", del porvenir, del deseo de libertad, con la ideología del progreso, del amor a la máquina y la devoción al industrialismo.
Se cumplieron 100 años del grito de Marinetti, que traspasó mares y que diseñó una época, una ilusión, un universo, y que los más prestigiosos museos conmemoraron con las pompas propias de un gran aniversario. Fundación Proa decidió sumarse a esos festejos y por eso presentamos El universo futurista. 1909-1936, en colaboración con el Museo de Arte Moderno de Trento y Rovereto (MART), con la curaduría de su directora, Gabriella Belli.
El MART es la referencia obligada al hablar de futurismo italiano, ya que tiene en su acervo la más variada, numerosa y lograda colección de piezas de ese movimiento en el mundo. Proa exhibe más de 240 obras que integran ese universo, entre las que se destacan los manifiestos, los ruidos que fundaron la música del siglo XX (los Intonarumori), publicaciones de Marinetti, la revolución tipográfica, la escultura y la pintura, en la que se aprecian los estudios sobre el movimiento, hasta llegar a ese género propio que fue la "Aeropintura".
El futurismo superó los límites del arte e invadió la vida cotidiana. Los artistas produjeron manifiestos sobre arquitectura, moda, teatro, cine, cocina. Consideraron la guerra como acción y gesto para la concreción de una nueva era. En 1926, trece años después del nacimiento del futurismo, y en un mundo convulsionado por los conflictos bélicos, Marinetti llegó a la Argentina. La intelectualidad local conocía el manifiesto futurista. Su segundo viaje, en ocasión del Congreso Mundial del PEN Club, fue más controvertido, a la luz de sus posturas políticas ligadas al fascismo.
Es un orgullo para Fundación Proa presentar El universo futurista, una exhibición histórica. Gracias a la colaboración de un grupo extraordinario de personas superamos las adversidades con inteligencia y humor, sabiendo que cada exhibición que presentamos es un aporte fundamental en la construcción de nuestra cultura. La exposición, el catálogo, el proyecto educativo y las numerosas actividades que organizaremos durante los meses de presentación son posibles gracias al aporte permanente de Tenaris, Organización Techint.
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