Los diez libros más antiguos de Buenos Aires
Cervantes, Julio César, Boccaccio... los especialistas eligen de sus colecciones las ediciones más raras y valiosas de la Argentina; las exhiben hasta el domingo, en la edición virtual de la feria que reúne cada año a los libreros anticuarios del país
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Un ejemplar de Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra, impreso en Bruselas en 1671. Un manuscrito del Corán del siglo XVIII, con 650 páginas escritas en rojo y negro y encuadernación de cuero marroquí, con solapa y ornamentos en oro. Los comentarios, de Julio César, editado en Venecia en 1575, con tapas de pergamino. Una edición de Laberinto d’amore, de Giovanni Boccaccio, con una carta del autor, de 1536. Estos son algunos de los libros más antiguos que tienen en sus colecciones libreros anticuarios argentinos como Alberto Casares y Víctor Aizenman.
Integrantes de la Asociación de Libreros Anticuarios de Argentina (Alada), Casares, Aizenman y otros veintitrés expositores participan con sus obras raras y valiosas de la 14° Feria del Antiguo de Buenos Aires, que este año se desarrolla en formato virtual hasta el domingo 5. En la exhibición, destinada a todo público, se pueden conocer publicaciones que provienen del siglo XV en adelante. Consultados por LA NACION, los referentes del rubro eligieron los diez ejemplares más antiguos que atesoran en sus librerías.
Entre las joyas de su colección, Lucio Aquilanti, de la librería Fernández Blanco-Aquilanti, destaca De Peruviae Regionis, inter Novi Orbis provincias, celeberrimæ, inventione & rebus in eadem gestis, libri V, de Levino Apolonio, publicado en Amberes en 1566. “Temprana y casi desconocida, historia y descripción de Perú, realizada con la intención de promover la descubierta y conquista de estas tierras por parte del imperio belga”, describe el librero.
Entre los tesoros de Casares hay una edición ilustrada de Don Quijote, integrada por dos volúmenes encuadernadas en pergamino. Fue impresa en Bruselas, en 1671, y sus particularidades se pueden apreciar en el siguiente video.
Un manuscrito del Corán del siglo XVIII (circa 1770), escrito con la caligrafía árabe naskhi, “en el peculiar estilo de las islas del Océano Índico”, como aclara Casares, en tinta roja y negra, es otra de sus joyas. Está encuadernado en cuero marroquí tiene ornamentos en oro en toda la portada.
Los comentarios, de Julio César, con encuadernación antigua en pergamino, es otro de los libros antiguos elegidos por Casares. Fue editado por el italiano Aldo Manuzio, a quien se considera como el primer editor literario de la historia. En 2015, cuando se cumplieron cinco siglos de su muerte, la Biblioteca Nacional de España le dedicó la muestra “500 años sin Aldo Manuzio: Mercaderes en el templo de la literatura”.
Gran antifonario veneciano del siglo XVII (circa 1616). “Un volumen impreso a dos tintas, con bellos grabados en sus portadas y antigua encuadernación en pleno pergamino con nervios”: así describe Casares al libro litúrgico de los cristianos que contiene los versos que se cantan o se rezan en misa u otros oficios religiosos.
La chiromance royale et novvelle, de Adrian Sicler, de 1666: un estudio sobre la quiromancia (lectura de las líneas de la mano), con ejemplos y figuras en grabado, encuadernación antigua en pergamino. Otro de los destacados de Casares.
Gran Chaco Gualamba, del padre Pedro Lozano, publicado en 1733 en Córdoba, en el Colegio de la Assunpción, por Joseph Santos Balbás. Edición original de la obra fundacional de historia y etnografía del Chaco y sus misiones jesuíticas. En la portada dice textualmente: “Descripción chorographica del terreno, ríos, árboles y animales de las dilatadísimas provincias del Gran Chaco, Gualamba. Y de los ritos, y costumbres de las innumerables Naciones bárbaras è infieles que le habitan: con una cabal relación histórica de lo que en ellas han obrado para conquistarlas algunas ‘Governadores’, y Ministros Reales y los Milfioneros Jefuitas para reducirlos a la Fé del verdadero Dios”. Con encuadernación en pleno pergamino, la edición de Casares tiene un mapa desplegable realizado por el padre Antonio Machoni (mapa facsimilar en papel de época marca Adriaan Rogge).
El Decamerón, de Giovanni Boccaccio, de 1590, con comentario y un vocabulario creado por Girolamo Ruscelli. Impreso en Venecia, encuadernación en pergamino. Este elegido de Casares se relaciona con una de las joyas de Aizenman, Laberinto d’amore, también de Boccaccio, que trae una carta del autor italiano y data de 1536.
En la librería anticuaria Aizenman también se puede encontrar una edición considerada como la primera enciclopedia del mundo Occidental: Etymologiarum libri XX et De summo bono libri III, de Isidoro de Sevilla, de 1483, “árbol de la consanguinidad grabado en madera a toda página, mapa del mundo antiguo con numerosos diagramas xilográficos en el texto”, con encuadernación en pergamino rígido y cierres de tiento.
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