Los días agitados de la Noche de las Ideas: la imaginación de la performance al poder
OSTENDE.- La performance y sus variantes compitieron de igual a igual con el formato clásico de las conferencias en la segunda edición de la Noche de las Ideas en la costa, que ayer cerró su primera etapa en Ostende. Hoy, la comitiva integrada por intelectuales franceses y argentinos se traslada a Mar del Plata para iniciar la fase final del encuentro dedicado al pensamiento con una agenda cargada de actividades en el museo MAR.
Las dos jornadas con epicentro en el Viejo Hotel Ostende estuvieron colmadas de un público entusiasta que se acercó especialmente desde los balnearios cercanos, programa en mano, para asistir a las charlas, las lecturas y las proyecciones de cine y documentales. Con clima a favor porque anteayer fue un día fresco y nublado, hubo sala llena desde temprano: el acto formal de apertura se realizó en el bar del hotel, repleto de público. Con dos ausentes de último momento (el embajador francés, Pierre Henri Guignard, y el ministro del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi), participaron el ministro de Cultura, Pablo Avelluto; el intendente de Pinamar, Martín Yeza; la socióloga Lucía Álvarez, y la periodista Matilde Sánchez. Presentados por Yann Lorvo, del Instituto Francés de Argentina, y moderados por Sánchez, los panelistas repasaron las consignas políticas del Mayo Francés y el legado vigente, cinco décadas después.
¿La imaginación al poder?, en modo de pregunta abierta, es el lema que unifica las ponencias de esta edición. Y sobre esa cuestión, enfocada desde distintos ángulos, giraron las charlas y los debates durante los dos primeros días. Así, el miércoles, Judith Revel y Alejandro Katz abordaron, cada uno por su lado, el poder y la potencia política de la imaginación, mientras que el psicoanalista Juan Eduardo Tesone se centró en la imaginación de la palabra, y Eric Sadin repasó los aspectos más críticos de la automatización del mundo.
Mientras en el microcine del hotel se proyectaban películas francesas y capítulos del documental Diálogos transatlánticos, realizado por Canal Encuentro en la edición 2017, en el jardín se concentraba una multitud de edades variadas alrededor de la artista Nicola Costantino. Vestida con un overol naranja, Nicola y su arte comestible se convirtieron enseguida en la gran atracción de la tarde. Con unas tintas naturales de colores hechas a base de gelatina, colorante comestible y glucosa, la artista pintó masas congeladas de formas variadas. Todo a la vista del público, que seguía el proceso paso a paso. Se escucharon comentarios desopilantes: una mujer metía el dedo en la pintura para llevarlo a la boca y degustar. "Parece chocolate", decía, y seguía probando sin parar a espaldas de la artista. Un chico, ubicado en primera fila, no pudo resistir la tentación y se abalanzó sobre la masa. Se robó los flashes y las miradas. Al final hubo sesión de fotos y degustación colectiva. Todo muy rico.
El arte de Miguel Rep, por su parte, también siguió el lema. En su caso, el dibujante resaltó una cuestión propia de hoy. En un dibujo, a la frase "la imaginación al poder" le tachó la palabra imaginación para resaltar la palabra "imagen", que aparece rodeada de personas sacando fotos con celulares. La primera noche cerró con un concierto de Brian Chambouleyron a sala llena. Ya a la medianoche se improvisó un baile en el bar: franceses y argentinos compartieron pista al ritmo de Gilda, Shakira y el Potro Rodrigo. Su famosa canción dedicada a Diego Armando Maradona fue el broche final y se tarareó bien fuerte el estribillo "Maradó, Maradó", con acento en la o.
Ayer fue el día más cargado de actividades no solo en el hotel, sino también en el parador del balneario y en la playa. Como sucede en la Noche de la Filosofía en Buenos Aires, hubo propuestas interesantes al mismo tiempo en distintos espacios. Las charlas de la especialista en derecho público Muriel Ubeda Saillard sobre derechos humanos y feminismo en la actualidad y la del historiador Fernando Devoto sobre las públicos perdidos en esta era digital fueron simultáneas a las del editor Leopoldo Kulesz sobre traducción e imaginación, la de Eduardo Jozami sobre el legado del Mayo Francés y la del escritor Carlos Bernatek sobre literatura e imaginación. Cada una tuvo su público cautivo, que siguió las disertaciones de manera atenta y en silencio. El respeto a las opiniones ajenas y la pluralidad de voces son dos marcas distintivas de este encuentro. Hasta en los minutos finales de cada ponencia, cuando se abre el micrófono a los asistentes para hacer preguntas y comentarios, primaron el orden y el respeto. Fue justo lo que había propuesto en la apertura Roxana Salpeter, directora del Viejo Hotel y una de las organizadoras de las jornadas en Ostende: "Que sea una fiesta de la pluralidad y el respeto por el otro". Y así fue hasta en la propuesta nueva: "Noche de pie", pensada especialmente para que el público tome la palabra.
Pero si hubo algo que se destacó esta vez en la programación y en la excelente respuesta del público fue el furor por la performance como recurso artístico y narrativo. Ana María Bovo, Silvia Hopenhayn, Esteban Feune de Colombi y el grupo francés La Cellule ofrecieron presentaciones con ese formato y sus variantes. Bovo, fiel a su estilo, lo utilizó para narrar vivencias propias vinculadas con la literatura; Hopenhayn, en cambio, se animó a subirse al trampolín de la pileta para hablar sobre Macedonio Fernández, y al terminar hizo un clavado; Feune de Colombi recitó en castellano y francés una serie de palabras con la sílaba "mar" y lo hizo frente al mar en una silla alta de guardavidas. Luego, el dúo francés sorprendió con una clase de gimnasia en la playa.
La francesa Keren Benoliel dio un taller de lectura para chicos protagonizado por su personaje la tortuga Lupita. Y hubo mucho de performance también en la actividad de cierre: el juego Mente Brillante, de preguntas y respuestas sobre arte, literatura, música, cine y más. Los ganadores, en un acto informal y muy divertido, se llevaron libros de regalo. No podía ser de otra manera.