Los cinco sobrinos: María Kodama mantenía alguna relación con los hijos de su hermano
Allegados a la escritora afirman que existía comunicación con los “herederos únicos”, mientras que otros continúan sorprendidos: la viuda de Borges se mostraba como una mujer solitaria e, incluso, se manifestaba hija única
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LA NACIONDaniel Gigena
La novela del legado Borges-Kodama suma nuevos episodios. Un día después de la presentación judicial de los cinco sobrinos de María Kodama, hijos del señor Jorge Kodama y la señora María Luisa Massini, en la que se declaran como “herederos únicos” de la viuda de Borges, trascendió que la escritora, traductora y albacea del autor de Ficciones mantenía contacto con algunos de ellos. Así lo confirmó a LA NACION la abogada Claudia Farías, coautora con Kodama del reciente La divisa punzó (Sudamericana). “Son gente muy bien”, agregó. Otras fuentes también informaron a este diario que existía una relación, aunque ella evitaba hablar del vínculo.
Si no aparece un testamento, los sobrinos (Mariana, Martín, María Victoria, Matías y María Belén) heredarán su legado y el del autor de El libro de arena. Kodama había declarado a LA NACION en varias ocasiones que tenía “todo resuelto” en lo relativo a la herencia. Al periodista Hernán Iglesias Illa le dijo, en Nueva York, que quedaría en buenas manos. “Mejores que las mías”, agregó en aquella ocasión, en 2012. Y finalmente en agosto de 2022, otra vez en diálogo con este diario, especificó que dos universidades extranjeras se ocuparían de administrar los derechos de la obra de Borges. Tal vez haya conversado con sus sobrinos sobre este anhelo.
Consultada por este diario, la abogada María Victoria Kodama, una de las sobrinas de la escritora, reiteró que los familiares no realizarán declaraciones a la prensa hasta que “provean” la presentación judicial, que ahora se halla en el juzgado n° 33 de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil (a cargo de la jueza subrogante Mónica Susana Mauri), es decir, hasta que se resuelvan los planteos y los pedidos de las partes. A diferencia del grupo de amigos de Kodama (”la familia de amigos”), los sobrinos no publicaron un obituario tras la muerte de la viuda de Borges.
Ayer, en su cuenta de Twitter, el periodista Diego Mintz, que reside en Israel, escribió: “Bueno resulta que conozco muy bien a los sobrinos de María Kodama y son gente extraordinaria así que no rompan más las bolas con especulaciones, la obra está en buenas manos”. Y agregó lo que muchos en la Argentina creen: “Los conozco desde hace 30 años y no cabe duda que son preferibles ellos que el Estado”.
El abogado Fernando Soto, que dio el puntapié inicial de esta saga judicial el lunes pasado al solicitar a la Justicia que preservara los bienes de Kodama, dijo a LA NACION que la viuda de Borges jamás le había nombrado a ningún pariente vivo y que su hermano había muerto sin dejar descendencia. Kodama solía presentarse como una mujer sola en el mundo e incluso como hija única. El poder de la ficción traspasa a veces la “novela familiar” que las personas narran sobre sí mismas y las vidas imaginarias, como enseñó Borges, suelen ser más apasionantes que las reales.
Por Daniel Gigena
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