Lo hizo de nuevo: el “asesino serial” de Twitter inventó la muerte de Benedicto XVI y sembró confusión
La falsa muerte del papa emérito fue difundida por una cuenta no verificada de Georg Bätzing, pero se trató de una obra más del periodista italiano Tommasso Debenedetti
- 4 minutos de lectura'
La noticia falsa de la muerte del papa emérito Benedicto XVI circuló este lunes con rapidez entre los usuarios de Twitter. A primera vista, todo parecía indicar que era cierto, dado que era Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, quien daba a conocer la noticia.
Pero no. Todo fue otra obra del periodista italiano Tommasso Debenedetti, conocido como el “asesino” de celebridades literarias en redes sociales quien, a través de una cuenta falsa, reportó la supuesta muerte. De hecho, fue la segunda vez en la última década que “mató” al pontífice emérito, nacido en Alemania hace 95 años.
En esta oportunidad, como en la anterior, cientos de usuarios -e incluso, algunos medios- se hicieron eco de la fake news.
El estado de salud de Benedicto, que renunció en 2013 a su cargo como jerarca de la Iglesia católica, ha sido una constante fuente de rumores en los medios de comunicación. En 2017, el Vaticano tuvo que salir a desmentir una serie de reportes que aseguraban que estaba cerca de la muerte.
Según las últimas informaciones que dio la Santa Sede sobre la salud del emérito, él se encuentra “débil físicamente, pero mantiene lúcida la mente”. Así lo anunció en abril su secretario personal, el arzobispo alemán Georg Gänswein, en una entrevista con el periódico italiano Oggi.
El alemán vive recluido en oración y no suele mostrarse en público. En los últimos meses ha limitado sus salidas por motivos de salud. Una de sus últimas apariciones tuvo lugar en junio de 2020 cuando viajó hasta Múnich para acompañar en las últimas horas de vida a su hermano mayor, Georg Ratzinger, que falleció días después.
Tommasso Debenedetti: el asesino virtual de celebridades
El modus operandi se repite y ya acumula una serie de falsas víctimas con grandes repercusiones en Twitter. Entre ellos, aparecen los Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa y Kazuo Ishiguro, Haruki Murakami, y el polémico Michel Houellebecq. Ni siquiera es su primer “asesinato” de la figura del Papa emérito: ya lo había dado por muerto en 2012.
También, “ejecutó” en cuentas falsas de editoriales y agencias de prensa a figuras internacionales como Isabel Allende, John Grisham, Hugo Chávez, el Dalai Lama, Pedro Almodóvar y Claudia Piñeiro. “Creo falsas cuentas desde 2012″, confesó recientemente a LA NACION vía mail.
Según ha comentado, su actividad comenzó como un juego, pero a la vez expone un funcionamiento en relación al periodismo y las redes sociales. “Descubrí una realidad muy interesante en la relación del periodismo con las redes sociales en el tratamiento de la muerte. Cuando se anuncia en la red, sobre todo a través de Twitter, el fallecimiento de una personalidad famosa, la noticia se difunde como polvo, rápida y sin verificación. La voluntad de los medios de ser los primeros en anunciar la muerte de un famoso es la causa por la que, en estos diez años de actividad en Twitter, siempre un periódico o una radio o una agencia de prensa publican la mentira como verdad”, dijo.
Debenedetti, que nació en Roma en febrero de 1969, es profesor de italiano e historia y crítico literario. También fue el creador de largas entrevistas falsas a escritores internacionales que fueron publicadas en medios italianos. Sus reportajes imaginarios que más trascendieron son, entre otros, a Derek Walcott, Mijail Gorbachov, Manuel Vázquez Montalbán, Noam Chomsky y Philip Roth, que salió a desmentir la veracidad de las frases que se le atribuían (algunas con críticas al entonces presidente estadounidense Barack Obama).
Respecto al límite ético que pueden tener sus acciones, el periodista respondió en una entrevista con LA NACION que “en el caso de los anuncios de falsa muerte de famosos, este límite no se supera, porque estas personas son muy conocidas y pueden defenderse y desmentir de manera total una fake news”.
Hasta ahora no ha tenido ningún problema legal por anunciar muertes falsas en redes sociales, quien además siempre declara su autoría para evitar especulaciones y confirmar que, simplemente, se trata de un juego.