Llegará a Buenos Aires la colección de Sigmund Freud
Estará en el Centro Cultural Borges
Parte de la colección de antigüedades que el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, atesoró durante su larga vida podrá verse dentro de cinco meses en Buenos Aires, cuando se realizará la exhibición de unas 120 piezas procedentes del Museo Freud, de Londres.
Así lo confirmó a La Nación la directora del citado museo británico, Erica Davies, que desde 1986 reúne unas 2000 piezas de arte -principalmente de origen egipcias- que cautivaron al médico austríaco fallecido a los 83 años, en 1939.
La muestra itinerante se expondrá entre julio y agosto en el Centro Cultural Borges, cuyas salas albergarán piezas que ya pasaron por el Louvre, el Museo Británico y el Metropolitan de Nueva York.
"Freud utilizaba su pasión por la arqueología como una metáfora en el proceso del psicoanálisis. La reconstrucción de distintas etapas de la antigüedad, a través de la recopilación de objetos valiosos, le recordaba la tarea de ir destapando o descubriendo las capas del subconsciente", explicó la directora del Museo Freud en Buenos Aires.
Erica Davies contó que la colección de antigüedades formada por Freud comprende estatuas de bronce y de cerámica, figuras de yeso y de piedra y vasijas de origen griego, que él mismo se encargaba de mantener en prolijo estado.
Centenares de estatuillas procedentes de Egipto, del Antiguo Oriente, de Roma y de Grecia, a las que se suman piezas deAmérica y Nueva Guinea, constituían, así, una singular debilidad para uno de los pensadores más influyentes del sigloXX.
Entre otras piezas de colección, Freud reunió una cabeza de Jano en piedra, retratos de Buda y momias en marfil y en yeso -pertenecientes a la colección de Theodore Graf-, vasijas de origen griego, jarrones de 3000 años de antigüedad, pequeñas figuras en bronce de dioses y diosas romanos, soldados etruscos en miniatura, amuletos, escarabajos y gemas grabadas, por citar algunas.
La muestra que llegará a nuestro país incluirá manuscritos, fotos y libros que testimonian el interés del médico austríaco por sus colecciones.
La pasión de Freud
Nacida en Gales, Davies es arqueóloga e historiadora del arte. Desde 1989 trabajaba en el Museo Freud, que dirige desde hace una década.
"El museo organiza varias exhibiciones fuera de Londres. Distintas muestras itinerantes pasaron ya por Estados Unidos, México, Brasil y Japón. Y ahora llegarán a laArgentina unas 120 piezas", adelantó, tras acordar la exhibición con el director del Centro Cultural Borges, Roger Haloua.
"Freud tenía una educación muy clásica. Había nacido en Freiberg, en 1856, y estudió griego y latín durante ocho años. Comenzó a cultivar su pasión por la arqueología a los 34 años, en 1890. Y la continuó hasta su muerte", reveló Davies.
Según la historiadora, no deja de resultar extraño que "el hombre que produjo ideas tan radicales y controvertidas, y que cambió tan profundamente nuestra visión sobre nosotros mismos, se rodeara de fragmentos de civilizaciones antiguas y de objetos de tan asombrosa variedad".
Asimismo, recordó que en una ocasión, al escribirle una carta a su médico, Max Schur, "comparó su pasión por el arte y las antigüedades con su adicción a los puros".
Davies explicó que a Freud le encantaba viajar durante su juventud a Italia y a Grecia. Pero sólo pudo darse ese gusto hasta 1923, cuando un cáncer de mandíbula comenzó a minar su salud. "Acrecentar la colección con la adquisición de nuevas piezas era para él una manera mental de seguir viajando", reflexionó la directora del museo.
Davies reveló que además de las piezas egipcias y de origen oriental, a Freud le interesaba la pintura del Renacimiento."A veces, las obras se las regalaban sus pacientes", comentó la historiadora, quien dijo que el médico no solía exhibir su colección en público.
La apertura del museo
El Museo Freud abrió sus puertas en 1986, en la misma casa donde el padre del psicoanálisis se refugió en Londres, escapando de los nazis. Está ubicada en el nordeste de Hampstead; tras la muerte de su dueño, la casa y las obras de arte fueron mantenidas por su familia. Su mujer, Martha, vivió hasta los 90 años y conservó sin cambios el estudio y la biblioteca.
Su hija Anna Freud, fallecida en 1982, tuvo la idea de convertir la casa en museo, misión que finalmente se concretó con el aporte de su amiga Muriel Gardiner, psicoanalista norteamericana, quien creó una fundación. La colección se fue enriqueciendo con donaciones de familiares, que cedieron mobiliarios de un preciado valor familiar.
El Museo Freud recibe 16.000 personas por año y realiza exhibiciones que recorren el mundo. Una de las más importantes se mostró en México, con una concurrencia de 64.000 visitantes .
El médico austríaco "tenía muchos contactos con América latina, y en la Argentina, particularmente, se concentra una importante plaza de psicoanalistas y estudiosos de Freud", comentó Davies al explicar por qué se eligió nuestro país como destino de la muestra.
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