Literatura infantil y juvenil: creció un 15% la niña bonita de la industria editorial
Desde 2011, el rubro fue el único que aumentó las ventas, en un mercado "estancado"
El mercado del libro infantil y juvenil es el único segmento del sector editorial que tuvo un crecimiento sostenido en los últimos cinco años: desde 2011, acumula un incremento del 15 por ciento. En un contexto definido como "estancado" por la Cámara Argentina de Publicaciones (CAP), la venta de títulos para chicos y jóvenes creció un 5,5 por ciento durante 2015. De los 52 millones de ejemplares vendidos, más de seis millones fueron libros de este rubro: esa cifra representa el 12 por ciento del mercado.
Los datos se desprenden de dos informes estadísticos relevantes: por un lado, el Libro Blanco, que por segundo año consecutivo publica la CAP y tiene como fuentes el ISBN (registro internacional de libros), el Sistema María de la Aduana y las cifras que releva la consultora especializada Promage. Pero como en el Libro Blanco no aparecen estadísticas correspondientes al segmento de la LIJ, en la reciente Feria del Libro Infantil y Juvenil esta agencia privada presentó un informe cuantitativo sobre el sector con datos relevados en 2015. De ese panorama surgen las conclusiones mencionadas sobre la evolución sostenida del segmento.
Los libros clasificados como LIJ abarcan desde álbumes ilustrados para bebes hasta novelas juveniles. El estudio de Promage discrimina las cifras de venta de 2015 según edades y eso permite comprobar que los títulos dirigidos a chicos de 5 a 11 años fueron los más vendidos (40 por ciento). Les siguen (20 por ciento) los libros para adolescentes de 12 a 17, y luego los que se compran para los más chiquitos, de hasta cuatro años (13 por ciento). En ese punto del estudio también se incluyen dos categorías temáticas: libros para colorear (19 por ciento de las ventas) y de actividades (0,7 por ciento).
Del total de libros publicados en el país el año pasado, el 27 por ciento fueron para chicos y jóvenes: alrededor de 3100 títulos, con una tirada promedio de 6300 ejemplares, lo que representa más de veinte millones de libros impresos.
Si bien el informe detecta 24 sellos especializados en LIJ, 96 editoriales publicaron libros para pequeños y jóvenes lectores durante 2015. La mitad de los títulos fueron publicados por editoriales con más de quince años de antigüedad y el 18 por ciento, por sellos de menos de diez años de vida. También la mitad de la producción estuvo a cargo de algún sello de los grandes grupos.
Entre los canales de comercialización se destacan las librerías independientes, que concentraron el 53 por ciento de las ventas, seguidas por las cadenas (32 por ciento) y los quioscos y supermercados (11 por ciento); la venta directa suma apenas el 4 por ciento.
Otros datos interesantes del informe tienen que ver con la aparición de los títulos infantiles y juveniles en el ranking de los cien libros más vendidos cada semana: 16 por ciento del total de los best sellers de 2015 fueron libros de LIJ; la mayoría (el 86 por ciento de los que llegaron al top 100 semanal) fueron novelas juveniles, un fenómeno que viene pisando fuerte en los últimos años al punto de que los autores (la mayoría extranjeros) se convirtieron en las estrellas de la Feria del Libro grande. El 75 por ciento de los best sellers juveniles fueron novelas y el 16 por ciento, libros de literatura fantástica. ¿El resto? Clásicos y cuentos.
La lupa puesta sobre la LIJ
5,5%
Crecimiento
El segmento infantil y juvenil fue el único que creció en 2015 en la industria del libro
15%
Curva ascendente
Acumula un incremento sostenido desde 2011
12%
Participación en mercado
Del total de libros que se vendieron en la Argentina en 2015 (52 millones), más de seis millones fueron títulos para chicos y jóvenes
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