Liliana Heker, en la clase abierta frente al Congreso: “Acá sigo en la plaza y acá seguimos todos”
Con gran convocatoria, ayer se hizo la Feria del Libro Urgente en contra de las iniciativas oficialistas en materia cultural; Heker dio una clase abierta y, al atardecer, varios escritores leyeron poemas y relatos
- 5 minutos de lectura'
“Ahora está como desvirtuada la palabra ‘compromiso’ -dijo ayer la escritora Liliana Heker en la Plaza Congreso-. En los sesenta tenía un peso. El que escribe tiene un compromiso con su obra, con sus cuentos, con sus novelas; si uno escribe un cuento o una novela, sus palabras tienen que ser mejores que el silencio”. Mientras daba su clase abierta en una de las plazoletas laterales (y arboladas) del predio, a espaldas de la avenida Rivadavia, integrantes de la Asociación de Dibujantes de la Argentina (ADA), registraban uno de los momentos de mayor convocatoria del acto en contra del DNU y la “ley ómnibus” que impulsa el oficialismo y que propone el cierre de organismos culturales, recortes presupuestarios y la derogación de la ley 25.542 en defensa de la actividad librera.
“Fue impresionante lo de Liliana Heker, un ejemplo de escritora poniendo el cuerpo, reconociéndose como trabajadora y parte de las luchas de su tiempo -dice a LA NACION el escritor Marcelo Guerrieri, presidente de la Unión de Escritoras y Escritores-. Contó que en la misma plaza había participado de la marcha por la educación libre y gratuita. Su clase fue muy emocionante y potente”. La exposición de Heker, “Trabajar con la palabra”, se dividió en dos partes. “Por un lado, resaltó el carácter político del escritor como trabajador, y por qué nuestro oficio es importante en las luchas para expresar lo que sucede; y por otro, fue una clase abierta de escritura, con una actitud muy vital y agradecida, en una mezcla de lucha y alegría”.
“Todos nos ganamos la vida como podemos para poder tener la libertad de crear. Escribir es un trabajo. Un trabajo maravilloso si se puede hacer libremente”, dijo Heker, y anunció que en las próximas semanas cumpliría 81 años. “En 1958 yo estaba en esta misma plaza, tenía quince años, y estaba hablándole a un grupo de gente de por qué estábamos haciendo huelga y les explicaba por qué había que defender la educación gratuita, laica y obligatoria -recordó ayer la autora de Zona de clivaje-. Y acá sigo en la plaza y acá seguimos todos”.
Al final de la clase abierta, tomó la palabra la cantante y profesora de filosofía Liliana Herrero, que se hallaba entre el público. “En estos días en que estuve un poco encerrada me dediqué a leer de dónde abrevan estos tipos, qué es esto de la ‘escuela austriaca’ y cuál es el fracaso de la escuela austriaca: todo lo que se diga sobre esas teorías es lo contrario de lo que significa esta reunión. Esta reunión está basada en algo fundamental y prioritario: la construcción de comunidad”.
La convocatoria, que comenzó después de las 15 y se extendió hasta las 20, fue creciendo a medida que avanzaba el atardecer. Escritores, editores, traductores, libreros, dibujantes, bibliotecarios, docentes y lectores se manifestaron en contra del DNU y la llamada “ley Bases”. El acto fue organizado por la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), Bibliotecas Populares, Asociación de Dibujantes de Argentina (ADA), Unión de Escritoras y Escritores, Asociación Argentina de Traductores e Intérpretes (AATI), Cámara Argentina del Libro (CAL), Cámara Argentina de Papeleras, Librerías y Afines (Capla), Cámara Argentina de Librerías Independientes (CALI), la Fundación El Libro (FEL), Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina (Alija), el Frente de Soberanía Cultural, el Colectivo de literatura para niños, niñas y jóvenes, Tu Eterno Chicharrón (crítica de artes) y el Centro de Estudiantes de Críticas de Artes de la Universidad Nacional de las Artes.
El viernes circuló extraoficialmente un documento con las modificaciones al proyecto de ley que el oficialismo aceptaría para que los legisladores opositores aprueben el proyecto. Si bien varias de las propuestas referidas a cultura se resignarían, como el cierre del Fondo Nacional de las Artes y las restricciones presupuestarias a la Conabip, la derogación de la ley 25.542, que eliminaría el precio fijo de los libros en todo el país, se mantendría. “Si los diputados hacen honor a su lugar como representantes del pueblo, no hay duda de que esta propuesta se tiene que derogar -dice Guerrieri-. Es antidemócratica porque se restringiría el acceso del pueblo y los trabajadores a los libros y la literatura; cerrarían librerías y quedarían solo las grandes cadenas”. La ley 25.542 se sancionó en 2001, con un amplio consenso.
Después de la clase pública, varios escritores leyeron en público poemas y narraciones. Federico Jeanmaire eligió un fragmento de su nueva novela, La banda de los polacos; Santiago Loza, el poema “El desierto”, del Raúl Zurita, y Jorge Consiglio, “Qué florezcan cien plantitas, que se abran”, poema de Alberto Szpunberg.
Melina Varnavoglou leyó su poema “Viejas de agua. A Diana Bellessi”; Laura Wittner, un fragmento de “Matilda”, de Roald Dahl; Gonzalo Heredia, un fragmento de “No le pide nada el cuerpo”, de Roberto Arlt; Andi Nachon, versos de Juan Gelman, y Cecilia Szperling, “Por qué grita esa mujer”, el polifónico poema de Susana Thénon. Horacio Convertini eligió un fragmento Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, y Agustina Bazterrica, “Reprimen”, poema de Pamela Terlizzi Prina. Betina González leyó un fragmento de 1984, de George Orwell, y Guillermo Martínez, el poema de Diana Bellessi “Leyendo a Amanda”.
Raquel Robles inauguró ayer la ronda de lecturas con el final de “Un oscuro día de justicia”, de Rodolfo Walsh. “El acto estuvo hermoso -dice la escritora a LA NACION-. Muy contundente y conmovedor. Hubo muchas organizaciones y colectivos, con una muy buena articulación en un frente común contra el DNU. Sentimos que era el lugar donde queríamos estar y que era el comienzo de algo bueno y fuerte”.
Otras noticias de Arte y Cultura
- 1
El director del Museo de Bellas Artes actúa en “Queer”, la adaptación de la novela del ícono contracultural William Burroughs
- 2
Murió Beatriz Sarlo a los 82 años
- 3
“Blackwater”: la saga matriarcal de terror gótico que es un fenómeno global
- 4
El legado de Beatriz Sarlo se define entre el exmarido y los discípulos de la intelectual