Lectores “seriales”: como en la vida real, en las ficciones de TV los personajes también aman los libros
Fieles compañeros de los protagonistas, los libros ocupan un lugar destacado en las series; algunos de los últimos cameos para descubrir en las ficciones
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Como en el Quijote y Madame Bovary, en las series por streaming también hay personajes lectores y los libros cumplen una función destacada en las tramas. Parafraseando al Nuevo Testamento, se podría decir que por los libros los conoceréis. De la Enciclopedia diderotiana a La campana de cristal, de Sylvia Plath, pasando por los inflamados poemas de Hojas de hierba, de Walt Whitman, los protagonistas de comedias, dramas, policiales y distopías leen novelas, ensayos científicos o manuales de cocina. Ya sea en Gilmore Girls, la filosófica Merlí, Modern Family, la comedia Parks and Recreation, el narcopolicial Top Boy e incluso en Game of Thrones, como tantos en la vida real, siempre hay alquien que ama los libros.
Por ejemplo, en el primer capítulo de la cuarta temporada de In Treatment (Flow), “contagiada” por el entusiasmo de su paciente Eladio -que le habla a su terapeuta de los escritores del boom latinoamericano (no hay que pasar por alto que el productor de la serie estadounidense es Rodrigo García, hijo de Gabriel García Márquez) y de un texto del chileno Roberto Bolaño publicado en The New Yorker-, la doctora Brooke Taylor (Uzo Aduba) compra al final de la sesión online un libro. Ese ejemplar que Brooke selecciona con un clic de uñas bien cuidadas es Last Evenings of Earth, cuyo título original en español es Llamadas telefónicas. En capítulos posteriores, lo leerá en el confortable living de su casa en Los Ángeles.
“En general, cuando vemos que en series citan o mencionan un libro, y puede pasar también con canciones o películas, se quiere dar la idea de que el mundo que están creando incluye esos objetos artísticos que todos conocemos; es una estrategia de los guionistas para hacernos sentir más cerca de ese mundo -dice la crítica de cine y series Natalia Trzenko, coautora con María Fernanda Mugica de Amar como en el cine-. En otros casos, son referencias específicas de la construcción del personaje, como en Gilmore Girls, donde Rory, la chica estudiosa, se nos plantea como una mejor versión, más culta, de su propia madre. Ella apunta a algo ‘más alto’, cita a Joseph Mitchell, lee a Marcel Proust y pretende ir por el camino de Norman Mailer, que hace un cameo en la serie. Y en otros casos, como el de Bolaño en la nueva temporada de In Treatment, tiene que ver con hacer avanzar la narración a través de una pista, un detalle, una huella que insinúa algo sobre el personaje”. El mundo de los libros también aparece representado en algunas series. “Es el caso de Younger, que se puede ver en Amazon Prime Video -agrega Trzenko-. Transcurre en el ámbito de las empresas editoriales de Nueva York, de un modo totalmente ficcionalizado y glamurizado, pero cada episodio de la serie recorre alguno de los temas que el mundo editorial atraviesa en todas partes. Los libros en las series nos meten en esos mundos e inspiran a los espectadores a conocer a ese autor, ese libro o ese estilo narrativo”.
Ocean Vuong, el celebrado escritor vietnamita-estadounidense, autor de En la Tierra somos fugazmente grandiosos, es mencionado por personajes juveniles en dos series. Se identifica con el narrador inmigrante de esa novela el Fraser de Who Are Who We Are (HBO), dirigida por Luca Guadagnino y coescrita con Paolo Giordano y Francesca Manieri; lo mismo le ocurre a Shane, uno de los bailarines del thriller ambientado en una escuela de danza, Tiny Pretty Things, que se puede ver en Netflix. Ambos recitan a sus amigos o amantes fragmentos de esta novela de Vuong. Curiosamente, en la entretenida Mrs. Fletcher (HBO, basada en la novela homónima de su creador, Tom Perrotta), pese a que la protagonista (Kathryn Hahn) asiste a un taller de escritura y traba amistad con su profesora y sus compañeros, jamás lee un libro.
En la críptica serie australiana The Kettering Incident (HBO), Anna Macy, la médica hematóloga interpretada por Elizabeth Debicki, comparte a una niña el poema “La canción de Aengus errante”, de William Butler Yeats. Reaparecen esos versos como una clave capítulos después. “Y alguien me llamó por mi nombre;/ se había convertido en una niña resplandeciente;/ con flores de manzano en su cabello”, le dicen a la madre de Anna, internada en una clínica psiquiátrica. Aengus era un dios en la mitología irlandesa que fue concebido, gestado y nacido en un día, lo que de alguna manera alude al proceso de clonación, uno de los ejes de la historia.
Otra miniserie australiana, Barracuda (HBO), sobre la obra del mismo título del escritor australiano Christos Tsiolkas, narra la historia del joven nadador Daniel Kelly durante la “edad de oro” de la natación en Australia. El entrenador de un equipo preolímpico les lee a sus discípulos fragmentos de un poema de Walt Whitman, “Los durmientes”. Entre otros aspectos, la serie se enfoca en el deseo homosexual que Daniel siente por uno de sus compañeros, Martin, que pertenece a otra clase social.
En dos de las tres temporadas de Master of None (Netflix), del actor y director estadounidense de origen indio Aziz Anzari, los personajes protagónicos de la serie leen libros. Por recomendación de su simpático padre, ante un momento de incertidumbre sentimental, Dev (Anzari) acude a una librería por La campana de cristal, de Sylvia Plath. Y en la temporada que está dedicada por entero a la historia amorosa de la amiga negra y lesbiana de Dev, Denise (Lena Waithe, coautora además de la tercera temporada), esta aparece rodeada de libros. Su primera novela tuvo mucho éxito -en la heladera ha pegado la elogiosa crítica del New York Times- y vive en las afueras de la ciudad junto con su pareja, que lee en la cama a J. R. R. Tolkien (el comentario de Denise: “Demasiado ario”). En su mesa de luz descansa la primera novela de la ganadora del premio Booker 2019, la británica Bernardine Evaristo. La novela es Girl, Woman, Other, que narra las historias de varios personajes femeninos. Fue traducida al español como Niña, mujer, otras.
La serie Lupin (Netflix) sigue los pasos de Assane Diop (Omar Sy), hijo de un inmigrante senegalés en Francia que fue acusado de un robo que no cometió. Está basada de manera explícita en el personaje creado por Maurice Lebanc en Arsène Lupin, caballero ladrón (las editoriales de todo el mundo se apresuraron a reeditar a causa del éxito de la serie). Diop se inspira en ese rocambolesco personaje literario para vengarse de los que humillaron a su padre. En otra serie de misterio, The Disappearance (Flow), un abuelo exjuez -interpretado por Peter Coyote- le prepara a su curioso nieto, Anthony Sullivan, una búsqueda del tesoro para su cumpleaños. El “tesoro” (que, por exigencias del thriller, el chico no alcanza a descubrir) son los diecisiete tomos de la Enciclopedia de Diderot y D’Alembert.
Debido a la alianza (la deuda) que la industria audiovisual tiene con la literatura, es muy probable que los libros sigan “protagonizando” series, de manera muda o a través de las voces de esos héroes inesperados, los personajes lectores.
Para seguir en Twitter e Instagram
Desde las cuentas de Twitter e Instagram creadas en agosto de 2019 con el nombre de RealBooksInFilms (@BooksInFilms1), un escritor y cinéfilo argentino que prefiere no revelar su identidad comparte tuits con imágenes de escenas de películas en las que aparecen libros. “Libros reales que aparecen en películas (solo películas, no series, no libros de utilería). Las contribuciones son aceptadas y bienvenidas”, se lee en la presentación de la cuenta. El tuit fijado es una escena de Las alas del deseo, de Wim Wenders, donde aparece La vuelta al día en ochenta nundos, de Julio Cortázar.
The Complete Poems of Emily Dickinson. Ruby in Paradise (Victor Nuñez, 1993) #BooksInFilms #BooksInMovies #EmilyDickinson #VictorNuñez. Thanks @BooksinFilmTV pic.twitter.com/F0UKSnM7Qw
— RealBooksInFilms (@BooksInFilms1) June 24, 2021
Las publicaciones de RealBooksInFilms suelen incluir el año de estreno del film y el de edición del libro, además de los títulos originales de libro y película. En esta biblioteca cinéfila que crece en redes sociales figuran, entre otros, títulos de Truman Capote, un catálogo del artista español Antonio López (que aparece en Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar), Simone de Beauvoir, J. G. Ballard, John Green, J. D. Salinger, Adrienne Rich, Wilbur Smith y Gustave Flaubert, cuyo Trois contes se destaca en una escena de La mujer zurda, film de otro escritor que ama el cine: Peter Handke.
“No hay mejor forma de conocer a una persona que por aquello que lee, por el libro que tienen apoyado en la mesa de luz -dice a LA NACION Maia Debowicz, autora de Costumbres de otro planeta-. Por ende, ¿qué mejor manera hay para construir y revelar los intereses de un personaje si no es a través de su biblioteca o el libro que lee acurrucado en la cama?”
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