Las oraciones por la paz unen a las principales religiones
Jóvenes católicos, judíos, musulmanes y evangélicos realizan plegarias cada hora
Jóvenes católicos, musulmanes, judíos y evangélicos instalaron en la Plaza de Mayo una carpa en la que se invita a la gente a orar por la paz, ante el estallido de la guerra en Irak, en respuesta al llamado del Papa de "unirse para rezar por una paz sin violencia".
Levantada con el lema "Mano a mano con la paz", la carpa fue inaugurada anteanoche con una oración interreligiosa presidida por el jeque Mosen Alí, director de la Casa para la Difusión del Islam; el rabino Arie Sztokman; el padre Juan Torrella, vicario para la Educación de la Arquidiócesis de Buenos Aires, y el pastor Héctor Raimondo, del Consejo de Educación Cristiano Evangélico.
La actividad comenzó con oraciones que se realizan cada 60 minutos, durante las 24 horas, para que en todo momento cualquier persona pueda ingresar para elevar plegarias en favor del cese de la guerra.
La carpa, que ocupa un espacio de 9x9 metros en la Plaza de Mayo, se instaló frente a la Catedral, junto al olivo plantado hace tres años en un acto interreligioso, y está abierta a todos los fieles y confesiones religiosas.
"La paz no duerme", declaró a LA NACION José María del Corral, de la Vicaría Episcopal de Educación, al explicar que los jóvenes son los protagonistas de la convocatoria, que comprenderá encuentros de reflexión y recogimiento.
Rezar en común
El jeque Alí advirtió que "no es una carpa política ni una protesta en contra de nadie. Sólo queremos que gente de distintas creencias pueda rezar en común y manifestar la convivencia pacífica de todas las confesiones religiosas, que se pronuncian por la paz".
El dirigente islámico resaltó especialmente "el sentido de convivencia, que no es tolerancia, porque uno sólo tolera lo que no está dispuesto a cambiar".
Alí explicó que originalmente estaba previsto instalar la carpa en la noche del 8 de abril, un día antes del acto por la paz y la educación que tienen previsto realizar las tres confesiones monoteístas. "Pero el ataque norteamericano a Irak nos decidió a adelantarlo y darle continuidad", explicó.
La intención, agregó, es que los jóvenes de distintas religiones compartan cada noche la comida y la vigilia como un gesto de contribución a la paz y a la convivencia.
"El propósito es que la noche del 8 de abril reúna en la carpa a familias de cada religión, junto a personas desposeídas, preferentemente con la presencia de mujeres embarazadas, como signo de vida y esperanza", afirmó Alí.
Del Corral explicó que se eligió la figura de una tienda, que tiene un significado bíblico, para ofrecer un lugar público de oración. El lugar está acondicionado con signos y elementos religiosos y, por ejemplo, los jóvenes cocinarán panes, un elemento que también tiene significado religioso, para compartir en una muestra de convivencia pacífica.
Preocupación islámica
La convocatoria interreligiosa se suma a las permanentes actividades que cada confesión realiza en sus iglesias y templos.
Ayer, en la mezquita Al Ahmad, del barrio de San Cristóbal, la comunidad islámica rechazó el ataque contra Irak y pidieron una súplica por los primeros muertos que registró la guerra.
Durante el rezo previo -uno de los cinco del día-, el jeque Ahmad Muhammad Lelah y los fieles realizaron una plegaria comunitaria.
En el interior de la mezquita, hombres y mujeres participaron descalzos de la ceremonia religiosa. Los hombres se ubicaron en la planta baja y las mujeres -cubiertas con el hiyab (velo)- participaron desde el primer piso. En muchos ojos hubo lágrimas durante la plegaria.
"El dolor es muy cercano, pero sin saber lo que pasa y si los familiares están bien o mal", comentó Hasanein Jassim, un joven iraquí de 23 años que trabaja como traductor.
Al concluir el encuentro, el Centro Islámico de la República Argentina difundió un comunicado en el que rechaza "desde lo más profundo de nuestras creencias, el ataque que atenta contra el pueblo iraquí o la agresión a cualquier otra nación de la tierra".
En un mensaje leído por el secretario general de la entidad, Sergio Omar Desuque, la entidad se pregunta "¿cómo pueden reconstruirse las vidas humanas perdidas?", al rechazar "los argumentos de guerra preventiva o de guerra de liberación donde se habla de una posterior reconstrucción a partir de una completa destrucción".
Tras pedir el cese inmediato del ataque, el Centro Islámico expresa su identificación con la posición del gobierno argentino "en no adherir ni colaborar con la nueva aventura bélica".
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