Desde una brutal epopeya japonesa hasta un controvertido drama de acoso de Netflix y una exitosa adaptación de un videojuego, seleccionamos los mejores programas de televisión que han sido estrenados en lo que va del año
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1. True Detective: Night country
Jodie Foster interpreta en la cuarta temporada de “True Detective” a la mordaz jefa de policía de un pequeño pueblo de Alaska que dirige la investigación de un caso de asesinato múltiple espeluznante.
Ambientada en una época del año en la que el sol no sale durante 15 días, la serie está bellamente filmada bajo el azul de la medianoche, lo cual permite al espectador sentir el frío y transportarse a un mundo donde los científicos conviven con los lugareños con creencias sobrenaturales.
La escritora y directora Issa López ha revitalizado la franquicia de una manera que la hace fresca y cautivadora desde un inquietante comienzo hasta un final sorprendente.
Disponible en Max en EE.UU.
2. Shogun
Tan pronto como “Juego de Tronos” (Game of Thrones) terminó en 2019, la conversación se centró en lo que podría sucederla: muchas series de fantasía, incluido el spin-off de “El Señor de los Anillos” de Amazon y la precuela oficial del programa de HBO, “La Casa del Dragón” (House of the Dragon), han competido por ocupar su lugar.
Sin embargo, cinco años después, su sucesora más convincente ha resultado ser una serie sin ningún tipo de credencial fantástica. Es un drama histórico sobre la vida en el Japón del siglo XVII, el cual mantiene la dura visión del mundo de “Juego de Tronos”, así como sus épicos efectos visuales y su gran interés por las maniobras políticas.
Basada en la novela histórica de James Clavell, que ya se convirtió en una miniserie de gran éxito en la década de 1980, Shogun se centra en John Blackthorne (interpretado por Cosmo Jarvis, al estilo de Richard Burton), un marinero británico que naufraga en la costa japonesa y se ve envuelto en una batalla por el poder entre miembros del consejo gobernante del país.
Lo que sigue está a la vez magníficamente filmado, brillantemente interpretado e inquebrantablemente brutal. Las diversas maquinaciones de los personajes ocasionalmente estallan en una violencia que no se anda con rodeos.
El elenco también es uniformemente brillante, desde Hiroyuki Sanada como el asediado miembro del consejo del señor Yoshii Toranaga hasta Anna Sawai como Mariko, la traductora y amante de Blackthorne.
Y aunque originalmente estaba pensada como una serie limitada, tal ha sido su éxito que FX ha anunciado planes para dos temporadas más. Esperemos que puedan estar a la altura de los estándares marcados por éste.
Disponible en Hulu y Disney+ en EE.UU.
3. Bebé Reno
La historia de terror autobiográfica de Richard Gadd pareció llegar a Netflix de la nada, pero se ha convertido, merecidamente, en uno de los éxitos más comentados e inquietantes del año.
Gadd creó la serie y en ella interpreta a un comediante en apuros llamado Donny Dunn, que se hace amigo de Martha. Ella entra al bar donde él trabaja, fantasea con una relación entre ellos y luego lo acosa con correos electrónicos y casi le arruina su vida.
Jessica Gunning es asombrosa, porque hace que Martha sea a la vez amenazante y lamentable en sus delirios.
La tensión aumenta hasta un punto insoportable a lo largo de la serie. Donny también es agredido sexualmente repetidamente, con detalles que le revuelven el estómago, por un hombre que es un productor de televisión que promete ayudarlo en su carrera.
La serie causó una controversia cuando los espectadores buscaron en internet y descubrieron a Fiona Harvey, quien supuestamente era Martha en la vida real.
Desde entonces ha concedido entrevistas a los medios y ahora está demandando a Netflix por difamación, negligencia y violación de su privacidad. Dejando de lado lo que está pasando en el mundo real, “Bebé Reno” es el arte confesional en su forma más cautivadora. (CJ)
Disponible en Netflix a nivel internacional.
4. Fallout
El año pasado “The Last of Us” de HBO puso fin a la tradición de las adaptaciones de mala de calidad de videojuegos.
Y ahora hay otra adaptación cinematográfica de una franquicia de juegos postapocalíptica, que posiblemente sea aún más exitosa: una versión sorprendentemente elegante y astutamente divertida de “Fallout”, que imagina un mundo devastado por una guerra nuclear en el que algunas personas viven en brillantes bóvedas subterráneas.
La actriz británica Ella Purnell encabeza el reparto interpretando a una residente del Refugio 33, que se ve obligada a emprender una reveladora misión hasta la superficie de la Tierra para rescatar a su padre secuestrado.
Coproducida por Lisa Joy y Jonathan Nolan, los creadores de la inferior pero no muy diferente “Westworld”, es una experiencia impresionantemente inmersiva que está a la altura del material original mientras encuentra su propio ritmo narrativo.
Disponible en Amazon Prime a nivel internacional.
5. Ripley
Andrew Scott está fascinante como el letal estafador Tom Ripley en esta versión hitchcockiana de la novela de Patricia Highsmith “El talentoso señor Ripley”.
Ambientada en Nápoles y Roma en la década de 1960, el dramático blanco y negro de la serie, filmada por el director de fotografía ganador del Oscar Robert Elswit, captura perfectamente el hermoso y oscuro mundo en el que habita Ripley, mientras pasa de ser un estafador de poca monta en Nueva York a un habitante de la dolce vita.
Mientras Ripley usurpa la identidad de su rico amigo Dickie Greenleaf (Johnny Flynn), una sola mirada cambiante en el rostro de Scott puede revelar los engaños del personaje.
Disponible en Netflix a nivel internacional.
6. One Day
Ningún programa ha despertado más emociones que este año que esta adaptación del romance británico de David Nicholls que abarca toda una época.
La serie sigue la relación de dos amigos, Dexter y Emma desde la universidad, encontrándose el 15 de julio cada año durante 20 años.
Comenzando en la década de 1980, es un glorioso viaje nostálgico para los espectadores de cierta edad, que se completa con una banda sonora, cuidadosamente seleccionada, con canciones pop apropiadas para la época. Pero en el fondo lo que hace que funcione son las cautivadoras interpretaciones de los dos protagonistas, individualmente y juntos.
Leo Woodall hace que el arrogante y fiestero Dexter resulte convincente e irritante pero también simpático.
Por su parte, Ambika Mod está en plena forma como estrella en el papel de la ferozmente inteligente pero vulnerable Emma. Pero atención: si no sabes lo que pasa, prepárate para llorar.
Disponible en Netflix a nivel internacional.
7. Monsieur Spade
Una de las premisas menos probables de una serie ha dado lugar a una de las sorpresas más agradables del año.
Clive Owen interpreta a Sam Spade, el investigador privado creado por el autor Dashiell Hammett y ahora trasladado desde el sórdido San Francisco de los años 40 a una pequeña ciudad francesa de los 60.
Owen presenta inteligentemente un personaje que es astuto y emocionalmente tranquilo, pero que a veces también se confunde, especialmente cuando intenta hablar en francés.
Hay relaciones personales intrincadas: una amante glamorosa (Chiara Mastroianni) y una joven que se convierte en la pupila de Spade, y por supuesto, asesinatos que no puede evitar investigar en una exuberante ciudad rural donde los nazis no arrepentidos persisten y conspiran.
El director Scott Frank (Gambito de Dama o Gambito de Reina, en España) hace que el espectáculo sea nítido y lleno de suspense. Owen hace suyo a Spade, un hombre con un corazón debajo de su considerable sangre fría. (CJ)
Disponible en AMC+ en EE. UU.
8. Mr. Bates vs. the Post Office
Es raro que a un programa de televisión se le pueda atribuir un impacto tangible en en la vida real.
Sin embargo, esto fue lo que ocurrió a principios de este año con esta brillante miniserie británica, centrada en el escándalo de la Oficina de Correos británica, en el que más de 700 gerentes de sucursales postales fueron acusados erróneamente de contabilidad falsa, robo y fraude debido a un sistema informático fallido.
Cuando se emitió en Reino Unido en enero, inmediatamente causó enormes repercusiones y llevó al primer ministro Rishi Sunak a anunciar que introduciría una nueva ley para “exonerar y compensar rápidamente a las víctimas”.
Lo que hace tan brillantemente la serie de cuatro capítulos de Gwyneth Hughes es unir las historias humanas de las muchas víctimas con la burocracia inhumana a la que se enfrentaron.
El impacto del programa demuestra que, a pesar del valor de los documentales, a veces las serie pueden remover las conciencias como ninguna otra cosa.
Producida por ITV en Reino Unido.
9. El régimen
Kate Winslet es divertida, escalofriante y está en plena forma en esta oscura comedia política interpretando a Elena Vernham, la dictadora de un país ficticio de la Europa central.
En el lado ridículo, Elena canta “Santa Baby” como parte de su discurso navideño a la nación y llama a sus ciudadanos: “Mis amores”.
En el lado siniestro, se hace pasar por populista pero es despiadada en su determinación por mantenerse en el poder, invadiendo un país cercano y encarcelando a sus oponentes políticos. Es como si fuera hija de Eva Perón y Vladimir Putin.
Winslet equilibra maravillosamente las partes cómicas y malvadas del personaje y está rodeada de un elenco estelar.
El tono de “El régimen” es más absurdo que intencionadamente punzante, pero al final su mundo políticamente tumultuoso llega a reflejar el nuestro. (CJ)
Disponible en Max en EE.UU.
10. El problema de los 3 cuerpos
Esta serie de ciencia ficción llegó con considerable entusiasmo, siendo el siguiente proyecto de los creadores de “Juego de Tronos”, David Benioff y DB Weiss.
Y aunque puede que no se haya convertido exactamente en el fenómeno que se esperaba, mereció un gran aplauso por su inteligencia y ambición creativa.
Basada en una novela china, cuenta la historia de un grupo de amigos científicos que intentan descubrir qué está pasando con una serie de suicidios dentro de su comunidad, una historia que incluye flashbacks de la Revolución Cultural china, un misterioso juego de realidad virtual y mucho más.
Es una mezcla inicialmente alucinante que, sin embargo, gira en torno a una premisa brillantemente convincente y oportuna: ¿qué haríamos si supiéramos que la raza humana va a ser destruida en 400 años?
Además, tiene la secuencia de televisión más impactante del año, una a la altura de la infame Boda Roja de “Juego de Tronos”.
Netflix ha anunciado que producirá una segunda y tercera temporada, y eso será todo.
Disponible en Netflix a nivel internacional.