Lágrimas y risas en la retrospectiva de David Lamelas en el Malba
"Quiero agradecer a los artistas que ya no están", alcanzó a decir antes de que los ojos se le llenaran de lágrimas. "Oscar Bony, Pablo Suárez, Rubén Santantonín. Gracias a ellos estoy acá", agregó con un hilo de voz David Lamelas al recordar a sus amigos hoy en el Malba, antes de anunciar su intención de donar al museo la obra Time As Activity-Buenos Aires (2010).
Este "artista esencial de la historia universal del arte contemporáneo" inaugurará allí una muestra retrospectiva este jueves a las 19 con entrada gratis, tras una charla pública con las curadoras Kristina Newhouse y María José Herrera. Organizada con la Universidad Estatal del California, David Lamelas. Con vida propia integró el año pasado el proyecto Pacific Standard Time LA/LA impulsado por la Fundación Getty.
Con esas palabras y la misma emoción lo presentó a la prensa Agustín Pérez Rubio, quien comenzó a despedirse de su rol como director artístico del museo. "Este es mi último opening, aunque sigo hasta el 31 de mayo", dijo antes de agradecerle a Eduardo Costantini por estos cuatro años de trabajo en el museo, que ya lanzó una convocatoria internacional para elegir a su sucesor.
La misma sensación de estar presenciando un momento único se vivirá seguramente el viernes a las 18.30, cuando Lamelas y Pérez Rubio se sienten en dos reposeras junto a una palmera instalada en la explanada del museo, sobre la Avenida Figueroa Alcorta. Hablarán allí sobre un tema que haya sido publicado en la tapa de LA NACION, como parte del ciclo de performances que acompañarán la muestra durante el primer mes de exposición.
Ese momento de improvisación revelará una vez más a un artista ágil y descontracturado, que ayer no dudó en tomar una de sus obras para moverla de lugar en presencia de las autoridades del Malba, las curadoras y los periodistas convocados.
"Hay que demitificar el museo. La idea original era que la escultura cambiara de forma", explicó el artista al referirse a Situación de cuatro placas (1966), presentada por primera vez en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, por la cual obtuvo una mención de honor del Premio Georges Braque.
"Yo tenía muy poco dinero y dije: ¿qué hago?", recordó Lamelas. Entonces decidió comprar cuatro placas de aluminio y colocarlas en cruz sobre el piso y la pared, de manera que la forma de la escultura cambia según cómo se combinen.
Este artista, que con sólo 22 años representó al país en la Bienal de Venecia y llegó a convertirse en un referente del arte conceptual a nivel mundial, mencionó también la falta de recursos de sus inicios al referirse a la importancia que tuvo en su carrera el Premio Especial del Jurado que le concedió en 1966 el Instituto Torcuato Di Tella por la obra Conexión de tres espacios, que también integra la retrospectiva.
"Esta obra representa un quiebre porque no se puede ver de un vistazo –explicó Herrera–. Ocurre en la mente del espectador, que tiene que moverse por el museo y reconstruirla."
Otros hitos estuvieron marcados por El Súper Elástico, una escultura pop de sitio específico presentada en la galería Lirolay en 1965 –el mismo año en que colaboró con Marta Minujín y Santantonín en la realización de La Menesunda– y Situación de tiempo (1967), instalación integrada por monitores de televisión que solo transmiten una ruidosa "nieve gris", considerada por Herrera como "la primera experiencia de videoarte de la Argentina".
"Estoy feliz, como un chico con zapatos nuevos", confesó Lamelas, una vez recuperado de la emoción inicial, más de una década después de que el Malba le dedicara otra muestra curada por Inés Katzenstein.
Su falta de solemnidad, anticipada por unas originales zapatillas con flecos azules, se confirmó hacia el final del recorrido por la muestra, cuando presentó junto a Hildegarde Duane los desopilantes videos realizados en colaboración durante las décadas de 1970 y 1980.
"Mis cuatro mujeres fueron ayer a Disney, Ahora están encerradas mirando TV. Les encanta", le dice Lamelas en su papel de jeque árabe en Scheherazade (1980), uno de los cortos que se proyectarán también en el auditorio, a la periodista feminista interpretada por Duane. La misma que lo entrevista en El dictador (1976), obra que integra la colección del Museo Reina Sofía, en el que Lamelas encarna a un coronel latinoamericano en el exilio.
"El tono de comedia te permite decir lo que querés sin meterte en problemas", señaló Lamelas sobre sus obras, que tienen según él "un alto contenido político pero no panfletario".
"Las obras de David se resignifican según el contexto, tienen vida propia", observó en este sentido Newhouse, quien señala como temas constantes en su obra a los medios, el tiempo, el espacio, las personas "y las elecciones que hacemos para identificarnos y entendernos (o no) unos con otros". "Podemos venir de diferentes culturas –dice Lamelas–. ser de diferente color o religión, pero todos compartimos el mismo y único presente."
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