La traición de Truman Capote a sus amigas de la alta sociedad de Nueva York a las que retrató en una escandalosa historia
El famoso escritor reveló sus secretos más íntimos en “La Côte Basque, 1965″; el caso se adaptó a una serie de Ryan Murphy
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En 1975, la revista New York Magazine publicó en su portada una caricatura en la que se veía al autor Truman Capote como un pequeño caniche francés, mordisqueando los dedos de una mujer en una fiesta de gala.
El titular decía: Capote muerde las manos que lo alimentaron.
El artículo, escrito por la columnista de chismes Liz Smith, revelaba las verdaderas identidades de las mujeres de la alta sociedad que Capote acababa de traicionar.
Babe Paley y Slim Keith, que en ese momento llenaban las páginas de la prensa rosa y las listas de las mujeres mejor vestidas, le habían confiado sus aventuras, las historias de sus maridos mujeriegos y sus inseguridades.
Su buen amigo terminó burlándose de ellas y revelando sus secretos más íntimos en una historia titulada “La Côte Basque, 1965″ que apareció en la muy leída revista Esquire.
Esa traición terminó arruinando su vida.
Esta historia de aquella era social y de una amistad que acabó muy mal se cuenta en “Feud: Capote vs the Swans”, la segunda temporada de la serie de televisión “Feud”, creada por Ryan Murphy.
Capote, interpretado por Tom Hollander, es conocido tanto por sus libros, en particular “Breakfast at Tiffany’s” (Diamantes para el desayuno) y “In Cold Blood” (A sangre fría), como por la película “Capote” de 2005 protagonizada por Philip Seymour Hoffman.
Pero, ¿Quiénes eran estas mujeres a las que llamaba cisnes y por qué las traicionó con tanta crueldad?
“Eran como las Real Housewives originales”, le dijo Murphy a la revista Town and Country.
Pero a diferencia de las mujeres de ese reality show, las refinadas cisnes de Capote nunca gritaron ni sacudieron mesas en La Côte Basque, el restaurante donde habitualmente almorzaban juntas.
Pero sí tenían un control similar sobre el público.
Eran elegantes e influyentes. Ninguna de ellas se casó con hombres pobres ni soñó con tener una verdadera carrera profesional.
Bebían, fumaban y llevaban joyas extravagantes, pero de buen gusto.
Y aunque su estilo puede parecer aburrido ahora, eran las líderes de la moda de la época. Paley aparecía regularmente en las listas de las mujeres mejor vestidas.
“Feud” y “Capote”: dos historias que se complementan
“Feud” juega un poco con la cronología y los hechos, y no se siente atado a la verdad.
En 1975, Truman Capote se encontraba en una etapa de su vida diferente a la que se muestra en la película “Capote”.
Pero esas dos versiones ficticias se complementan.
El actor Philip Seymour Hoffman, quien interpreta a Capote, es aquel escritor serio que investiga y escribe “A sangre fría”, la novela sobre crímenes reales de 1965 que lo hizo rico y famoso.
En “Feud”, Capote está en la cima de esa fama.
Hollander captura su ingenio y también la tragedia de un hombre brillante y problemático.
Capote había logrado su sueño de ser aceptado por la alta sociedad, pero se volvió autoindulgente y cayó en el alcoholismo.
También mantenía una relación inestable con John O’Shea (Russell Tovey), un banquero casado de clase media que no terminaba de convencer a las cisnes, quienes lo toleraban a medias.
Además, sufría de un bloqueo creativo.
La Côte Basque y dos historias menos explosivas publicadas en Esquire estaban destinadas a formar parte de la novela inconclusa “Plegarias atendidas”.
Según dijo a sus amigos y editores, esa novela sería su versión de “En busca del tiempo perdido” de Proust: sería el mayor relato de la alta sociedad de la época.
A pesar de esa declaración altisonante (nunca fue acusado de tener un ego pequeño) fue incapaz de terminar la obra.
¿Quiénes eran las “cisnes”?
La cisne favorita y mejor amiga de Capote era Paley (interpretada por Naomi Watts), una mujer con un perfecto comportamiento e impecable gusto.
Su marido, Bill Paley (interpretado por el fallecido Treat Williams), era el poderoso jefe de la cadena de televisión CBS y, como ella bien sabía, un mujeriego.
Watts captura la fragilidad de alguien que necesita ser perfecto y la soledad que la hizo necesitar un hombro comprensivo como el de Truman.
En el primer episodio de “Feud”, Truman la convence de no divorciarse de Bill después de que este se acostó con Happy Rockefeller, la esposa del gobernador de Nueva York.
Paley lo encontró limpiando la sangre menstrual de Happy de la alfombra de su habitación y esa fue la gota que derramó el vaso.
Truman le aconseja que siga casada, que mantenga su vida acomodada y que haga que Bill le compre un Gauguin y un Matisse.
Pero ese episodio también establece un conflicto real y muestra la reacción devastadora de Paley tras la publicación de “La Côte Basque”.
En la historia de Capote, un rico hombre de negocios llamado Dillon se acuesta con la desaliñada esposa del gobernador y luego intenta limpiar una mancha de sangre “del tamaño de Brasil”.
Bill era el blanco de Capote, pero Babe se sintió humillada de que el engaño de su marido fuera publicitado ante el mundo.
Ebs Burnough, director de “The Capote Tapes”, un documental de 2022 sobre el escritor que utiliza entrevistas de audio con personas cercanas a él, le dijo a British Vogue : “Esta era una época en la que nadie hablaba siquiera del hecho de que Franklin Roosevelt estaba en una silla de ruedas, y mucho menos las aventuras que tenía la gente, y mucho menos tan gráficamente como lo hizo Truman”.
Paley nunca le volvió a hablar a Capote.
Aunque Paley fue la más herida por la historia, la protagonista de “La Côte Basque” es la versión ficcionada de Slim Keith.
De todas las actrices que interpretan a las cisnes, Diane Lane -en el rol de Keith- es quizás la más divertida.
El primer marido de Keith fue el director de cine Howard Hawks, quien, según cuenta la leyenda, la usó como modelo para el personaje duro y seductor de Lauren Bacall en “Tener y no tener”, también llamado Slim.
El segundo fue el productor Leland Hayward, y el tercero fue el empresario británico Kenneth Keith, cuyo título de caballero la convirtió en Lady Keith.
“La Côte Basque” la convierte en Lady Ina Coolbirth, “una chica grande y alegre” que almuerza con el sustituto de Capote, PB Jones, un escritor y estafador ocasional.
Es Ina quien revela los secretos de sus amigos, nombra a Ernest Hemingway (de hecho, un amigo de Slim) y recuerda la vez que Joseph P. Kennedy, el padre de JFK, la violó (Kennedy padre ya estaba muerto para entonces, por lo que no podía demandar a Capote por calumnia).
Años más tarde, la verdadera Slim Keith le contó al biógrafo de Capote, Gerald Clarke, su reacción de horror ante Lady Ina. “¡Ella se parecía a mí, hablaba como yo, ella era yo!” le dijo. Sobre Capote, añadió: “Lo adoraba y estaba tan horrorizada por el uso de la amistad y por mi propio mal juicio”.
En “Feud”, Keith insiste en que las cisnes excluyan a Truman de la sociedad por su traición, un destino que para él fue casi peor que la muerte.
“Lo destruiremos”, dice.
CZ Guest (Chloe Sevigny) también era una amiga cercana del grupo, una socialité que apareció en la portada de la revista Time en 1962.
Tal vez porque no apareció en “La Côte Basque”, siguió viendo a Capote después de la publicación del extracto.
Ella y su marido incluso lo llevaron a rehabilitación cuando estaba en su peor momento y aparecía en programas de televisión en los que arrastraba las palabras como un borracho.
Lee Radziwill (Calista Flockhart) aparece en La Côte Basque, sin disfraz, almorzando con su hermana, Jacqueline Kennedy.
En la serie, se une a las otras cisnes para desterrar a Capote, pero en la vida real siguieron siendo amigos durante muchos años.
Jon Robin Baitz, quien escribió el programa, dijo a EW : “Esta historia existe en un punto donde el mundo de la elegancia, ritual y clase está siendo suplantado por un fervor juvenil: la música disco, Studio 54, las drogas”.
Cuando Capote, ya de mediana edad y despedido por sus cisnes, entró en ese mundo disco impulsado por las drogas, parecía más triste que emocionado.
Un gran misterio
Por qué publicó “La Côte Basque” es objeto de muchas teorías.
Clarke, amigo y biógrafo de Capote, escribió que le advirtió que sus amigos de la sociedad reaccionarían muy mal.
La respuesta de Capote, según dijo, fue “No, son demasiado tontas. No sabrán quiénes son”.
Liz Smith escribió en ese artículo de 1975 que las cisnes lo consideraban “su mascota doméstica favorita”.
¿Fue La Côte Basque su venganza? Capote tuvo una respuesta estándar a la debacle, escuchada con su propia voz en “The Capote Tapes”: “¿Qué esperaban? Soy escritor. Uso todo”.
Joseph Fox, en una nota del editor del libro publicado póstumamente en 1986 como Answered Prayers (que simplemente recopila las tres historias de Esquire), dijo: “No hay duda de que la reacción lo conmovió”.
Fox creía que esa era una de las razones por las que dejó de trabajar en la novela.
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