La teoría como acción, la voz viva de Oscar Masotta a 40 años de su muerte
Ensayista, semiólogo, crítico de arte, psicoanalista, editor y docente, Oscar Masotta encarnó como pocos la figura del intelectual argentino en el siglo XX. Hasta el 24 del mes próximo, en el Parque de la Memoria eso se puede apreciar gracias a la gran muestra que le rinde tributo, Oscar Masotta. La teoría como acción, al cuidado de la investigadora Ana Longoni, que desde febrero de 2018 dirige, en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el área de actividades de la institución española. Longoni fue la encargada de recuperar en un volumen varios de los textos sobre arte que Masotta escribió a lo largo de su vida. Revolución en el arte (Mansalva) puso al alcance de los lectores escritos difíciles de encontrar junto a obras clásicas como El pop art, de 1965, y Happenings, de 1967. En la lectura de su obra se descubre una voz mucho más viva que las de algunos pensadores contemporáneos.
En 2019 se cumplen cuarenta años de la muerte del autor de Sexo y traición en Roberto Arlt. Masotta nació en Buenos Aires el 8 de enero de 1930 y murió, muy joven, el 13 de septiembre de 1979 en Barcelona, donde se había exiliado a partir de 1975. Pese a su posición marginal en instituciones universitarias, psicoanalíticas y artísticas del país, se volvió una figura central en el proceso de modernización del campo cultural argentino entre los años cincuenta y setenta, por sus contribuciones a las áreas del arte, la historieta, la semiología, el psicoanálisis y la teoría.
El proyecto expositivo, organizado en diferentes núcleos temáticos, intenta recuperar su laberíntica trayectoria intelectual y artística. Al impulsor de la vanguardia en la Argentina a partir de su concepción del ejercicio teórico como un modo de acción política, le corresponde una muestra afín, dinámica y con múltiples lecturas. Oscar Masotta. La teoría como acción reúne material documental de procedencia diversa, junto con obras de artistas sobre los que él escribió: Roberto Jacoby, Eduardo Costa, Raúl Escari, Marta Minujín, Charlie Squirru, Dalila Puzzovio, Rubén Santantonín, Luis Wells y Alberto Greco. Una sorpresa que se reserva a los visitantes es la exhibición de pinturas hechas por el propio Masotta. Y además, como testimonio de la vitalidad de su legado, Longoni seleccionó trabajos de artistas contemporáneos como Gonzalo Elvira, Dora García, Guillermina Mongan y el colectivo de historieta Un Faulduo.
De Ciudad de México a Buenos Aires, pasando por Barcelona
"Por iniciativa de Cuauhtémoc Medina, curador jefe del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), de Ciudad de México, acepté el desafío de convertir en una exposición lo que había sido inicialmente un libro", dice la curadora, que estuvo de visita en Buenos Aires hasta hace pocos días. Publicado por primera vez en 2004, Revolución en el arte reunió los textos dispersos que Oscar Masotta había escrito sobre arte en los años sesenta. "Buscaba reponer su silenciada voz en medio del bloqueo inaudito que su lugar como teórico e impulsor de la vanguardia artística tenía por entonces. Pero la exposición no solo se propuso dar cuenta del vínculo de Masotta con el arte, sino también abarcar una trayectoria intelectual inclasificable, heterodoxa y capaz de conectar paradigmas teóricos como el marxismo, el existencialismo, el estructuralismo y la semiótica con modos de hacer habitualmente distantes, como la literatura, la política, el arte, la historieta y el psicoanálisis", dice Longoni a LA NACION. La exposición se inauguró en el MUAC en 2017, y en 2018 migró al Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba). En noviembre de 2019, en ocasión del vigésimo aniversario del Parque de la Memoria, llegó a Buenos Aires.
Como se señaló antes, en La teoría como acción se incluyen obras, documentos y testimonios no solo de Masotta y los artistas e intelectuales con los que dialogó, sino también de varios artistas contemporáneos que encontraron en su legado un semillero de ideas y formas. "La española Dora García y sus 'repeticiones' de los happenings de Masotta de 1966 y 1967, las performances y los fanzines del colectivo porteño Un Faulduo, los dibujos de Gonzalo Elvira, que 'retrata' portadas de libros de Masotta, la novela gráfica Pinturas de guerra, del español Ángel de la Calle y los diagramas en tiza que trazan relaciones entre conceptos y memorias de la artista platense Guillermina Mongan son algunos de ellos", enumera Longoni. Mongan fue "cómplice" de Longoni en el largo proceso de curaduría.
Si bien en la exposición se señalan los hitos del recorrido intelectual de Masotta, se destaca por recuperar (en el espacio laberíntico de la Sala PAyS) la intensidad de una época vertiginosa, en la que había grandes expectativas de cambios radicales. "A la vez, nos preguntamos por sus resonancias actuales", agrega la autora de Vanguardia y revolución. Arte e izquierda en la Argentina de los sesenta-setenta (Paidós).
Un intelectual que alumbra el presente
Para muchos, Masotta fue un "intelectual-faro". Junto con Ismael y David Viñas, Noé Jitrik, Juan José Sebreli, Carlos Correas y Rodolfo Puiggrós, entre muchos otros, pudo pensar en nuevas claves de interpretación en tiempos de transformaciones sociales. Longoni menciona algunos ejemplos de las acciones teóricas de Masotta: "Repartió estampitas de Eva Perón en el café donde se reunía la intelectualidad antiperonista, en medio de la proscripción, en un provocador acto político y poético; propuso un abordaje de la literatura de Roberto Arlt desde la condición potencialmente delatora de la clase media argentina; se arriesgó a definir el arte pop como un un fenómeno norteamericano que no podía equipararse a los planteos de los argentinos; habilitó que un género popular como la historieta fuera leído en clave semiótica e ingresara al 'templo de las vanguardias' al organizar la primera Bienal Mundial de la Historieta en el Instituto Di Tella". Masotta, con Oscar Steimberg, fundó la revista Literatura Dibujada, que sacó apenas tres números. Políticamente, se definía como "anti-antiperonista".
Su temprana lectura de la obra de Jacques Lacan, autor al que descubrió en la biblioteca de Enrique Pichon-Rivière, lo convirtió en el introductor del psicoanálisis lacaniano en lengua española. Su célebre conferencia "Jacques Lacan o el inconsciente en la filosofía", de marzo de 1964, fue el germen de sus libros Introducción a la obra de Jacques Lacan y Ensayos lacanianos, ambos publicados en 1977. En 1974 junto con Sara Glasman, Javier Aramburu, Samuel Basz, Jorge Chamorro, Luis Peyceré y Germán Leopoldo García, entre otros, fundó la Escuela Freudiana de Buenos Aires, una de las tantas instituciones que ayudó a crear en Buenos Aires y, a partir de 1975, en Barcelona. La exposición en el Parque de la Memoria se detiene en ese aspecto central de la trayectoria de Masotta.
"En los últimos años, hay señales claras de que Masotta está siendo redescubierto en el mundo del arte contemporáneo desde aristas muy diversas -sostiene Longoni-. Me gustaría que esta exposición no contribuya a canonizar o consagrar su figura, sino que produzca el efecto de desconcertar, intranquilizar o perturbar a alguien, tal como deseaba el propio Masotta al lanzarse a hacer happenings sin considerarse un happenista". Una de las célebres acciones artísticas de Masotta en el Di Tella consistió en exponer ante el público a veinte personas de cuarenta a sesenta años "vestidos de pobres", a cambio de una paga. Así concluye su ensayo "Happenings", publicado en enero de 1967: "Sin duda será preciso reflexionar un día sobre la toma consciente y el comentario implícito y explícito que artistas plásticos han hecho del sensacionalismo contemporáneo".
Dentro del conjunto de obras de la vanguardia local de los años sesenta expuestas en La teoría como acción, a Longoni la emociona particularmente haber logrado exhibir tres cosas (o "aerocosas") de Rubén Santantonín. "Fueron parte de una instalación en la galería Lirolay en 1961, que dislocaban el espacio. Por otra parte, la serie de entrevistas que realizó especialmente para este proyecto Cloe Masotta (hija única de Masotta y Susana Lijtmaer) a personas que conocieron a su padre, y que tituló Historia de una transmisión, revela la trama afectiva que se activó a lo largo de estos años de trabajo". También es la primera vez que se hace pública la foto de la acción de Eduardo Ruano en el Premio Ver y Estimar 1968, cuando "atentó" contra Kennedy al grito de "¡Fuera yanquis de Vietnam!". "Es una foto imprescindible del itinerario del 68, que estuvo cincuenta años escondida hasta que su sobrina la encontró en la misma casa familiar donde Ruano fue detenido", dice Longoni.
Como la entrada al Parque de la Memoria es libre y gratuita, no hay pretextos para desaprovechar la oportunidad de ver una muestra de calidad internacional en la ciudad de Buenos Aires y, de paso, meditar sobre un momento histórico cuyos acontecimientos, ideas y protagonistas continúan dando frutos.
Información útil
Parque de la Memoria. Avenida Costanera Norte Rafael Obligado 6745 (adyacente a Ciudad Universitaria). Lunes a viernes de 10 a 17; sábados, domingos y feriados de 11 a 19. Entrada libre y gratuita
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