La sucesión de Kodama: Federico Pinedo presentó una cautelar para que se resguarden los bienes personales de Borges
La jueza habría dado lugar al pedido del exsenador y otras tres personas para que se proteja el “patrimonio cultural”; hoy se cumplen tres meses de la muerte de la viuda y albacea del máximo autor argentino
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A tres meses de la muerte de la escritora María Kodama, heredera del legado de Jorge Luis Borges, se conocieron novedades en la causa de la sucesión que se tramita en el Juzgado N° 11, a cargo de la jueza Alejandra Abrevaya, que en los próximos días podría declarar herederos a los sobrinos de Kodama. La más inesperada es que el abogado y político Federico Pinedo, junto con Eduardo Tallarico, Adolfo Tamini y José Luis Ibarzabal, había presentado el 31 de mayo una medida cautelar urgente en la que solicitaba el resguardo de los objetos personales de Borges que se hallan en los departamentos de Kodama y en la sede de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges (Anchorena 1660), cerrada al público desde el 26 de marzo, y que se prohibiera su venta y salida del país al considerarlos bienes culturales.
LA NACION pudo saber que la jueza hizo lugar a la medida. En el escrito se solicita que “nada sea removido de los lugares en donde se encuentran” la biblioteca, el archivo, y papeles y objetos personales de Borges que “ostentan valor histórico”. “El patrimonio cultural pertenece a todo el grupo social de un país y encierra en potencial de promover el acceso a la diversidad cultural y su disfrute así como el fortalecimiento de la identidad grupal”, se lee en la petición. Tamini es abogado penalista e integra el estudio Pinedo, Huici & Asociados; Ibarzabal es licenciado en Administración de Empresas y se desempeñó como subdirector general de Enlace Institucional y Cooperación Social en el Senado; Tallarico es abogado y fue asesor del exsenador.
El exsenador Pinedo dijo a este diario que había solicitado la cautelar en aras de preservar “la unidad e integridad del patrimonio de Borges y evitar su dispersión, que representaría un daño irreparable”. Con Tallarico, Tamini e Ibarzabal, elevaron la petición a la Justicia en calidad de “ciudadanos comunes” y “en defensa del patrimonio cultural de la Argentina y de la ciudad de Buenos Aires”.
El doctor Fernando Soto, abogado y amigo de Kodama, había solicitado una medida similar en la causa, pero solo relativa al cuidado de los bienes (“ante la verosimilitud de su enorme valor literario, histórico y patrimonial y ante el peligro inminente de su hurto, robo o desaparición”). Tanto Soto como la doctora María Victoria Kodama -representante legal de sus cuatro hermanos y de ella misma- apelaron la decisión judicial. Ante un fallo adverso, Pinedo, Tallarico, Tamini e Ibarzabal podrían apelar ante la Corte Suprema.
Tras la muerte de la escritora, el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil n° 33 (donde se hizo la presentación del cinco sobrinos de Kodama: Mariana, Martín, Matías, María Belén y María Victoria, que se presentaron como “únicos herederos” de los bienes muebles e inmuebles de Kodama), por razones de “vinculación” y “economía de trámite” derivó el expediente al Juzgado n° 11, que dirige Abrevaya, secretaría 22, a cargo de Horacio Liberti. Este último resolvió “acumular los presentes autos al sucesorio caratulados ‘Borges, Jorge Luis s/Sucesión Testamentaria’”, del expediente 217740/1986 (iniciado tras la muerte del máximo escritor argentino) y remitir la sucesión de Kodama al Juzgado N° 11.
En la Fundación -creada por Kodama en agosto de 1988- se inauguró en 2009 el Museo Borges con objetos personales y libros del autor de Ficciones; otros objetos y publicaciones, por falta de espacio, permanecen guardados. Muchos se exhibieron en la exposición homenaje por el centenario del nacimiento de Borges al cuidado del licenciado Fernando Flores Maio, en 1999, en el Museo Nacional de Bellas Artes. Esa muestra se inauguró en la Biblioteca Marciana, en Venecia, y luego “viajó” a París, Buenos Aires, México, Roma, Barcelona y Madrid.
En veinte vitrinas se exhiben libros de la biblioteca personal del escritor, condecoraciones, fotografías, bastones, algunos manuscritos, primeras ediciones de sus libros, sus obras completas, objetos artísticos realizados en homenaje y libros de su autoría traducidos en distintos idiomas. “También están las fotos que guardaba María sobre los viajes de ella con Borges -dice Flores Maio a este diario-. Con un centenar de esas fotos hice la muestra El Atlas de Borges, que se presentó en muchos países de todo el mundo, llegando incluso a China. En el piso superior de la Fundación, está la hemeroteca con muchas revistas en las que colaboraba Borges. Son ejemplares de la colección Provenzano que la Fundación pudo adquirir con un aporte que facilitó Amalita Fortabat cuando era presidenta del Fondo Nacional de las Artes. Se trata de una colección que va desde 1870 a 1970, y que incluye las primeras colaboraciones de los que fueron los grandes escritores del siglo XX”.
Las relaciones entre los sobrinos y los integrantes de la Fundación son estrechas y cordiales, como se comprobó en la serie de homenajes a la escritora. Colaboran en la organización de las Jornadas Borges, que se realizarán en agosto en el Centro Cultural Borges.
Para inicios de julio está previsto que se realice un inventario de todo lo que alberga la institución (la biblioteca de Borges, sus objetos y los de Kodama), con la presencia de los sobrinos de la viuda de Borges y representantes de la Fundación, además de funcionarios judiciales. Se estima que el inventario demorará varios días.
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