"La radio es capaz de crear lazos afectivos profundos"
En el libro "Siempre los escucho" describe los cambios de la última década
"La lucha entre entretenimiento e información es una dura realidad en todo el mundo, que está ganando el primero. Esto, desde que a mediados de los años 90, los medios viraron a multimedios, y las empresas multiplicaron sus actividades más en busca del negocio que de la transmisión de contenidos o valores."
Carlos Ulanovsky reflexiona -en diálogo con LA NACION- sobre la transformación de ese medio entrañable e insustituible que es la radio, desde 1995 cuando en la Argentina un peso era un dólar, hasta la actualidad cuando los tomates se cotizan a precio dólar. Lo hace en "Siempre los escucho". Retratos de la radio argentina en el siglo XXI, (Emecé), continuación de Días de radio , aquella suerte de manual con todo lo que el oyente quería saber sobre la radio y no se atrevía a preguntar.
La lectura de este nuevo trabajo permite enterarse de que la radio de hoy se mira en el modelo de la TV. Que aumentaron los columnistas por ciclo, pero con intervenciones más fugaces. Que a mayor número de columnistas, opiniones más superficiales. Que ésta es la era de la "sinceridad brutal": los conductores entregan confesiones íntimas a los oyentes -con riesgo incluido- y éstos aconsejan. El director artístico ha sido reemplazado por el gerente de contenidos. Y lo que se comunica ya no se decide en el área artística, sino en las áreas de finanzas y marketing de las emisoras.
El libro refleja también el cambio operado con la aparición de los multimedios. Y revela que el magazine se impone como formato único. Ello en desmedro, por ejemplo, de la investigación periodística, una especie en extinción. Dice Ulanovsky que el tema político ha desaparecido de la radio a manos de la información policial o general. Y que este medio acompañó en la última década la decepción de la gente frente al derrumbe de certezas.
Opina que las crisis del país -en particular, la de 2001- causaron un daño profundo en el mercado radiofónico. Lo cuenta una tarde de lluvia empecinada que da para quedarse en casa con la radio. El mercado radiofónico quedó "famélico", dice, y los que podrían haber sido "la vanguardia, como las radios alternativas, salieron a vender sus espacios".
"La radio es capaz de crear lazos afectivos profundos y dependientes. Siempre es muy entretenido tener a alguien que le habla a uno y que de paso lo convierte en interlocutor virtual", reflexiona el autor, que tomó el título de la reiterada frase que los oyentes dicen al aire: "Los escucho siempre". El autor agradeció, entre sus fuentes del libro, a Dionisia Fontán, una comunicadora cabal.
-Parece que en la radio se consolidó el entretenimiento sobre la información.
-Empezó a presionar en el mundo la idea de que la gente está dejando de leer e influye excesivamente el tema de la televisión. La radio salió a competir con la TV. Entonces, las cosas son cada vez más superficiales y más breves. Antes podías intervenir hasta cinco minutos al aire. Hoy, el tiempo es, como máximo, de un minuto y medio. No me parece mal si la idea es ampliar los servicios al oyente.
-Dady Brieva, en Radio Mitre; Víctor Hugo Morales, en Continental; Oscar González Oro, en La Diez. ¿Desapareció el periodista puro y duro?
-Los que deciden en las radios buscan personajes con mucha popularidad e insertados masivamente que -en el mejor de los casos- también provengan de la TV y tengan una gran capacidad de comunicación. Es innegable que Víctor Hugo y Dady saben comunicar. En cuanto a González Oro está en una radio con la que se identifica un sector de la sociedad. Quizá lo inquietante es que mientras se entretiene -lo que está bien- se sacrifican otras cosas, como el tiempo imprescindible para exponer una idea o la calidad.
-¿No se ha sacrificado el tiempo de la información pura y dura?
-No. La radio es el bastión de la información al instante y le lleva a la TV una ventaja de diez o quince minutos, porque la televisión llega y tiene que chequear el enlace, armar el equipo. Otra novedad es el humor, como parte quizá de que la realidad argentina es muy agobiante y los medios deben alivianarla. La participación de los oyentes termina de bordar los programas, con sus aportes.
-¿ Cuáles son para vos los fenómenos de la última década?
-Hay muchos... Roberto Pettinato, Andy Kusnetzoff, Ernestina País, Sebastián Wainrach, María O Donnell, Juan Di Natale, Juan Castro, Fernando Peña... Y el de FM Milenium, con un original formato ideado por Santiago Pont Lezica, en el que apareció inicialmente el español Jesús Quintero, que acá conocimos por su programa televisivo El perro verde .
-¿Existe margen para un formato distinto del magazine sobreexcitado?
-Hoy no hay margen. Es cierto que el formato del magazine está impuesto como casi exclusivo. Pero también es cierto que la participación de los oyentes termina de bordar los programas con sus aportes.
Anécdotas del dial
1996
- En pleno gobierno menemista los funcionarios se enteraban de su relevamiento o designación por la radio. Como Haroldo Grisanti, al dejar el Correo, y Susana Decibe, al asumir la cartera educativa.
1998
- En enero irrumpe en el éter por la FM 106.3 Fm Milenium, un original formato ideado por Santiago Pont Lezica, ex productor del célebre presentador televisivo sevillano Jesús Quintero, quien formó parte de la programación con su ciclo nocturno El lobo estepario .
2000
- Omar Lavieri, en Tiempos Modernos (Radio Continental), se queja al aire de que no para de bostezar. Una oyente desde Ezeiza se ofrece a hacerle "una limpieza radial". Y Lavieri mejora.
2004
- Harto de los errores ortográficos en los mails de sus oyentes, Eduardo de la Puente, en FM Rock and Pop, empezó a devolverlos con este comentario: "¡Así no es, animalito!"
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