La Noche de las Ideas llevó la actualidad a las orillas, con un clima informal

OSTENDE.- Con dos charlas y dos performances que se desarrollaron en forma simultánea en el bar, la sala de lectura y el parador del Viejo Hotel Ostende, empezó en la tarde de ayer la cuarta edición de la Noche de las Ideas. La antropóloga e historiadora francesa Carmen Bernand estuvo a cargo de la conferencia inaugural de las jornadas dedicadas al debate y la reflexión que organiza el Ministerio de Europa y Relaciones Exteriores de Francia en más de noventa ciudades. Este año, el lema que engloba las ponencias y demás actividades es "ser viviente / estar vivo" y en la Argentina el programa suma un eje particular que invita a pensar el tema "más allá de lo humano".

La versión local de la Noche de las Ideas se extiende durante cuatro días en dos sedes: hasta el jueves, en Ostende; viernes y sábado, en el Museo Mar, de Mar del Plata. Antes de la conferencia de Bernand, que partió de la pregunta "¿lo humano es una noción obsoleta?", los organizadores recibieron al público y a los invitados nacionales y extranjeros con una charla inaugural en el bar del antiguo hotel, que estuvo repleto. Participaron la embajadora francesa, Claudia Scherer-Effosse; Yann Lorvo, consejero de cooperación y acción cultural de la embajada de Francia y director del Instituto Francés de la Argentina, factotum del encuentro desde la primera edición, en 2017; el intendente de Pinamar, Martín Yeza; Ariela Peretti, del Ministerio de Cultura de la Nación; Graciela Morgade, del Ministerio de Educación de la Nación, y Alexandre Roig, secretario general académico de la Unsam. En primera fila se ubicaron Daniela Gutiérrez, de Fundación Medife, y Roxana Salpeter, anfitriona del Viejo Hotel, que dijo con orgullo que ser sede del ciclo por cuarto año consecutivo es "el sueño de la piba". "Es la fiesta de las ideas en un edificio que tiene 106 años de historia", celebró. El exministro Hernán Lombardi, que participó en las ediciones anteriores, siguió las charlas como público también desde la primera fila.

En diálogo con LA NACION, Lorvo destacó: "En 2020, hemos elegido dar voz a autores del teatro contemporáneo y a una nueva generación de escritores franceses y argentinos. Intentamos mantener un hilo rojo entre cada edición -para que la gente no se sienta perdida- y, a su vez, renovarnos para atraer nuevos participantes. Creo que este hábito nos permite mantener un vínculo especial con el público. Supimos generar un momento festivo, pero que, a su vez, nos interpela y nos permite pensar el mundo en el que vivimos con otro ritmo: el de las vacaciones. Tiene lugar en un momento ideal del año y mediante un formato apropiado. El foco principal está puesto en proponer contenidos serios e invitados reconocidos en un contexto relajado".

Esa es la clave del éxito de este ciclo veraniego, que todos los años tiene más convocatoria tanto en Ostende como en Mar del Plata: la combinación de charlas de especialistas de disciplinas variadas en un entorno playero y distendido. Nada de actos formales ni cenas de gala: abunda el look informal en invitados y asistentes, que muchas veces llegan en ojotas y traje de baño y se suman a las actividades participativas, como las performances y las caminatas musicales a la playa. Por culpa del viento y el mal clima se pasó para esta tarde la caminata que iban a protagonizar la cantante Daniela Horovitz y el escritor Roberto Gárriz. Y dos de las performances que estaban previstas para el aire libre, la del francés Michel Didym, centrada en Samuel Beckett, y la de Gabriel Nardacchione y Marisa Fernández, sobre cuerpo y mente, se realizaron puertas adentro del hotel. Como la tarde no estuvo apta para la playa, debido al fresco y la amenaza de lluvia, mucha gente se acercó al hotel para escuchar las charlas. La de Bernand, como la mayoría de la primera jornada, fue seguida a sala llena.

La antropóloga recorrió algunos hechos globales importantes que tuvieron repercusión política: "Los incendios de Australia, que acompañan los temores justificados del desmonte de la Amazonia; la tensión entre la república islámica de Irán y los Estados Unidos; la huelga interminable de los transportes en Francia, que paraliza la economía del país; el Brexit, que amenaza la estabilidad de la Unión Europea; los experimentos genéticos del científico chino He Jiankui". Lo hizo con la intención de remarcar "la contingencia histórica a la que debe someterse la naturaleza humana y los otros seres vivientes". Bernand, en su doble rol de antropóloga e historiadora, puso el foco en dos características humanas: "La sociabilidad y la memoria de los antepasados, que obedecen a una serie de reglas que han durado milenios". Expresó: "Esa sociabilidad está cambiando" a causa de "las conexiones de la vida cotidiana contemporánea, que prefiere la mediación al contacto directo".

A la misma hora, en el jardín, la escritora francesa Nathalie Peyrebonne protagonizó la performance "Yo es una ficción", con una propuesta de escritura colectiva para retratar "un grupo en estado de ensueño". Muy cerca, en el espacio cercano a la pileta, la escritora Pola Oloixarac hablaba frente a otro grupo de dos figuras argentinas "pioneras del pensamiento feminista" a nivel local: Victoria Ocampo y Eva Perón. Nada más y nada menos. Eduardo Jozami habló sobre el lugar de los derechos humanos en la actualidad y Gabriel Entin, sobre "el estar vivo en el Río de la Plata en 1810".

Al cierre de esta edición, en la primera jornada de la Noche de las Ideas estaba por empezar la performance Queridas heridas, de la francesa Sophie Spandonis, en el parador del balneario. En simultáneo, en el bar del hotel, Tamara Tenenbaum reflexionará sobre el deseo como motor de la vida y Alejandro Tantanian compartirá con el público sus "Notas para una dramaturgia en dos tiempos". Antes de ir a dormir, público e invitados cerrarán la noche inaugural a toda música con un concierto de Horovitz, titulado "Vivir para cantar, cantar para vivir".