La mujer de la esvástica: la historia detrás de una oscura pintura de Siqueiros
“Alegoría con María Ilarráz Miranda de Terra” representa a la mujer de un dictador uruguayo y fue pintada en 1933, el mismo año que el mexicano hizo en la Argentina el famoso mural “Ejercicio Plástico”; entonces, comenzaba el régimen nazi en Europa
5 minutos de lectura'

La mujer de piel pálida lleva un rígido vestido negro; el rostro y su cuello, iluminados, destacan el colgante de una cruz esvástica que luce mientras posa de brazos cruzados, mirando hacia un costado, ignorando al hombre de tez negra ahorcado detrás suyo y a los soldados que avanzan en otro plano con la bandera de la hoz y el martillo. A su derecha, un gorro rojo frigio aparece atravesado por una lanza. La obra, titulada Alegoría con María Ilarráz Miranda de Terra, fue pintada por el mexicano David Alfaro Siqueiros (1896-1974) en 1933 -el mismo año que en la Argentina hizo el mural Ejercicio Plástico-, durante su segunda estadía en Uruguay, cuando el que el Partido Nacional Socialista llegó al poder. Será subastada el próximo lunes en la sala de Christie’s en el Rockefeller Center. Su valor, se estima, podría alcanzar los US$ 120.000.
El título del cuadro menciona a la esposa del presidente uruguayo Gabriel Terra, líder de un golpe de estado llevado a cabo en marzo de 1933. La mujer, imagen central de la pintura, “es indiferente a los símbolos de discriminación, traición y guerra que la rodean”, sostiene la especialista Irene Herner Reiss en el ensayo que publica el sitio web de Christie’s. El hombre ahorcado es una referencia directa a las imágenes de racismo y tortura; el gorro frigio atravesado por una lanza alude a la traición de los principios universales de la democracia, continúa el texto. Las masas marchando son un motivo visual recurrente del artista, que reaparecen más adelante en obras como ¡No Más, Detengan la Guerra! (1936, paradero desconocido), o en Retrato de la Burguesía (1936). El fondo oscuro proyecta “los elementos simbólicos del horror que estaba por venir”, sigue el escrito.
Siqueiros se encontraba en Uruguay cuando pintó este óleo sobre un rectángulo de arpillera de 63,8 por 44,5 centímetros. Había llegado en su tiempo de exilio, tras abandonar su país “por sus cuentas pendientes con la justicia a causa de la virulencia de su activismo en las filas del Partido Comunista”, explica Alicia Azuela de la Cueva en un texto publicado en la revista Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México. Después de vivir alrededor de siete meses en Los Ángeles, California, y haber dejado su huella en tres murales con fuerte contenido político [Mitín Obrero, en la Chouinard Art School; Retrato actual de México, en una residencia privada en Santa Mónica; y América Tropical, en la Plaza Art Center, en Los Ángeles], perdió su visa y debió abandonar los Estados Unidos. Partió con su mujer, la poetisa uruguaya Blanca Luz Brum, a Uruguay, donde se habían conocido en 1929, cuando el muralista participó como delegado de México en el Congreso Sindical Latinoamericano. El año anterior Siqueiros había asistido también como delegado político al IV Congreso Internacional de la Sindical Roja en Moscú.
Explica Azuela de la Cueva que durante y después de su destierro, Siqueiros promocionó la idea de que solo las obras revolucionarias en sus contenidos, técnicas, materiales y propuestas plásticas, tenían el poder para subvertir el orden establecido. También abogó por una relación indisoluble entre la labor artística y la política.
Entre 1928 y 1943, el artista transitó por la Unión Soviética, Estados Unidos, Uruguay, Argentina, España, Chile, Perú y Cuba. “A partir de su exilio en Los Ángeles en 1932, Siqueiros intentó incidir en los respectivos campos culturales de los países a los que viajaba para la gestación y desarrollo de un arte público monumental y revolucionario, que en ocasiones y según el contexto, se presentó como arte antifascista”, escribe Oscar Antonio Acosta Torres en David Alfaro Siqueiros y la Confederación de Trabajadores Intelectuales de Uruguay. Redes intelectuales, militancia y publicaciones, 1933–1934, publicado en la web del Museum of Fine Arts de Houston.
“Las opiniones antifascistas de Siqueiros se hacen evidentes a través de esta alegoría del totalitarismo internacional”, opina Reiss en el texto citado. “Este retrato fue realizado supuestamente a petición de un miembro del Partido Comunista Argentino para denunciar el reciente golpe de Estado”, sostiene la historiadora de arte e investigadora del Centro Nacional de Investigación de México (Cenidiap) Guillermina Guadarrama Peña, en su artículo El autoexilio argentino de Siqueiros.
La mujer de la esvástica no evoca únicamente a la esposa del entonces flamante dictador uruguayo, denunciando uno de los gobiernos de facto que se sucedieron en esa época en la región, “sino que también augura las masacres masivas en Europa que estaban por venir”, agrega Reiss. El holocausto fue la persecución y el asesinato sistemático de aproximadamente seis millones de judíos europeos, organizado por el régimen alemán nazi y sus colaboradores entre 1933 y 1945. Además de perpetrar el Holocausto, la Alemania nazi persiguió y asesinó a millones de otras víctimas, según data en la página web del Museo del Holocausto en Estados Unidos.
Alegoría con María Ilarraz Miranda de Terra fue exhibida en el Museo Nacional de Arte, en Ciudad de México en 1996; en el Museo de Arte de Santa Bárbara, en California, en 1997; y en el Museo de Bellas Artes de Houston, en 2009. La obra mural Ejercicio Plástico, creada por Siqueiros en 1933, durante su visita a la Argentina, en un sótano de la casa quinta Los Granados, del entonces empresario periodístico Natalio Botana en Don Torcuato, puede visitarse en el Museo Casa Rosada.
La obra Alegoría con María Ilarráz Miranda de Terra se subastará el día 28 de febrero a las 11, hora de Nueva York en Christie ‘s del Rockefeller Center. Encabezan la subasta de arte latinoamericano obras de Diego Rivera, Fernando Botero, Francisco Toledo, Leonora Carrington, Roberto Matta y Rufino Tamayo. También se incluyen piezas de artistas contemporáneos como María Magdalena Campos-Pons, Sarah Grilo y Pablo Atchugarry. En paralelo a la subasta en vivo, Christie’s estará abierto a ofertas online a partir del 24 de febrero.
Temas
Otras noticias de Arte y Cultura
Últimas Noticias
Ahora para comentar debés tener Acceso Digital.
Iniciar sesión o suscribite