La muerte de Christo, el artista que asombró al mundo
Christo (1935-2020). De esa manera breve y concisa se anunció la muerte del artista búlgaro Christo Vladimirov Javacheff, famoso por sus monumentales intervenciones urbanas y de land art, en el sitio web dedicado a su obra y la de su mujer, Jeanne-Claude, fallecida hace poco más de una década.
Desde la cuenta de Twitter de la pareja se informó que Christo murió hoy, a los 84 años, en su casa de Nueva York, sin haber podido inaugurar una de las muestras más importantes de su carrera. "Christo y Jeanne-Claude siempre dejaron claro que sus obras en progreso continuarían después de sus muertes. El Arco del Triunfo, Envuelto (Proyecto para París) sigue previsto del 18 de septiembre al 3 de octubre", agregó el breve comunicado.
Se refería al proyecto que iba a realizarse en marzo y que debió ser postergado por la pandemia del coronavirus: la "envoltura" con tela azul y cuerdas rojas durante dos semanas del Arco del Triunfo de la plaza Charles de Gaulle, en la capital francesa, en paralelo a una exposición retrospectiva que le dedicará el Centro Georges Pompidou. La muestra se centrará en el primer proyecto del matrimonio, El Pont-Neuf Envuelto, Proyecto para París 1975-85 y las obras que realizaron juntos entre 1958 y 1964.
"Tomate una pastilla", le rogó a Christo su mujer en 1984, cuando el artista se puso nervioso al escuchar en la calle el rumor de que su pedido había sido rechazado. Sin embargo, tras nueve años de negociaciones con Jacques Chirac, entonces alcalde de París, ambos lograron el esperado permiso que los autorizó a envolver con 40.000m2 de tela el célebre Pont Neuf.
La pareja ya había participado de la Documenta de Kassel, la muestra de arte contemporáneo más prestigiosa del mundo. Y en 1995 lograría envolver con tela el edificio del Reichstag en Alemania, tras enviar cartas a cada uno de los 622 legisladores y realizar innumerables llamadas telefónicas para convencerlos.
"Ja-más" fue la respuesta que dio Christo en el auditorio del Pérez Art Museum Miami (Pamm) a fines de 2018, cuando alguien del público le preguntó: "¿Alguna vez impulsó un proyecto que los gobiernos respaldaran con entusiasmo?". Acababa de terminar el documental que repasa el agotador proceso burocrático que demandaron dos de los proyectos más famosos realizados con Jeanne-Claude.
Otro de ellos, Islas Rodeadas, consistió en bordear con tela rosa, como un "gesto poético", las costas de once pequeñas islas artificiales de la Bahía Biscayne, en Miami. Aunque la pareja proponía financiar la obra con la venta de bocetos, los trámites de aprobación se extendieron durante tres años hasta que se concretó, en mayo de 1983.
"Es el único artista parecido a mí", dijo sobre él en una entrevista con LA NACION Marta Minujín, que ese mismo año presentó en Buenos Aires su Partenón de libros prohibidos para celebrar el retorno de la democracia.
La burocracia, sin embargo, le ganó a varios proyectos de Christo y Jeanne-Claude. Como el muelle inflable que pensaban instalar en el Río de la Plata, similar al que se montó en 2014-16 sobre el lago Iseo, en Italia. "Jorge Romero Brest nos invitó a la Argentina en 1972. Quería que hiciéramos una plataforma sobre la cual se pudiera caminar, pero no se concretó", recordó Christo en el Pamm, que dedicó sus principales salas a homenajear la intervención realizada 35 años antes en Miami.
El museo no solo consideró que aquella acción "dejó una huella imborrable en la historia cultural" de la ciudad, elegida desde 2002 por la poderosa feria suiza Art Basel como sede continental, sino que además definió ese gesto como "una narrativa de empoderamiento, un ejemplo de que los individuos solitarios son capaces de congregar a las fuerzas cívicas para concretar sus sueños. De que con determinación, voluntad y visión, todo es posible".