La metamorfosis de los cuerpos: historias de superación de fotógrafas inmigrantes en el Malba
El museo inaugura el jueves dos muestras protagonizadas por artistas mujeres que emigraron y construyeron sus propias carreras al registrar transformaciones culturales con osadía y sin prejuicios
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Trabajaba en su lavandería del centro de San Pablo cuando uno de sus hijos ganó una cámara en un concurso televisivo. La misma que poco después, a los cincuenta años, le cambiaría la vida. Inmigrante nacida en Budapest, huérfana de madre desde muy chica y criada en la Argentina, Madalena Schwartz se limitó a “retratar su aldea”: registró a los travestis y transformistas con los que se cruzaba de camino entre el cercano Foto Cine Club Bandeirante, donde se formó, y su departamento en el edificio Copan, diseñado por Oscar Niemeyer. Con su forma de mirar desprejuiciada, logró convertirse en una de las grandes exponentes de la fotografía brasileña.
“Se interesó por la escena, la música y la pantalla, pero también por el mundo íntimo, más profundo y humano. No capturaba imágenes sino que había una colaboración entre la artista y las modelos; a muchas las retrató durante años, en su propia casa, y algunas incluso se hicieron amigas de la familia”, señala a LA NACION Samuel Titan Jr., coordinador ejecutivo del Instituto Moreira Salles (IMS) de Brasil y cocurador junto con Gonzalo Aguilar de Las metamorfosis, la muestra que le dedicará el Malba desde el jueves próximo.
Así, las fotografías de artistas como el cantante Ney Matogrosso, el performer argentino Patricio Bisso o del grupo Dzi Croquettes, referente de la “movida gay” en San Pablo y Río de Janeiro, conviven por ejemplo con una serie de retratos íntimos de Samantha que muestran sin pudor sus órganos sexuales, sus senos artificiales y su pose con una muñeca en brazos, “como expresión de la fantasía de la maternidad”. “Boneca quiere decir muñeca en portugués, pero en Brasil también alude a los travestis -acota Aguilar, miembro del Comité Artístico de Malba-, así que tiene muchas capas de sentido”.
Por la época en que tomó esas imágenes, en la década de 1970, conoció a Sara Facio. “Me llamaron mucho la atención sus fotos de travestis, tan audaces para esa época en que era un tema prohibido. Claro que todo estaba prohibido... -recuerda la gran fotógrafa argentina en diálogo con LA NACION-. Estuvimos muy unidas con Cristina Orive, mi socia en La Azotea Editorial, y Jorge, hijo de Madalena”. Este último estará presente en la inauguración y dialogará con Laura Isola el lunes 8 a las 18.30, en una charla titulada “Todo sobre mi madre”.
La osadía de esa madre queda demostrada por el panorama regional que ofrece la muestra, con registros mediáticos e imágenes de fotógrafos y colectivos de distintos países que también hicieron foco en quienes se atrevieron a ir contra la norma impuesta por las dictaduras. “Schwartz comenzó a fotografiar a los travestis en 1971, el año más violento de la dictadura en Brasil –recuerda Aguilar-. Había un movimiento de resistencia muy fuerte”.
El contexto tampoco era alentador entre febrero y septiembre de este año, cuando la exposición se montó en la sede del IMS en San Pablo. “Es un momento de mucha represión, pero quisimos rescatar el trabajo de una mujer que había quedado un poco en las sombras”, observa Titan Jr. en referencia al actual gobierno del exmilitar Jair Bolsonaro. Y explica que la institución que coordina recibió el legado de Schwartz en donación hace poco más de dos décadas, años después de que ella muriera en 1993.
En Buenos Aires, en cambio, la primera colaboración entre el IMS y el Malba dialoga muy bien con Inventar a la Intemperie, muestra que aborda en el Parque de la Memoria “los cruces e intercambios entre prácticas artísticas contemporáneas, activismos y políticas sexuales”, y con Temporada fulgor, otra exposición que el museo inaugura el jueves con la presencia de actrices que protagonizaron la época dorada del teatro de revista en la Argentina. Entre la década de 1960 y la del 70 fueron retratadas en Foto Estudio Luisita, un estudio fotográfico casero dirigido también por mujeres inmigrantes que inspiran con su historia de esfuerzo y superación: las hermanas colombianas Luisa y Chela Escarria, que llegaron a la Argentina para refugiarse de la creciente violencia en su país.
En el living de su departamento de la calle Corrientes hicieron sentir como en su casa a estrellas como Susana Giménez, Moria Casán, Ethel y Gogó Rojo, Mimí y Norma Pons, Nélida Lobato, Luis Sandrini, Roberto Galán, Gerardo Sofovich y Atahualpa Yupanqui. Recibidas con café y arepas, mientras escuchaban boleros, seguían las indicaciones de Luisita: “Pensar en algo lindo, porque eso se refleja en la mirada”. Chela se ocupaba más tarde del revelado y de los pacientes retoques con pincel.
Su archivo de unas 40.000 imágenes fue descubierto en 2008 por Sol Miraglia, una joven fotógrafa que entonces trabajaba en un servicio técnico de cámaras y pronto se hizo cargo de su preservación y difusión. Una década después estrenó un documental sobre ellas realizado con Hugo Manso, que ganó el Premio del Público en el Bafici y el año pasado integró un homenaje en BAphoto Live. Ahora colaboró con Sofía Dourron en la curaduría de la muestra del Malba, una invitación a descubrir “un momento de grandes transformaciones en el rol de la mujer”.
Para agendar:
Las metamorfosis. Madalena Schwartz y Temporada fulgor. Foto Estudio Luisita, desde el 5 de noviembre hasta el 14 de marzo en Malba (Av. Pres. Figueroa Alcorta 3415). Inauguraciones con entrada libre y gratuita: jueves 4 a las 19. Conferencia inaugural: jueves 4 a las 18, con inscripción previa y transmisión en vivo por YouTube
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