La “Madona cósmica” de Salvador Dalí quiere batir un récord
El tasador especializado en el pintor español Bernard Ewell confirmó a LA NACION que ya tienen ofertas y que con esta obra poco conocida del genio catalán buscarán superar los 15,9 millones de euros del “Retrato de Paul Eluard”
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En tiempos de criptoarte, la noticia de que una pintura de caballete creada hace 63 años sale a la venta resulta alentadora. Claro, no es cualquier pintura, sino una obra muy poco vista de Salvador Dalí (1904-1989), representante del surrealismo y genial artista español. La venta no es pública, sino entre privados: no se sabe a ciencia cierta quién la vende, no se conoce el precio exacto y difícilmente tengamos el nombre y apellido del comprador. Son transacciones que solo a veces se revelan, como un secreto, a diferencia de las que se realizan en subastas públicas y que llegan con bombos y platillos (y varios ceros) hasta las tapas de los diarios.
Madona cósmica, el óleo en cuestión, no se veía en público desde 1965, y en el catálogo razonado de la producción del artista que lleva al día la Fundación Gala-Salvador Dalí solo figura una foto en blanco y negro. Están sus dimensiones, 152,5 por 91,5 centímetros, y el título que el artista escribió en el reverso de la tela: El corte de la oreja de Van Gogh desmaterializándose desde su espantoso existencialismo y explotando al modo de un pión durante el deslumbramiento de la Madona Sixtina de Rafael. Con la publicación en la página web www.cosmicmadonna.com, por primera vez se descubren los tonos azules y rosas de esta pieza del época mística-nuclear.
Así, esta casi desconocida obra y su salida a la venta es una de las primeras noticias del mercado global del arte en 2021, afectado como muchos otros por la pandemia de Covid-19. Según un estudio difundido hace veinte días por la feria suiza Art Basel, cayó un 22% en 2020, aunque al mismo tiempo la crisis sanitaria duplicó las ventas de obras por internet, que llegaron a un máximo histórico de $ 12.4 mil millones. Lo particular del caso es esta mezcla de venta privada y modalidad online, que la hace pública.
Bernard Ewell, tasador acreditado que se especializa en Dalí desde hace cuarenta años, y Enrique Esteban Zepeda Vázquez, tasador y coleccionista, son los agentes contratados para gestionar la exposición y venta de la Madona cósmica o Cosmic Madonna, en inglés. “La pintura ha permanecido en una colección familiar basada en Estados Unidos durante los últimos cincuenta años –contó este mediodía Ewell a LA NACION–. Los dueños me encargaron que la tasara y después me pidieron si podría venderla por ellos. Normalmente no hago esto, pero el dueño insistió: el mercado del arte es muy peligroso. Yo escribí un libro que tuvo cuatro premios, y su título es Artful Dodgers: Fraud & Foolishness in the Art Market –algo así como fraude y necedad en el mercado del arte–. Decidí hacer una excepción y ayudar al dueño a vender la obra para protegerlo. Él no quería tener que negociar con las personas de ese mundo. Mucha gente no lo sabe, pero ese es un lugar horrible. Incluso el mercado internacional de drogas ilegales tiene más regulación”.
En un informe que se adjunta al brochure para potenciales compradores, Ewell explica que estamos en presencia de una obra típica del tema, materiales y técnicas de la época en que se pintó (1958), pero es aproximadamente cuatro veces más grande. En ese momento, el artista tenía 54 años y estaba en el apogeo de su destreza artística. Zepeda agrega, categórico: “Es una obra maestra que representa la culminación de la obra mística nuclear de Dalí”.
Si bien el precio de base no se difundió aún, los gestores escuchan ofertas, y hay algo que dan por seguro: esperan marcar un nuevo récord. “Como nada parecido a esta obra ha estado disponible en las últimas décadas y porque es raro que alguna vez vaya a haber otra así, el precio va a ser mayor de lo que alguna vez se haya pagado por un Dalí. Discutiremos el valor con un comprador serio. Estamos considerando varias ofertas”, dice Ewell por teléfono desde Nueva México.
Cuando se subastó el Retrato de Paul Eluard, se conoció el último récord de cotización para un Dalí. Se vendió en Sotheby’s de Londres en 2011, por 15,9 millones de euros. Se trataba de un cuadro muy especial, pintado en 1929, en el que Dalí intenta homenajear al poeta al que le había robado la esposa, Gala, que para Dalí era una de las musas de su Olimpo y permanecerá hasta el fin de sus días a su lado. Ese cuadro superó el anterior récord marcado en esos mismos días en la casa inglesa de Christie’s por otra obra de Dalí, el estudio para La miel es más dulce que la sangre, un pequeño cuadro preparatorio de una creación de título homónimo que se cree perdida y que adquirió la Fundación Gala-Salvador Dalí por 4.794.215 de euros. En el podio daliliano están también Primavera necrofílica (1936), que se vendió también en Sotheby’s, pero de Nueva York, por US$ 16,322,500. Se trata de “uno de los momentos más creativos de la carrera de Dalí, cuando, en París, establece su iconografía personal, en la que mezcla las imágenes oníricas con las figuras hiperrealistas”, explicó entonces Simon Shaw, director de la subasta. Dos personajes en la llanura y bajo un cielo que recuerda a su Cataluña natal. Otra buena venta fue la de Momento de transición (1934), paisaje surrealista de calidad museo, que alcanzó tras su venta en 2014 en Christie’s en la Gran Manzana US$ 9,125,000.
Consultados ahora por estimaciones de cotización de la Madona cósmica, Sotheby’s no hace comentarios. “Por política de la empresa, no podemos comentar sobre el valor de una obra que no esté consignada en Sotheby’s”, explican.
“Por los códigos deontológicos de los museos, no podemos pronunciarnos sobre estimaciones”, dice Imma Parada, a cargo de la comunicación de la Fundación Gala-Salvador Dalí. Pero aporta un dato certero entre tanto misterio: no es probable que ellos pudieran ser esta vez los compradores: “Debido a los efectos de la pandemia, no nos lo podemos plantear”. Hay mil pinturas de Dalí catalogadas, “se las puede encontrar en 147 colecciones distintas, entre las cuales hay un centenar de museos de todo el mundo”, se explaya Parada.
El sitio web de Madona Cósmica está online hace menos de una semana. Allí, en una investigación, Ewell desliza: “Indudablemente si una de las obras maestras de Dalí fuera retirada del Museo Salvador Dalí, algo que nunca sucederá, su disponibilidad provocaría una estampida en el mercado y la el precio pagado sin duda estaría muy por encima de los 100 millones de dólares”. No parece algo disparatado: en 2018 Sotheby’s Nueva York vendió una acuarela de Basquiat por US$ 110.000.000. La obra más cara jamás vendida en subasta es el Salvator Mundi, atribuida a Leonardo da Vinci, que tras una puja feroz en Christie’s de Nueva York costó en 2017 US$ 450.300.000. Si se llegaran a conocer los datos de esta venta privada, aunque publicitada, seguro serían otra noticia de tapa.
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