La London City: el café, la cúpula y Cortázar tras el cristal
La emblemática confitería donde el autor escribió parte de su novela “Los premios” se encuentra en la planta baja de un edificio histórico cuya cúpula podrá ser visitada este fin de semana; una experiencia inmersiva revive la historia del lugar
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En la esquina de Avenida de Mayo y Perú, donde el aroma del café se mezcla con la historia, la confitería London City representa un umbral en el que la literatura y la arquitectura dialogan. Inaugurado en 1954, este emblemático bar del casco histórico fue refugio de artistas, periodistas y políticos, y quedó inmortalizado por Julio Cortázar, quien escribió allí parte de su novela Los Premios (1960).
Hoy, una escultura del escritor observa desde la ventana el pulso de la ciudad, un instante atrapado en el tiempo junto al eco de su obra. “Ya no había demasiada diferencia entre el bar y la calle; por la avenida bajaba y subía ahora una muchedumbre compacta con paquetes y diarios y portafolios, sobre todo portafolios de tantos colores y tamaños”, escribió el autor en su primera novela publicada mientras observaba desde las mesas del café notable el desfile de rostros anónimos.
La confitería se ubica en la base de un edificio erigido en 1895 por el ingeniero Edwin Merry para la familia Ortiz Basualdo, una construcción que es testimonio vivo de la historia de Buenos Aires por ser de las primeras de gran porte en ubicarse en la zona. Su cúpula, recientemente restaurada, es una de las más antiguas de la ciudad, ofrece vistas privilegiadas de algunos de los más destacados íconos arquitectónicos porteños y es protagonista de eventos culturales como la Noche de Cúpulas.
El inmueble albergó inicialmente la sastrería Suárez y Marolia, antes de convertirse en una sucursal de la emblemática tienda departamental Gath & Chaves en 1910. Fue entonces cuando el arquitecto Salvador Mirate reformó la fachada con una estética industrial inglesa y amplios ventanales, coronándola con una cúpula revestida en pizarra que funciona como un ojo en altura desde donde es posible observar la torre de la Legislatura, las cúpulas del Otto Wulff, el Cabildo, las torres Bencich, el ex Banco de Boston y la Equitativa del Plata.
A mediados del siglo XX, el café London abrió sus puertas en la planta baja de esta edificación histórica, atrayendo a intelectuales y políticos debido a su cercanía con la Legislatura y el diario La Prensa. Sin embargo, tras varias décadas de esplendor, el café cerró en 2013 para una restauración y reabrió al año siguiente.
El resto del edificio funcionó durante un tiempo como depósito y se destinó a oficinas municipales. En 2023, la empresa Progorod, liderada por el arquitecto Luis Gorodner, inició la puesta en valor de la fachada, el interior del inmueble y la cúpula, elemento arquitectónico que originalmente simbolizaba la grandiosidad de la nueva Buenos Aires.
El arquitecto Juan Llames, encargado de esta última restauración, explica a LA NACIÓN que “las cúpulas eran el remate de la esquina y el símbolo final de un edificio clásico, los cuales tenían un basamento, un desarrollo y un final, a diferencia de los modernos, que no presentan terminaciones finales”.
Con una estructura de 25 metros cuadrados y una altura de unos 15, la cúpula de la London tiene dos pisos con cuatro óculos en la parte superior y aberturas en su primer nivel, ornamentada con zinguería trabajada en chapas de latón con motivos florales. Su restauración buscó recuperar su esplendor original, incluyendo la posibilidad de reactivar el faro en su cúpula.
“Avenida de Mayo fue el primer intento de modernización en una época en que Buenos Aires aún conservaba el aspecto de una aldea. Se proyectó como un boulevard al estilo parisino, con el objetivo de darle a la ciudad una impronta de capital moderna. En este contexto, el edificio de la London fue una de las primeras construcciones en la zona”, señala el arquitecto.
La edificación integral de siete pisos y 300 metros cuadrados por planta conserva su estructura metálica original de 1890, revestida con ladrillo y revoque de piedra París. “Es de edificio italianizante reformado con un basamento de planta baja y primer piso, y un desarrollo en los niveles superiores con grandes ventanales que le dan mucha luz, y los pisos 6 y 7, escalonados, que se van retirando hacia adentro y terminan con una mansarda y la cúpula de pizarra en la esquina”, detalla Llames. Y agrega: “La fachada exterior se organiza a partir de la esquina, en donde se ubica la entrada principal al café, coronada por la cúpula. La marquesina, de hierro y vidrio, conserva su estructura original”.
En la actualidad, el edificio sirve de escenario para experiencias culturales que resignifican su historia. Es el caso de la iniciativa Noche de Cúpulas, un evento que transporta al espectador a través de performances inmersivas con la propuesta Las Costuras del Tiempo, la cual recrea el momento fundacional de la tienda Gath&Chaves con actores que interpretan a sus fundadores e invitan al público a sumarse a la fiebre comercial de la época. Creada por Lindalinda, Romina Bulacio Sak y Natalia Chami, con curaduría de Ana Groch, y producción de Verónica Groch y Alejandro Langer, la actividad incluye un cóctel y la posibilidad de disfrutar de las vistas desde la cúpula de un edificio donde el pasado y el presente dialogan sin cesar.
Para agendar
Las Costuras del Tiempo. Sábado 29 de marzo, a las 18, 19.30 y 21, en Av. de Mayo 591. Más información y compra de entradas en Alternativa Teatral.
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