La librería que sabe vivir
Lo mejor que tenía aquella comedia romántica de Nora Ephron, titulada "Tienes un e-mail", era la apasionada defensa que Kathleen Kelly, interpretada por Meg Ryan, hacía de su pequeña librería especializada en obras infantiles, frente a la expansión de la cadena Foxbooks, exponente de la globalización editorial en el Upper West Side de Manhattan. Sus armas eran el conocimiento minucioso de la oferta y el trato personalizado. Kathleen decía que si las pequeñas librerías desaparecían la identidad misma de Nueva York se vería afectada. No lo consiguió: la monumental FoxBooks, liderada por Joe Fox (Tom Hanks) le torció el brazo. No obstante, tuvo que sumarla a sus filas ante la ineficiencia de sus empleados para identificar títulos y autores. La anécdota viene a cuento justo cuando, en Buenos Aires, una librería café que ha logrado sobrevivir a los avatares político-económicos vernáculos celebra sus 90 años de historia: Clásica y Moderna.
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El largo devenir de la librería fundada por la familia Poblet se remonta a 1916 con la aparición de la Librería Académica. Emilio Poblet Diez, recién llegado de Madrid con sus hijos Emilio, Francisco y Ricardo todavía adolescentes, le dio forma y fondo a sucesivos locales sobre la avenida Callao, hasta que Clásica y Moderna amaneció en Buenos Aires en 1938. En los años 50, la librería se convirtió en el punto de reunión ineludible de los escritores, los políticos y los referentes de la cultura local. Fue en los albores de la democracia que Natu y Paco Poblet, herederos de Francisco, comprendieron que el futuro de la librería -hoy reconocida como parte del patrimonio cultural de los porteños- estaba en no detener el paso y diversificar la oferta cultural incorporando el café, la música, las muestras de arte y los espectáculos siempre con un pie en los libros, que en sus orígenes fueron reconocidos por su especialización en las humanidades.
Desde hace seis meses, Natu Poblet -continuadora de la tradición familiar tras la muerte de su hermano Paco- decidió apostar a un rubro en franco ascenso: los libros de viajes y las ediciones de lujo, como parte de esa diversificación que exigen los tiempos globales a los exponentes pequeños e independientes de la cultura. Y lo hizo de la mano de un partner de crecimiento eficaz: El Corte Inglés. El gigante español abrió su agencia de viajes en Buenos Aires y convocó a Clásica y Moderna por su marca y su experiencia.
Desde los libros dispuestos estratégicamente en los anaqueles de la sede porteña de El Corte Inglés, la Argentina despliega sus encantos frente a los turistas y la oferta mundial se aproxima en ediciones cuidadas. "Este es nuestro valor agregado en el mercado de los viajes", dice el gerente general Ramón Alvarez. Y Natu Poblet, que ya ha organizado un cronograma de degustaciones y presentaciones de libros vinculados con la gastronomía, los viajes y las crónicas indispensables para los turistas, agrega: "Nosotros somos una librería". Que es una forma de decir "sabemos cómo acompañar" desde el acercamiento amigable y silencioso que sólo los libros son capaces de brindar. La compañía se nutrirá desde el mes próximo con la savia del mejor cine argentino, de la mano de la Cinemateca, cuando en Clásica y Moderna comience el ciclo de cine-bar.
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