La letra dura más que los cuerpos
No nos engañemos: Playboy era una revista para mirar, no para leer, y nadie la compraba por las crónicas y entrevistas que había también en sus páginas. Sin embargo, por una curiosa decisión editorial, ahí estaban, resistencia letrada, esas entrevistas y crónicas, casi como una justificación intelectual (¿o moral?) del resto de sus páginas. Las entrevistas de Playboy -algunas de ellas hechas por Alvin Toffler- fueron especialmente memorables, sobre todo las de Miles Davis, Vladimir Nabokov y Marlon Brando. Cuando, en 1982, Emecé publicó una selección, el libro llegó a bibliotecas que nunca habían tenido la revista. Igual que Escapade, otra revista de la misma época con pinups y desnudos en las tapas, Playboy se aseguró las firmas de la época: Ray Bradbury (Fahrenheit 451 salió por entregas), Vonnegut, Saul Bellow, Jack Kerouac (publicó el relato "Una linda rubia" y el ensayo fundamental "Orígenes de la Generación Beat"). Esos escritos probaron durar más que los cuerpos ligeros que les servían de coartada.