La intimidad de los Brontë: visita a una familia literaria
A 200 años del nacimiento de Emily, una de las autoras de Cumbres borrascosas, el mito sigue vivo; Laura Ramos revive una historia de secretos y de un éxito atemporal
Una sola imagen, una pintura en este caso, lo dice todo: las hermanas Brontë posan para el artista, muy elegantes y serias. Anne y Emily están paradas de un lado de una columna, y Charlotte, del otro. En el medio, nada. O al menos eso parece, pero sobre la superficie dorada de la columna aparece una figura humana borroneada. La obra es de 1834 y pertenece a la National Portrait Gallery de Londres. El personaje omitido, que con el tiempo resurgió como una sombra, es el propio autor del cuadro y del manchón: Patrick Branwell, el hermano "perdido" de las Brontë, el único varón, el que prometía trascender por su talento y fue proscripto por la cofradía femenina.
En Infernales, la hermandad Brontë (Taurus), Laura Ramos recupera la figura de Branwell, poeta maldito que siguió un camino de autodestrucción y terminó olvidado por la historia oficial. La biografía de Ramos es monumental, exhaustiva, puntillosa: le llevó más de siete años de trabajo y varios viajes a Inglaterra, en especial a Haworth, el pueblo del norte en el que vivió la familia Brontë, devenido en meca de peregrinación turística con merchandising, cafés Brontë, taxis Brontë y hasta un Brontëbus con wifi gratis que hace el recorrido desde la estación de tren más cercana. Al museo llegan alrededor de 70.000 visitantes por año, cifra que aumentó desde 2016 por el bicentenario del nacimiento de Charlotte.
Pero además de reconstruir las vidas de los hermanos y de desarmar mitos, Ramos se propone dilucidar cómo se construye un mito que se convierte en fenómeno 200 años después. Y lo de fenómeno no es desmesurado: en Europa y el mundo occidental se vive un furor Brontë, que se refleja en las reediciones con excelente venta de las novelas Jane Eyre y Cumbres borrascosas (Penguin Classics); las biografías, muestras y homenajes, y una nueva película sobre las hermanas con una visión más real y feminista. To Walk Invisible, dirigida por Sally Wainwright, fue realizada por la BBC en 2016 y puede verse vía streaming por HBO Go. En la Argentina, en los últimos tres años, Cumbres borrascosas y Jane Eyre aumentaron sus ventas en un 400 por ciento, según datos de la editorial que los define como "best sellers silenciosos", porque que se venden constantemente y son "descubiertos" por los lectores jóvenes.
La Brontë Society (www.bronte.org.uk) lleva adelante los festejos por los bicentenarios de los hermanos: después de Charlotte, en 2017 fue el turno de Branwell, este mes es el de Emily y en 2020 será el de Anne. Para homenajear a la autora de Cumbres borrascosas habrá una semana de festejos en Inglaterra a partir del lunes 30.
"Cuando murió, en 1855, Char-lotte ya era célebre. Al año siguiente, su amiga la escritora Elizabeth Gaskell tomó como propia la causa del honor de los Brontë y escribió una biografía política cuando todavía estaban vivos muchos de los personajes de las novelas de las hermanas, a los que quiso cuidar. Es una biografía restringida, pero maravillosa, porque se lee como una novela y es una fuente de primera mano. En ese momento, los hermanos Bell (Currer, Ellis y Acton Bell, seudónimos masculinos de las Brontë) eran los escritores más famosos de Inglaterra. Cuando muere Charlotte, el diario titula ?Currer Bell ha muerto': era tan literaria que se la devoró el seudónimo, aunque ya se sabía que era la autora de Jane Eyre. Poco antes de su muerte, ella decide vindicar el nombre de la familia y en esa tarea la acompañó Gaskell", cuenta Ramos. Así nació el mito de las tres hermanas sufridas y grises, desapasionadas y angelicales. Esa biografía oficial ocultó amores, amantes, vanidades y mandó a las sombras al opiómano de Branwell, aunque él ya había sido excluido de la hermandad al no recibir la herencia de la tía que le permitió al trío femenino publicar sus primeros títulos. Por algo se borró, literalmente, del cuadro familiar que él mismo había pintado.
Controvertidas y revoltosas, las Brontë hicieron historia y anticiparon otra era. Una época en la que las mujeres escriben sobre mujeres que luchan por sus derechos, por sus amores y por su reconocimiento. Como dice Ramos, La inquilina de Wildfell Hall, la segunda novela de Anne, es una novela feminista pionera que habla sobre una mujer que se divorcia, cuida sola a su hijo, se crea una profesión, encuentra el amor y es feliz. "Una historia revolucionaria para la Inglaterra del siglo XIX y que todavía hoy puede resultar, para algunos, aterradora".