La inmigración contada en 32 historias
La escritora Lucía Gálvez se sumerge en uno de los fenómenos fundacionales del país, partiendo de casos reales
Cruzaron el océano hasta llegar al puerto de Buenos Aires, a fines del siglo XIX, huyendo de la indignidad del hambre, del terror, de las persecusiones religiosas y políticas, de la angustia del desempleo o en busca de un amor que se les negaba en su tierra. Y hubo quien perdió un barco hacia Estados Unidos y subió a otro que lo trajo al Sur. ¿Cosas del destino?
La historiadora Lucía Gálvez reconstruyó la primera gran oleada migratoria de nuestro país -desde fines del siglo XIX hasta las primeras décadas del XX-, en un libro que produce identificaciones inmediatas. Aquel fenómeno fue uno de los momentos fundacionales de la república, dice la escritora en diálogo con LA NACION.
"Historias de inmigración" (Norma), uno de los libros más vendidos de la 29° Feria del Libro, reúne 32 historias de italianos, españoles, rusos judíos, armenios, alemanes, polacos, sirio-libaneses, ucranianos, galeses, irlandeses, griegos y croatas -entre otras identidades-, que configuraron el "crisol de razas", como suele conocerse a la Argentina en el mundo.
Son casos heroicos que la escritora recogió en una investigación entre 2001 y 2002. Pero la semilla había sido plantada en 1995. Cuando Gálvez descubrió la historia de la galesa Doris Hannay ap Iwan, de 95 años, cuyos recuerdos incluían el intercambio cultural y comercial con tehuelches de taparrabo y torso desnudo, en la Patagonia de comienzos de siglo.
-¿Qué motivó aquella primera oleada migratoria a nuestro país?
-Los motivos fueron diversos. Algunos eran perseguidos por sus ideas religiosas, como los judíos o los irlandeses. Otros, por razones políticas, como los alemanes y los rusos judíos. También estaban los que venían para buscar trabajo y huían del hambre. Pero en todos ellos había una meta común: progresar. Apostaban al futuro y compartían el valor del sacrificio.
-¿Qué representatividad tienen esas historias individuales en relación con nuestra sociedad?
-Es proporcional a la integración real de la sociedad, en cuanto a clases sociales, a nacionalidades, a motivos por los que llegaron y a las regiones donde se radicaron. Son pequeñas vidas que permiten comprender nuestra historia. Tolstoi decía: "Pinta tu aldea y pintarás el mundo". En aquel período llegaron seis millones de inmigrantes y quedaron en el país 3.385.000. Esa cifra muestra la importancia de la inmigración en la Argentina moderna.
-En el libro hay nombres conocidos.
-Sí, entre otros, están los ascendientes de escritores como Víctor Massuh y Hebe Clementi, la ex vicegobernadora Elva Roulet, los García Belsunce, el intelectual Manuel Sadovsky, cuyos ancestros habían huido de los pogroms rusos. Y pensar que la idea surgió durante una feria del libro en Buenos Aires. Observando a la gente, pensé: "Muchos de ellos deben tener un ascendiente inmigrante igual que yo".
-¿Cómo seleccionó esas 32 vidas?
-Después de la historia de Doris, pregunté entre mis amigos. Y así fueron surgiendo otras historias. Cuando tuve el número suficiente comencé a escribir. Todas las entrevistas que hice están en el libro. Pero me gustaría continuar investigando sobre este fenómeno inmigratorio. Lo interesante de estas historias particulares es que permiten que cada uno busque la suya propia. Sería muy bueno que el libro se pudiera utilizar en la escuela, porque estos casos de carne y hueso permiten acercarse a ese momento de la historia.
-¿Qué vidas la conmovieron?
-Fueron varias. Está la vida de Abraham Sacas Curi y Grace Coulthard. El era sirio, de religión cristiana ortodoxa, pero su tierra terminó en manos de Palestina cuando era un adolescente. Se convirtió al protestantismo anglicano, tras estudiar en una escuela evangélica, por decisión de su padre. Huyó de Palestina, porque no quería matar ni casarse por deber, sino por amor. Aquí conoció a Grace, descendiente de escoceses, que llegó en 1907 de Estados Unidos. Me conmovió que escribiera en un diarito su autobiografía.
-¿Y algún amor de novela?
-El de Pablo y Sofía Lenzner, pioneros de la Patagonia. El era el menor de nueve hijos de un agricultor de Sajonia, con pocas posibilidades de progresar. Decidió embarcarse para América del Norte, pero perdió el barco y tomó otro para Buenos Aires. Luego de probar suerte en un par de provincias, en 1907 se radicó en la Patagonia. Trabajó duramente en esa soledad, construyó su casa y a los 40 años decidió poner fin a su soltería. Volvió a su patria y allí se enamoró de Sofía Schmit, de 23 años, hija de un famoso médico. Tan hermosa como aguerrida, ella lo siguió en su travesía hasta Río Gallegos, con el piano de cola incluido, sin el cual no podía vivir. Tuvieron cinco hijos.
-¿Cuáles fueron los valores de aquellos inmigrantes que hoy son especies en extinción?
-El valor de la palabra dada, el del honor, el sacrificio, la vergüenza, la perseverancia, la dedicación al trabajo y el respeto a la familia, que para los inmigrantes fue muy importante. Hoy nadie quiere sacrificarse y ya no existe cultura del trabajo. En este país hubo una traición a los inmigrantes, a quienes se les negó la tierra que se les había prometido. Hoy hay una crisis de elites, las que tendrían que unirse. Los argentinos tenemos que asumir nuestros errores -como el exitismo y la arrogancia- para cambiar.
Un país con otros valores
El siguiente es un fragmento de "Historias de Inmigración":
"En estos tiempos absurdos, en los que no llegamos a entender por qué estamos como estamos, es necesario dirigir una mirada hacia el pasado y recordar que, ayer nomás, nuestra patria pudo ser refugio para quienes buscaban libertad, y oportunidad para quienes no la tenían. La sangre de esos viajeros y de los que llegaron siglos atrás, llenos de esperanzas y coraje, es la misma que corre por nuestras venas. Una Argentina unida en las diversas ideas y costumbres, con posibilidades para todos sus habitantes, la Argentina que trabaja, crea, estudia y se esfuerza, espera a que la rescatemos de las garras de la corrupción y de la ignorancia".
Perfil
Lucía Gálvez
- Nació en la Capital Federal.
- Licenciada en historia, egresó con diploma de honor de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, en 1990.
- Publicó, entre otros libros, "El país, los hombres, las ideas: história del Club el Progreso (1852-1990)", en 1990; "Mujeres de la conquista", en 1991; "Guaraníes y jesuitas. De la Tierra sin Mal al Paraíso", en 1995; "Historia de la Casa Rosada", en 1997; "Historias de amor de la historia argentina", en 1999 , e "Historias de inmigración", en 2003.
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19: "El paraíso en la otra esquina", de Mario Vargas Llosa. Sala José Hernández.
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