La hora de la literatura mexicana, voces de mujeres que conquistan el mundo de las letras
Ganadoras o finalistas de premios literarios internacionales de manera consecutiva, en el último tiempo las escritoras mexicanas lograron captar el interés de editores y lectores más allá de las fronteras de su país. Con participación en festivales de literatura en todo el mundo, miles de seguidores en redes sociales y una sensibilidad acorde con los cambios de época, varias autoras de ficción y de no ficción de ese país son reconocidas en la Argentina. Obras de Elena Poniatowska, Premio Cervantes 2013; Ángeles Mastretta, Guadalupe Nettel, Cristina Rivera Garza, Bárbara Jacobs, la ganadora del American Book Award 2018, Valeria Luiselli; Verónica Gerber Bicecci, la maestra de periodistas Alma Guillermoprieto, la narradora, académica y tuitera Margo Glantz y Fernanda Melchor, entre varias otras, son buscadas en librerías argentinas. Y, por fortuna, se empiezan a encontrar sus títulos.
La voz y la magia
Hace unos días, cuando se anunció en Londres la shortlist del premio internacional Booker (en la que quedó finalista la argentina Gabriela Cabezón Cámara por Las aventuras de la China Iron), no pasó desapercibido el nombre de Fernanda Melchor (Veracruz, 1982), periodista y autora de la celebrada novela Temporada de huracanes (Literatura Random House), de 2017, que cuenta el asesinato de una mujer conocida como la Bruja Grande en el pueblo ficticio de La Malosa. Por este título, que reconstruye mediante varios registros una historia siniestra, la escritura de Melchor fue comparada en su país con las de las argentinas Mariana Enriquez y Samanta Schweblin. También recientemente, fue elogiada por The New York Times por la belleza de su prosa. Pero la musicalidad del torrente de mexicanismos de la novela de Melchor hechiza en especial a los lectores hispanohablantes.
En la edición 2019 del mismo premio había resultado finalista Valeria Luiselli (Ciudad de México, 1983) por Lost Children Archives, que la autora y su amigo, el escritor Daniel Saldaña París, tradujeron como Desierto sonoro. Luiselli además es autora de Los niños perdidos. Un ensayo en cuarenta preguntas (2016), donde, con recursos de la crónica y el reportaje periodístico, da voz a los niños migrantes que esperan la sentencia de la Corte Federal de Inmigración de Nueva York. ¿Serán deportados o no de Estados Unidos y por qué razones? Con Los niños perdidos, Luiselli obtuvo el American Book Award en 2018. La edición de Sexto Piso está prologada por Jon Lee Anderson, que señala la importancia de este libro, escrito en tiempos de las políticas xenófobas de Donald Trump. La narradora publicó las novelas Los ingrávidos (2011), La historia de mis dientes (2013) y el ensayo Papeles falsos (2010).
La editorial Sigilo publicó el año pasado Desierto sonoro. Los protagonistas de la novela (una mujer mexicana, un hombre estadounidense y sus dos hijos) atraviesan las rutas de Estados Unidos rumbo a Arizona; mientras viajan, se cuentan historias de pueblos nómades y comunidades forzadas a emigrar. Su novela apareció en una lista de libros favoritos del expresidente estadounidense Barack Obama. "Desierto sonoro funcionó muy bien entre la crítica y los lectores -dice Maximiliano Papandrea, director editorial de Sigilo-. La novela se tuvo que reimprimir al mes". Más de cuatro mil lectores se hicieron con un ejemplar de Desierto sonoro (que aún no se consigue en ebook). Si la pandemia de coronavirus lo permite, Luiselli participará del festival literario Puerto de Ideas, en la ciudad chilena de Valparaíso, y cruzará los Andes para visitar Buenos Aires en noviembre.
Sigilo había publicado en 2017 Conjunto vacío, primera novela de la artista y escritora Verónica Gerber Bicecci (Ciudad de México, 1981). Como ese título gana lectores gracias a las recomendaciones boca en boca, en redes sociales y talleres literarios, la primera edición está casi agotada.
También sobre el final del año pasado, el sello Ampersand dio a conocer el título de una de las escritoras mexicanas más destacadas y queridas por los lectores: la ensayista y narradora Margo Glantz (Ciudad de México, 1930). En la colección Lectores, se publicó El texto encuentra un cuerpo, conjunto de ensayos sobre sus experiencias de lectura, que van desde Jane Austen y las tormentosas hermanas Brönte hasta Roland Barthes y Yasunari Kawabata. Miembro de la Academia Mexicana de la Lengua desde 1995, Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2004 y Premio Nuevo León Alfonso Reyes en 2019, Glantz es autora de una voluminosa obra que incluye novelas,cuentos y trabajos críticos (sobre sor Juana Inés de la Cruz, el folletín y los cuentistas mexicanos del siglo pasado, entre otros asuntos). De la autora, Eterna Cadencia lanzó Saña y Bajo la Luna, Las genealogías.
Otras voces de la narrativa mexicana
Consultado por LA NACION, el escritor mexicano Daniel Salinas Basave, que en 2018 ganó el concurso de Fundación El Libro por su volumen de cuentos Juglares del Bordo, decide destacar la labor de otras escritoras mexicanas aún poco conocidas en la Argentina. "Elpidia García, escritora nacida en Ciudad Juárez en 1959, fue obrera de maquiladora y conoce como nadie el submundo marginal del que provienen muchas de las muertas de Juárez -dice Salinas Basave-. Su universo narrativo es el de las obreras, las jefas de familia, las prostitutas, las mujeres migrantes. Su obra más célebre es El hombre que mató a Dedos Fríos, que ganó en 2018 el premio nacional de cuento Amparo Dávila que otorga el Instituto Nacional de Bellas Artes". Algunos textos de García se pueden leer en su blog Maquilas que Matan. "Y Cristina Rascón (Culiacán, 1976) es una maestra del haiku y de las minificciones, cronista, cuentista y traductora literaria del inglés y el japonés. Es una escritora muy versátil e inquieta, como Rosina Conde (Mexicali, 1964), que es una gran cuentista. Si hablamos de narrativa criminal o noir, mi recomendación es seguir las huellas de Ivonne Reyes Chiquete, Iris García Cuevas y Norma Yamille Cuellar".
"Si es posible hablar hoy de un boom de la narrativa de mujeres mexicanas es gracias a que hubo escritoras que abrieron brecha", dice la ensayista y narradora argentina Sandra Lorenzano, que impulsó a inicios de año la tuiterlectura #Escritoras2020 y reside en el país de Elena Garro desde 1976. Allí se doctoró en Letras por la Universidad Nacional de México. "Partiría de alguien tan importante como Rosario Castellanos; sin ella, que se atrevió a hablar de las necesidades y las injusticias que vivían los indígenas, las mujeres indígenas y las mujeres en general, no existiría este camino que hoy estamos recorriendo".
"En esta presencia masiva de escritoras mujeres, lo más importante pasa sin embargo en el periodismo narrativo -señala la autora de la novela La estirpe del silencio-. Ahí hay cosas de verdad impresionantes". Textos sobre femicidos, desapariciones y narcoviolencia firmados por Marcela Turati, Daniela Pastrana, Daniela Rea y las periodistas de Pie de Página están haciendo, según Lorenzano, "un trabajo ético fundamental".
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