La historia juega a los dados: “1812″, el juego de mesa que inventó un jugador argentino de handball
De la mano de su creador, Diego Simonet, la creación de la bandera nacional fue tema de conversación entre los deportistas olímpicos en Tokio; es uno de los más vendidos del año en el país
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“Hemos escuchado mil historias sobre cómo, dónde y cuándo. Creíamos saber todo, pero estábamos equivocados. Manuel Belgrano había creado el símbolo más importante de nuestra nación: la bandera, esa que flameó en las grandes batallas y que nos emociona hasta el día de hoy. Solo una persona sabía la verdadera historia: el autor del libro 1812. Perdido por décadas, es allí donde nos enteraremos de lo sucedido: junto a quién la creó, cómo se conocieron, en dónde y qué comieron. Todo eso lo sabremos si logramos descifrar el mensaje del autor de este libro”, dice una voz tenebrosa en el video de presentación de 1812, un juego de mesa creado por Diego Simonet, integrante de Los Gladiadores, la selección argentina de handball.
Distruibuido en el país por la empresa Neptuno, 1812 es un juego ciento por ciento de industria nacional (desde la temática histórica hasta la realización) y es uno de los más vendidos del país: en agosto fue el más elegido en las tiendas especializadas en juegos. Impulsado con orgullo por Simonet, causó furor entre los deportistas que participaron de los Juegos Olímpicos de Tokio.
Esta semana, 1812 tendrá su presentación oficial ante la comunidad de fanáticos de jugar por jugar en la décima edición del Encuentro Nacional de Juegos de Mesa, que se realiza desde hoy en la Casa de la Cultura de Almirante Brown (Esteban Adrogué 1224, provincia de Buenos Aires). Con el eje temático La Historia cuenta un juego, el festival propone actividades virtuales y presenciales.
El año pasado, a causa de la pandemia, el encuentro se desarrolló en modo digital y convocó a clubes de juego de distintas provincias, decenas de editoriales y páginas web especializadas. Se presentaron más de cien juegos y prototipos y participaron más de veinte mil personas de Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia, Brasil, México, Colombia, España y Francia, entre otros países. Durante los largos meses de cuarentena, aumentó la venta de juegos de mesa, en especial de aquellos menos competitivos y más originales como las cartas literarias de Tinkuy y El erudito, entre otros creados por la empresa Maldón, ilustrados por figuras como Liniers y Tute.
“Después de un año atípico, el juego de mesa ha llegado como aliado a muchas casas, como recurso a través de propuestas docentes, como alternativa de las editoriales que elaboraron juegos a través de las redes o, como novedad, a través de plataformas y nuevas apps. A pesar de la imposibilidad de encontrarnos físicamente, los juegos han logrado mantenernos cerca e incluso en este contexto, a priori desfavorable, no sólo se han publicado nuevos títulos sino que además han aparecido nuevas plataformas de juego online, alguna de las cuales registraron más de 10 mil personas simultáneamente, han cuadruplicado las propuestas y las ventas en sólo un año, algunas más del 55%”, dicen los organizadores del encuentro.
A partir del viernes, en la edición 2021 habrá desde juegos abstractos como Go, Othello y Mahjong y clásicos como el TEG hasta propuestas nuevas premiadas en Alemania y España; también, se presentarán ideas y prototipos de creación nacional. Quienes se acerquen a jugar encontrarán espacios con partidas de rol, mesas gigantes de wargames, juegos con miniaturas, fichas, cartas, dados, híbridos y hasta tableros en versiones gigantes, en madera u otros materiales. Los más creativos proponen recreaciones de obras de arte en grandes proporciones, impresiones en blanco y negro para marcar con lápices de colores y juegos que invitan a ocupar el espacio con los jugadores en el rol de las piezas.
Los mitos alrededor de la bandera celeste y blanca
Consultado por LA NACION sobre su invento, Simonet contó: “Siempre fui el encargado de armar juegos en mis grupos de amigos, me fascina jugar y hacer actividades en grupo. Sin tecnología de por medio, pensar estrategias, comunicarme y, sobre todo, divertirme. Cuando fui a jugar al handball a Francia, descubrí los juegos de mesa ‘modernos’, esos que tienen una temática que te sumerge con partidas que pueden durar entre 15 minutos y una hora como máximo. Comencé a llevar esos juegos a las concentraciones con la selección nacional y cada vez que viajaba a la Argentina jugaba con mis amigos y mi familia”.
Sobre el origen de 1812, el jugador explicó: “Se me ocurrió al recordar un juego llamado MasterMind, que consiste en adivinar el código secreto de otro jugador antes que adivinen el tuyo. Decidí hacerlo con imágenes y una temática histórica, que nutra de información a los participantes: la ‘excusa’ es descubrir los enigmas de la creación de la bandera”.
Las preguntas que dispara el juego en cada partida son: ¿Con quién tuvo Belgrano la idea de que la bandera fuera celeste y blanca? ¿Qué estaban haciendo cuando se conocieron? ¿Dónde estaban? ¿Qué comieron para festejar su logro? El juego empieza cuando uno de los participantes asume el rol del autor de 1812. Es el único que tiene el código secreto: es decir, que sabe todas las respuestas. Pero ese jugador no puede hablar en ningún momento y deberá guiar a los otros jugadores (los lectores) con imágenes de las 108 cartas ilustradas por Facundo Rodríguez Valsagna.
“Con mi novia, Sol, nos lanzamos a fabricar el juego en Europa, pero queríamos que estuviera en la Argentina. Como importarlo nos resultó muy difícil, logramos hacerlo en el país gracias a Neptuno Games. Queremos que llegue a todos los rincones de las provincias y que sea el juego que todos los argentinos jueguen en su casa y en la escuela”, completó el deportista que, además de integrar el equipo nacional, es una de las figuras del Montpellier francés, uno de los principales clubes de handball de Europa.
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