La historia de la fotografía revive en la cámara de maravillas de BAphoto
Una lectura posible de la historia de la fotografía es estudiar sus procedimientos técnicos desde su deslumbrante inicio con el daguerrotipo, en 1839, hasta su punto de inflexión hacia lo digital con las emulsiones de gelatina de plata en pleno siglo XX. Si este desarrollo de la técnica se refleja en una sucesión de sorprendentes imágenes (retratos, grupos familiares, paisajes naturales y urbanos) que nos interrogan desde ese lejano pasado, estamos ante la historia reactivada.
Cuando estas fotografías son seleccionadas por Roberto Vega, director de Hilario. Artes, Letras & Oficios y uno de los más prestigiosos coleccionistas de fotografía patrimonial de la Argentina, se trata de una Wunderkammer (cámara de maravillas, en alemán), nombre con que BAphoto bautizó a esta sección dela feria, que abre al público mañana en La Rural. "Busco calidad y rareza, en la mayor cantidad de procedimientos fotográficos utilizados en el continente", dice Vega.
La estrella de la exhibición es un ambrotipo estereoscópico (ca. 1855) de dos pequeñas hermanas posando ante la cámara en algún estudio de Buenos Aires o Montevideo. La fotografía estereoscópica fue una tecnología muy popular en Europa a fines del siglo XIX. Mediante dos tomas simultáneas, pero levemente diferidas y con la utilización de un visor especial (que permitía unir en una sola esas dos imágenes), era lo más aproximado a lo que hoy llamamos una visión 3D. Pero las primeras fotografías estereoscópicas, hechas con daguerrotipos o ambrotipos, fueron escasas, por su costo y por su complejidad técnica.
Otro de los tesoros será un conjunto de 867 imágenes pertenecientes a una familia alemana radicada en la Argentina entre 1926 y 1977, que muestra sus viajes por el país. A caballo en un crudo invierno patagónico, en moto o en auto. Imágenes en el noroeste y también con un grupo de indios tobas en su comunidad.
Dos grandes fotógrafos del pasado, uno muy reconocido (Fernando Paillet, 1880-1967) y el otro casi inédito (Cayetano Blanco, 1902-1974), se suman a la propuesta. El fotógrafo de Esperanza está representado con cinco retratos grupales de niños, datados en 1911, y un autorretrato inédito.
De Cayetano Blanco se verán algunos retratos grupales de trabajadores en Buenos Aires alrededor de 1925. En referencia a su obra, dice el experto Abel Alexander: "Cayetano Blanco es para la gran ciudad lo que Fernando Paillet fue para la colonia. Artistas de la cámara que supieron plasmar el esfuerzo humano".
También se exhibirán, entre otras piezas, tres fotografías realizadas por Alfred Cohn (1902-1974) durante su vida de alpinista en Europa, con las que huyó de la Alemania nazi en la década de 1940. Se podrán ver en exclusiva tres gelatinas de plata suyas: unas cumbres nevadas, un detalle de los canales de Venecia, y un registro de Karnak, en Egipto.
Por último, se verán diez y ocho fotografías en gelatina de plata del chileno Gustavo Millet Ramírez (1860-1917), especialista en la retratística de araucanos. Recientemente, la investigadora en cultura mapuche Margarita Alvarado Pérez descubrió que las ornamentaciones en plata que lucían las indígenas en estas fotos en verdad no les pertenecían, sino que eran propiedad del fotógrafo que las utilizó repetidas veces con diferentes tomas.
Como broche de oro para esta propuesta museística dentro de la feria, la Galería Hilario lanzará el Centro de la Imagen Hilario. Buenos Aires, Argentina (CIHBA), el fondo documental del acervo de los últimos veinticinco años, que se constituirá en una inmensa plataforma de información sobre diferentes manifestaciones artísticas en toda la región americana.
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