La historia argentina y americana celebra el 100º aniversario del Instituto Ravignani
Creado en diciembre de 1921, se convirtió en un destacado espacio de formación e investigación que renovó la historiografía en el país; el acto conmemorativo se podrá seguir por YouTube
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Los investigadores de historia argentina y americana están de festejo en la Argentina. Este lunes 6, por la tarde, en una ceremonia que se hará en el Auditorio del Rectorado de la Universidad de Buenos Aires (Uriburu 950), el Instituto Dr. Emilio Ravignani celebra sus primeros cien años de vida e historia, valga la redundancia. El acto de conmemoración se transmitirá por el canal de YouTube de la institución. Creado el 5 de diciembre de 1921 por el historiador y jurista Emilio Ravignani (1886-1954), se convirtió en un destacado espacio de estudio e investigación, que nuclea a más de 130 investigadores. Actualmente, está abierto para consultas de investigadores en la biblioteca y para el trabajo de gestión y administrativo dos veces por semana. A lo largo de 2021, se realizaron diferentes actividades para conmemorar su centenario, desde ciclos de entrevistas online hasta la publicación de colecciones digitales.
Con sede en 25 de Mayo 211 (donde se agrupan varios institutos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA), está a cargo desde 2019 de la doctora en Historia e investigadora del Conicet Noemí Goldman. La biblioteca y el archivo -este último en proceso de digitalización- son dos de los patrimonios materiales de la institución; el otro lo integran las trayectorias de quienes formaron y forman parte del Ravignani. Entre muchos reconocidos estudiosos de la historia, Gustavo Paz, María Inés Tato, Sergio Angelli, Nora Pagano, Raúl Fradkin, Laura Cucchi, Federico Lorenz, Luciano De Privitellio, Lilia Bertoni, María Victoria Baratta, Hernán Camarero, Fabio Wasserman, Hilda Sabato y José Carlos Chiaramonte desarrollaron allí sus proyectos en años recientes.
Entre 1973 y 1984, hubo frecuentes cambios de directores e incluso se modificó el nombre del instituto (en el tercer gobierno de Juan Perón pasó a llamarse Diego Luis Molinari, director durante la segunda presidencia de Perón). Al normalizarse la vida universitaria en 1984, luego de la dictadura militar, el Ravignani estaba en estado crítico, sin recursos ni investigadores, y casi sin personal.
“Dentro de los avatares de la vida política e institucional de Argentina, somos conscientes del gran logro que significa celebrar hoy los 100 años de la creación del Instituto Ravignani y de su continua labor de investigación, reflexión crítica, difusión, transferencia y enseñanza -dice Noemí Goldman a LA NACION-. Desde sus orígenes se presentó como una institución pionera y central en el avance de la profesionalización y producción de la disciplina histórica. Asimismo, emergió como un espacio consagrado a la práctica y la sociabilidad de los investigadores del pasado rioplatense y en particular a la recopilación, guarda y publicación de documentos históricos relativos a la historia argentina y americana”. En noviembre de 2011, el Ravignani tiene una doble dependencia: de la UBA y del Conicet. “Nuestra celebración coincide así con la conmemoración de los 200 años de la creación de la UBA (1821-2021) en el contexto de una pandemia mundial tan desoladora como desafiante para la investigación científica”, agrega la autora de Historia y Lenguaje. Los discursos de la Revolución de Mayo.
El Instituto reúne actualmente a 78 investigadores formados, 58 investigadores en formación y 24 profesionales (técnicos, bibliotecarios, archivistas) dedicados a los diversos servicios que se prestan. “Mi beca posdoctoral del Conicet la hice con lugar de trabajo en el Ravignani -cuenta la doctora en Historia y diputada electa en la ciudad de Buenos Aires Sabrina Ajmechet-. Fue un lugar que ayudó muchísimo a la renovación de la historiografía postrecuperación democrática. El Programa de Estudios de Historia Económica y Social Americana y la apuesta por la formación de una generación de historiadores que utilizaban preguntas y métodos diferentes a la hora de hacer trabajo fue una semilla fundamental para la refundación de la disciplina”.
“El Instituto Ravignani (antes Instituto de Investigaciones Históricas) siempre estuvo a la vanguardia de la investigación científica -dice Gustavo Paz, doctor en Filosofía de la Historia e investigador, a este diario-. Desde su creación, en una época en que la búsqueda y reproducción de documentación histórica era una actividad central, el Instituto mantuvo investigadores y copistas destacados en varias ciudades europeas dedicados a esas tareas. Y durante la década de 1920, el Instituto envió varias misiones al interior del país para recabar información sobre el estado de los fondos documentales de los archivos provinciales”.
Gabriel Di Meglio, director del Museo Histórico Nacional, es investigador formado en el Ravignani. “El Instituto, que hoy lleva el nombre de su fundador, fue un centro de producción historiográfico muy importante desde sus inicios -dice-. Pero sobre todo después de la última dictadura, cuando en 1986 asume la dirección José Carlos Chiaramonte, se convirtió en un centro clave de la renovación historiográfica que hubo en el país, en particular sobre historia argentina y americana para el período colonial y del siglo XIX”. Di Meglio destaca el aumento del número de investigadores y becarios, con nuevas líneas de estudio sobre los siglos XIX y XX. “Es mucho mayor que hasta no hace tantas décadas -observa-. Siempre fui investigador del Ravignani desde que tuve la suerte de tener una beca a fines de los años 1990. Para un estudiante de Historia de la UBA era un lugar ineludible si uno quería dedicarse a la historia colonial, porque siempre había presentaciones de libros, charlas y conferencias de investigadores argentinos y de y otros países”.
“En el contexto de la renovación del campo de la historiografía que abrió el regreso de la democracia y la refundación de las instituciones universitarias se llevó a cabo un amplio conjunto de nuevos objetivos muy sustanciales para la dinámica histórica del Instituto, como la emergencia y fortalecimiento de equipos de investigación, con el sostenido incremento del número de nuevos investigadores y de áreas de trabajo que darían lugar a la conformación de Programas y Seminarios de investigación del Instituto, y posteriormente a los Grupos de Trabajo -detalla Goldman-. Asimismo, se hizo una importante reorganización institucional con el ordenamiento de la biblioteca y la sección de archivos de documentos históricos. También se pondría en marcha el relanzamiento de la revista del Instituto iniciando la tercera serie del Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. E. Ravignani, así como la creación de la serie de los Cuadernos del Ravignani”. Ambas colecciones -que representan horas de lectura para los amantes de la historia- se pueden consultar en este enlace.
La directora del centenario instituto agrega que el Ravignani participa activamente en la renovación de la historia argentina y americana a través de las múltiples actividades de sus programas de investigación, grupos, redes y seminarios (algunos se pueden seguir en el canal de YouTube). “Varios de sus proyectos se fueron incorporando a redes internacionales para promover la movilidad y el intercambio cada vez mayor de profesores, investigadores y becarios entre el instituto y diferentes centros de investigación del interior y del exterior; además, se fueron incorporando nuevas líneas de investigación, en particular sobre la historia argentina de los siglos XX y XXI -concluye Goldman-. En vinculación con esta ampliación temporal y temática, constituye un logro importante la elaboración reciente de un proyecto colectivo sobre una problemática muy actual, pero de complejas raíces históricas: ‘Las dimensiones de la desigualdad en la larga duración. Economía, sociedad y política en el espacio rioplatense, siglos XVI a XXI”. Un nuevo capítulo comienza en la historia del Instituto Ravignani.