“La herida” que le duele a la cultura y atraviesa como una puñalada la fachada del Palazzo Strozzi
Una intervención del artista JR, que llama la atención sobre la falta de museos, exposiciones y teatros durante la crisis global por el coronavirus, se inauguró hoy en la fachada del emblemático edificio en Florencia
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ROMA.- A un año del comienzo de la pandemia, una de las heridas que más duelen es la falta de museos, muestras, cines, teatros, cultura... Se hizo eco de esta herida JR, artista contemporáneo francés (1983), que con una instalación monumental site specific titulada justamente La ferita (La herida), inaugurada hoy, le dio una puñalada virtual al famoso Palazzo Strozzi de Florencia, reimaginándolo. Y proponiendo una reflexión universal sobre la accesibilidad a la cultura en la era del Covid-19.
Con 28 metros de alto y 33 de ancho, la instalación propone una suerte de tajo visual sobre la fachada del bellísimo Palazzo Strozzi, uno de los emblemas de la cultura humanística florentina, que a su vez se abre a un interior al mismo tiempo real e imaginado. Realizado con un collage fotográfico en blanco y negro típico del estilo del artista francés, la obra está construida como una anamorfosis. Un juego ilusorio en el cual observando desde un preciso punto de vista, ante los ojos pueden verse, así como en el interior de una herida, diversos ambientes del Palazzo Strozzi: la columnata del patio, una imaginaria sala expositiva y una biblioteca.
Así JR –alias de Jean René, artista conocido por intervenciones monumentales en ciudades de todo el mundo que van desde las favelas de Río de Janeiro a la gran plaza de la Pirámide del Louvre y desde Ellis Island en Nueva York a la prisión de máxima seguridad de Tehachapi en California-, propone una sugestiva reflexión sobre la accesibilidad a la cultura en la pandemia. Y lo hace partiendo desde el corazón de Florencia, ciudad cuna del arte; en esta ocasión, escenario espectacular para una herida, simbólica pero dolorosa, que comparten todas las instituciones culturales italianas. Museos, bibliotecas, cines, teatros, que desde hace más de una año se han visto obligados a limitar o a no poder hacer ingresar al público en sus espacios.
Mirar adentro de Palazzo Strozzi, a través de la herida, aparece, además, como un acto casi “voyeurístico”, para descubrir lo que no puede ser visto: la representación de una realidad que va más allá de lo que habitualmente puede verse. De esta forma la fachada del edificio del Renacimiento se transforma en un inédito trompe l’oeil, una referencia a las perspectivas arquitectónicas, las representaciones pictóricas ilusorias del Quinientos, aplicando sobre las paredes los estudios prospécticos, que permiten la figuración de una profundidad que traspasa los muros.
“La obra de JR representa una señal de fuerte reflexión sobre las difíciles condiciones de acceso a la cultura en la época del Covid-19, pero al mismo tiempo una ocasión para involucrar al público, en el marco de valores como libertad, imaginación creativa y participación”, destacó Arturo Galansino, director general de la Fundación Palazzo Strozzi. “En la dificultad actual de ofrecer ocasiones de disfrute del arte en espacios tradicionales, la decisión de crear una obra visible para cualquiera sobre la fachada de Palazzo Strozzi se convierte en una invitación a reencontrar una relación directa con el arte y un llamado a nuevas formas de compartir y participar”, agregó.
Junto a la instalación, Palazzo Strozzi propone un programa de citas online que le permitirán al público obligado a quedarse confinado en sus casas –adultos, familias, escuelas-, conocer mejor el trabajo del artista francés protagonista de la instalación e interactuar con la obra.
Para la realización de la instalación monumental hicieron falta dos meses y el trabajo de 11 obreros. Sólo cubre 300 metros cuadrados de los 1200 de la fachada del Palazzo Strozzi, cuya superficie no fue dañada. De hecho, la estructura metálica que se construyó para la obra se levanta a 30 centímetros de distancia y fue posicionada sin tener que jamás agujerear o dañar el edificio, sino protegiendo sus antiguas piedras.
La “ferita” fue concebida como una obra temporaria, efímera y por lo tanto no ha sido pensada su conservación más allá de la duración del proyecto de Palazzo Strozzi. “No hay una fecha precisa de duración”, dijeron a LA NACION desde la Fundación Strozzi, que explicó que “tratándose de una obra efímera, podría desaparecer mañana o dentro de tres meses... Esta es la idea del artista”.
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