La Fundación Mario Benedetti lanza un concurso internacional de cuentos a 50 años del golpe de Estado en Uruguay
Hasta el 15 de abril se podrán enviar textos inéditos en lengua española
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En cuentos, novelas, poemas y artículos periodísticos, Mario Benedetti (1920-2009) se manifestó siempre en contra de las “clases de amnesia” que conminan a borrar el pasado; “el olvido está tan lleno de memoria”, escribió. En 2023 varios aniversarios en países de América del Sur -la Argentina, entre ellos- realzan la importancia de la vida en democracia. En Uruguay, a cincuenta años del golpe de Estado que entre el 27 de junio de 1973 y el 1° de marzo de 1985 interrumpió el orden constitucional, la Fundación Mario Benedetti lanza una convocatoria que reivindica la libertad de expresión, el compromiso cívico y la imaginación, atributos indiscutibles del autor de Montevideanos y Buzón de tiempo.
Del primer Concurso Internacional de Cuentos Mario Benedetti 2023 podrán participar escritores en lengua española que presenten un libro de cuentos inéditos de una extensión no menor a las 120 páginas ni superior a las 200. El número de cuentos y las temáticas corren por cuenta de los concursantes.
Hay tiempo para pulir los relatos hasta poco antes del 15 de abril, fecha de cierre de la convocatoria. El jurado está integrado por reconocidos escritores: el español Antonio Muñoz Molina, la uruguaya Mercedes Estramil y, por la Argentina, Claudia Piñeiro. El fallo se dará a conocer el 14 de septiembre de 2023, aniversario del nacimiento de Benedetti.
El premio, que no podrá ser declarado desierto ni compartido, consiste en 2500 dólares y la publicación de la obra que tramitará la Fundación. Las bases y condiciones se pueden consultar en este enlace y para cualquier consulta conviene escribir un mail a concurso.cuentos@fundacionmariobenedetti.org.
“En 2023, en un mundo en el que se sigue leyendo a Mario Benedetti en zonas distantes y en lenguas muy diversas, recordamos que es el año del 50° aniversario del golpe de Estado en Uruguay -dice la escritora Hortensia Campanella, presidenta de la Fundación Mario Benedetti, a LA NACION-. Ello nos ha motivado a convocar un concurso internacional de libros de cuentos destinado a todos aquellos escritores que escriban en español. Más allá de la búsqueda de nuevas voces, queremos celebrar la libertad de creación, la libertad de expresión que hace cincuenta años nos fue cercenada”.
Benedetti fue un defensor de los derechos humanos en América Latina, y muchos de sus cuentos, novelas, crónicas y poemas son considerados emblemáticos en ese sentido. Entre 1973 y 1985, de Uruguay se exiliaron alrededor de 500.000 personas (entre ellas, Benedetti), hubo más de seis mil presos políticos (de los cuales más de un centenar murió en prisión) y cerca de doscientos desaparecidos.
Como el cuento fue uno de los modos más acabados de expresión del autor uruguayo, desde la Fundación Mario Benedetti se decidió impulsar la escritura de libros de cuentos, que en la actualidad tienen menor eco editorial que otros géneros.
“Benedetti cultivó todos los géneros literarios -remarca el gestor cultural José Miguel Onaindia, coordinador de la Fundación-. El cuento es uno en donde alcanzó gran brillo, legándole a la literatura hispanoamericana obras memorables como ‘Los pocillos’, ‘La noche de los feos’ o ‘Corazonada’, entre muchos otros. La Fundación estimó que promover la creación y edición de volúmenes de cuentos en el panorama actual de la literatura en nuestra lengua cumple una función necesaria ya que es más escasa que la publicación de novelas y ensayos”.
Un cuento de Mario Benedetti
Bestiario
La asamblea anual de la Fauna Artística y Literaria fue convocada, en primera citación, a las 20 horas, y en segunda a las 21, pero solo se logró el quorum necesario en el segundo llamado.
Faltaron con aviso el Mastín de los Baskerville, el Cisne de Saint Saëns y Moby Dick de Melville; sin aviso, las Moscas de Sartre y la Trucha de Schubert. Estuvieron presentes: el Loro de Flaubert, el Asno de Buridán, la Paloma de Picasso, los Centauros de Darío, el Cuervo de Poe, el Rinoceronte de Ionesco y las Avispas de Aristófanes.
En el Orden del Día figuraba un punto único: la designación del Rinoceronte de Ionesco como presidente vitalicio y omnímodo.
El Centauro (Orneo) de Darío comenzó diciendo: “Yo comprendo el secreto de la bestia”.
El Asno de Buridán no pronunció palabra pero dio a entender que ni fu ni fa.
El Loro de Flaubert tuvo una intervención tripartita e insólita: “Cocu, mon petit coco”, “As-tu déjeuné, Jako?”, “J’ai du bon tabac”.
Otro Centauro (Caumantes) de Darío apoyó a su congénere Orneo: “El monstruo expresa un ansia del corazón del Orbe”.
El Rinoceronte de Ionesco movió lentamente el cuerno pálido y manchado, como un modo sutil de darse por aludido.
La Paloma de Picasso se acercó volando y su breve excremento cayó como un decisivo comentario sobre la impenetrable testa del candidato.
No obstante, la propuesta de los Centauros de Darío flotaba en el aire, de modo que las Avispas de Aristófanes opinaron a cappella: “No, nunca, jamás, mientras me quede un soplo de vida”.
El Loro de Flaubert, reiterativo, pretendió intervenir:
“Cocu, mon petit coco”, pero el Cuervo de Poe abrió por fin su pico. Todos callaron, hasta el Loro.
Dijo el Cuervo: “Nunca más”.
De Despistes y franquezas
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