La Feria del Libro Antiguo, un paseo ideal para curiosos
Se exponen unos 1500 textos y documentos históricos
Si revolver los estantes de una librería de libros usados depara sorpresas, qué podría esperar el visitante curioso que se acerca a la primera Feria del Libro Antiguo de Buenos Aires, que abrió ayer en el Museo de Arte Español Enrique Larreta (Juramento 2291).
Libros con relatos de viajes del siglo XVI, liturgias y salmos del siglo XVII, documentos de la época colonial, mapas y fotos de la ciudad de Buenos Aires de mediados del siglo XIX... el listado parece infinito. No se pueden revolver, claro, pero se exponen en vitrinas unos 1500 libros especialmente seleccionados por las diez librerías anticuarias más prestigiosas de Buenos Aires y miembros de la Asociación de Libreros de Argentina (Alada), organizadora de la exposición.
Ayer, durante la primera de las cinco jornadas de la feria, los libreros fueron sorprendidos por la cantidad y calidad del público. Hubo ventas de libros de hasta 3500 dólares. "Más que el aspecto comercial queremos acentuar la posibilidad de poner estos libros al alcance del público que no está habituado a frecuentar nuestras librerías", dijo a LA NACION Alberto Casares, presidente de Alada.
Cada stand ofrece obras que asombran a los visitantes. Atraen, por ejemplo, un texto del año 1515 impreso por Aldo Manucio, a quien se conoce como el príncipe de los tipógrafos; un gran antifonario romano de 1625, escrito según los códigos musicales de antaño; una Oda a la defensa de Buenos Aires, de Francisco Layglesia y Darrac, y una foto de la plaza Tribunales circa 1865.
En la casa de un bibliófilo
Los libros con olor a historia ocupan dos salones de la casa donde vivió don Enrique Larreta, un escritor y promotor de la industria editorial. De hecho, como presidente de la Asociación de Amigos del Libro organizó una exposición de textos argentinos en 1928.
Como en la casa de todo escritor y bibliófilo que se precie, hay libros hasta en el baño. En el elegante y amplio toilette hay una vitrina con más joyas históricas: el Don Quijote de la Mancha editado en 1803 por la imprenta de los Niños Expósitos y los antecedentes para el proceso a Justo José de Urquiza, entre otros.
Los precios de las obras expuestas son tan variados como su oferta; van, según los organizadores, de 100 a 15.000 pesos. También hay piezas cotizadas en dólares que compiten con el valor de un inmueble. Por ejemplo, cuesta 45.000 dólares la primera edición del relato de los viajes de Urich Schmidel publicado en 1567.
Hasta el lunes, la exposición y venta de los libros se mantendrá abierta entre las 14 y las 21, con una entrada de 3 pesos. Cada día habrá presentaciones poéticas y musicales.