La famosa heroína de María Dueñas regresa con nuevas misiones y conoce a Eva Perón
La escritora española presentó “Sira” , su nueva novela colmada de alusiones a la Argentina
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MADRID.– Dos días antes de viajar a Buenos Aires donde participaría de un festival, “con la maleta a medio hacer”, María Dueñas (Puertorellano, España, 1964) decidió cancelar sus planes. Un extraño virus comenzaba a asolar al mundo. La escritora comenzó así, en marzo de 2020, el confinamiento. El encierro tuvo un aspecto fructífero y trabajó para que, a pesar de las noticias, aquello que narraba no tuviera un tono deprimente: “Quería precisamente hablar de un mundo en reconstrucción”. En el estatismo que supuso la cuarentena para la hiperactividad de esta autora que lleva más de 10 millones de libros vendidos en todo el mundo, en aquella reclusión, nació Sira (Planeta), la secuela de El tiempo entre costuras. Dueñas vuelve a darle vida a esta heroína que cautivó en 2009 los lectores, Sira Quiroga, costurera y espía, que, en esta nueva entrega conocerá a Eva Perón. Además, la autora le reserva a la Argentina un espacio destacado a esta novela que ya se ha convertido en la ficción más vendida del momento.
Sira comienza allí mismo donde culminó El tiempo entre costuras. España está en ruinas, aún le cuesta erguirse tras la Guerra Civil, y también desolada se encuentra Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Sira es feliz junto a Marcus y atrás han quedado los días de adrenalina en el Servicio de Inteligencia británico. Sin embargo, comienzan nuevas intrigas y desafiantes misiones donde esta heroína volverá al ruedo y donde deberá desplegar su inteligencia y creatividad. Sira, quien en esta ocasión viaja a Jerusalén, Londres y Tánger, conserva su particular voz y mirada, pero adquirirá nuevas identidades, así como también conocerá a personajes históricos, tal como ocurría con El tiempo entre costuras, donde, por ejemplo, se codea con Juan Luis Beigbeder. En esta ocasión conocerá a Eva Perón.
“No tenía más remedio que insertar a Eva Perón en esta novela por el tiempo, por el momento cronológico que trato”, explica su decisión narrativa Dueñas en una rueda de prensa virtual. En 1947, la heroína de la novela conocerá a Eva Duarte de Perón quien realiza una gira invitada por Francisco Franco quien le otorgará la Gran Cruz de Isabel la Católica, un objeto valiosísimo que enredará la trama. “Franco, Perón: un solo corazón”, corea una masa que recibe en Madrid a la primera dama. En su comitiva, además de su hermano Juancito, Dueñas recrea a Lillian Lagomarsino y al magnate naviero Alberto Dodero.
“Todo el mundo confiaba, los exiliados y desde dentro de España también, que tras el fin de la Segunda Guerra Mundial los victoriosos de la guerra, los Aliados, tendieran una mano para derrocar al franquismo, que regresara la democracia, pero no fue así. La pobre España quedó sola, desolada, muerta de hambre. El país estaba destruido. Solo había dolor, represión y tristeza. En esos momentos de oscuridad, la Argentina fue el único país que tendió una mano a Franco, por afinidad y hermandad histórica, y también por afinidad entre los regímenes políticos. Franco invitó a Perón para terminar de cerrar los pactos comerciales. Era un viaje interesado, más allá de la pura cortesía”, explica Dueñas el contexto en el que sitúa parte de su última novela. Eva Perón, destaca, era vista como una “especie de Papá Noel”: “[Durante su viaje] La gente se echó a las calles, estuvo en boca de todo el mundo, la gente empezó a ponerle Eva a las niñas que nacieron ese año. Igual el régimen también aprovechó para magnificarlo todo. Se decía que esa señora iba a traer barcos con cereales y carne y de hecho así fue. Solventó mucha penuria en aquellos años. Evita fue en aquellos años como una fiesta”.
Dueñas se documentó sobre el viaje de Eva Duarte a Madrid a través de la lectura de textos y estudios de Tomás Eloy Martínez, Abel Posse, Jorge Camarasa, Enrique F. Widmann-Miguel, Marysa Navarro, Vera Pichel, Felipe Pigna y José María de Areilza, entre otros. “Todo el mundo sabe quién fue Evita, pero nos quedamos un poco en la superficie”, destaca su aproximación a través de una documentación minuciosa acompañada por la distancia. “Tuve siempre en claro que no iba a hacer una valoración política de su papel histórico. Solo me circunscribo a cómo fue su viaje a España y lo veo más desde el punto de vista español que argentino. Me he quedado en la cuestión exterior, casi estética de aquel viaje y si me he referido a algo ha sido a la reacción de Franco, de la prensa y del pueblo español ante esa visita que para España marcó una época”.
Dueñas sostiene que ella intenta siempre “tirar por la calle del medio”, es decir, intentar ser lo más objetiva posible. “Quiero abrir mi abanico para dar cabida a todas las opiniones sin tomar yo demasiado partido porque considero que cada opinión es legítima”, explica sobre el acercamiento que tuvo no solo hacia la figura de Eva Perón, sino a otros personajes y contextos históricos. “Por mi bagaje académico y por mi mentalidad, intento ser muy rigurosa con el uso de las fuente y todo lo que yo diga, donde pueda haber algún punto de controversia, todo esté documentado, justificado e intento pisar con pie firme. Busco evitar molestar a los lectores innecesariamente. Que cada cual tome su punto de partida”, agrega.
La Argentina, además, ocupa un lugar destacado en esta novela por otro motivo. Sin ánimos de arruinar una gran sorpresa que guarda el libro –y que los lectores agradecerán, o quizá no, pues un personaje canallesco vuelve a aparecer en la vida de Sira–, el país ofrece un marco, en aquel momento de opulencia, que se incorpora a la trama donde hay alusiones también a Carlos Gardel, Celia Gámez e incluso al diario LA NACION.
Eva Perón no es el único personaje histórico que toma Dueñas para darle vida a esta novela de 648 páginas. Barbara Hutton, célebre socialité de la época, una excéntrica millonaria estadounidense que invierte en Tánger, también tendrá un encuentro con Sira. Hay otras mujeres poderosas e independientes. Dueñas además cincela a la suegra poco agradable de esta heroína, así como también otro detalle, en absoluto menor, que modificará radicalmente la vida de Sira quien ha evolucionado mucho con respecto a los años que se narran en El tiempo entre costuras: “Conserva su carisma, su personalidad, su encanto. Es la misma, pero ya no se deja arrastrar. Es más escéptica, más crítica, más racional”.
Sira es la quinta novela de Dueñas, tras El tiempo entre costuras (2009) con la que batió récords de venta, novela que fue llevada a la TV, protagonizada por Adriana Ugarte, Misión olvido (2012), La templanza (2015) –también llevada a la TV– y Las hijas del capitán (2018). Esta última ya tiene un guion que nace con la intención de trasladar la novela a una miniserie. Aún no está confirmado que Sira también se adapte a la pantalla, pero Dueñas no cierra la puerta a esta oportunidad.
¿Las aventuras que protagoniza Sira Quiroga se convertirán en una saga? “Me voy a poner la mano en el corazón y, si soy sincera, debo decir que no lo he pensado. Vamos a ver cómo es recibida Sira por los lectores, cómo es acogida y luego veremos si es momento para seguir avanzando o si la última línea de esta novela es un punto final”.
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