La estación Ostende de la Noche de Ideas se despidió en traje de baño
La segunda jornada de la Noche de las Ideas en Ostende tuvo clima a favor: el cielo despejado y la temperatura agradable fueron aliados de las actividades al aire libre con la playa como escenario natural. Una caminata musical hacia el mar y una performance artística en la arena atrajeron la atención del público y de muchos veraneantes, sorprendidos por la propuesta de transformar una alfombra roja en un lienzo verde con huellas y pisadas.
La performance Green Carpet, de Jorge Caterbetti (ausente con aviso porque se encuentra en Francia) invitó a los participantes a caminar sobre una Red Carpet con los pies manchados con pintura verde como un llamado de atención irónico sobre la banalidad del universo de las celebrities y, al mismo tiempo, sobre el cuidado del medio ambiente. Con alpargatas verdes de talles variados y pintura ecológica, los voluntarios (grandes y chicos) caminaron sobre la alfombra para dejar sus marcas.
Un rato antes, una caravana de caminantes salió desde la puerta del Viejo Hotel hacia el balneario, comandada por la cantante Daniela Horovitz y el escritor Roberto Garriz, que también es trombonista. Al ritmo de canciones como Quizás quizás y Dos gardenias, la caravana festejó la propuesta y fue incorporando gente en el camino. Al frente se vio a Alejandro Katz, con sombrero Panamá.
La jornada empezó a las 15, con dos charlas. En el bar del hotel, el filósofo francés Florent Guenard habló sobre los desastres ambientales en la conferencia "Estar vivo y mantenerse vivo: la cuestión de la catástrofe". Presentó tres hipótesis sobre la inaccion de los gobiernos ante los problemas ambientales: dudas sobre las consecuencias reales, desinterés y miedo a la muerte.
A la misma hora, en el jardín, Darío Roldán abordó la cuestión de la resiliencia como una experiencia. Lo hizo a partir de un problema personal: un ACV que sufrió tiempo atrás. "El proceso de resiliencia tiene una dinámica propia que no se puede controlar", dijo. Se emocionó sobre el final con las preguntas y reflexiones de los asistentes.
La franja de las 16 tuvo cuatro actividades simultáneas: una lectura conjunta en castellano y francés de Alejandro Tantanian y el actor francés Michel Didym de Para Louis de Funes, de Valere Novarina; una charla de Florencia Tola sobre la vida en el Chaco argentino; otra de Lucas Martín titulada "Patria o vida (Ven, seremos)"; y otra de Hernán Toso sobre la docencia como arte y "el aula como campo de vivencias".
Una particularidad de la Noche de las Ideas, que se repitió en esta edición, es que los conferencistas nacionales y extranjeros participan como público de sus colegas. Así, por ejemplo, la charla de Tantanian del primer día sobre la "violación" de los autores y directores contemporáneos a los textos clásicos, fue seguida por Miguel Rep, Michel Didym y Enzo Maqueira, entre otros. Con humor e histrionismo, Tantanian leyó un texto centrado en Máquina Hamlet, de Heiner Müller, quien reescribió Hamlet, de William Shakespeare, para destruir el arquetipo del intelectual burgués.
A las 17, mientras Rep hablaba en el bar sobre el dibujo como registro social, Daniel del Percio se explayaba sobre la identidad como experimento y Cecilia Fanti daba su mirada sobre literatura y experiencia frente a un grupo reunido bajo los árboles del jardín. En el parador, Juan Eduardo Tesone abordó cuestiones relacionadas con el psiquismo y, cerca de la orilla, en un pasillo entre las carpas, se desplegaba la Green Carpet, entre tachos de pintura y gente que sacaba fotos con los celulares.
Con la caída del sol, la Noche de las Ideas continuaba a pleno. Diego Golombek, en la charla "Livin la vida loca", atrajo a muchos curiosos en el parador del balneario, que escucharon con atención su propuesta sobre transformarse, por un rato, en extraterrestres para mirar con sorpresa las diversas formas de vida que habitan la Tierra. Como en todas las actividades, hubo espacio para las preguntas y los comentarios de los asistentes, que se sumaron al juego de intentar definir si unos elementos repartidos por el biólogo eran o no organismos vivos. También motivaron preguntas y reflexiones las conferencias de Senda Sferco, sobre los migrantes, y Christophe Giudicelli, sobre necrofilia y patrimonio nacional en el siglo XIX.
La tecnología (y su uso y abuso) fue eje de varias ponencias a lo largo de las dos jornadas. Sobre el final de la segunda noche, Enzo Maqueira hizo un recorrido "del Homo sapiens al Homo iPhone" y Roberto Garriz inquietó a la audiencia reunida en el bar con la charla "No muertos de vacaciones", un relato muy divertido sobre una invasión zombie que leyó a oscuras, solo iluminado por una linterna LED.
Cómo se había dicho en el acto inaugural, en la Noche de las Ideas surgen más preguntas que respuestas. Esa es, justamente, la idea que dispara las actividades: reflexionar, debatir, preguntar y preguntarse. Y disfrutar, claro, del ambiente amable, de los encuentros e intercambios, de la buena comida y bebida, de la música en vivo, del baile, como el que cerró la noche en Ostende. Este viernes, por la tarde, la Noche de las Ideas vuelve a empezar en otra sede: el museo Mar de Mar del Plata, con más charlas y performances; más ideas y preguntas