La española Paloma Sánchez-Garnica gana el codiciado Premio Planeta
El galardón, que otorga un millón de euros, es por “Victoria”; resultó finalista la periodista Beatriz Serrano, ambas conocidas en los medios y en el mundo editorial
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PARA LA NACION
MADRID.— La escritora y abogada española Paloma Sánchez-Garnica resultó ganadora del premio Planeta de Novela 2024, un galardón que entrega una recompensa de un millón de euros. Resultó finalista Fuego en la garganta, de la también española Beatriz Serrano. Ambas autoras son reconocidas en los medios y en el mundo editorial.
Como cada 15 de octubre, en España se entrega el Premio Planeta. Para esta edición, una velada celebrada en el Museu Nacional d’Art de Catalunya, en Barcelona, en la que el grupo editorial celebra sus 75 años de vida, quienes presidieron la ceremonia fueron los Reyes de España. Felipe VI le dedicó una palabras al escritor chileno Antonio Skármeta, quien ganara el premio en 2003, fallecido hoy en su casa de Santiago.
“Soy el claro ejemplo de que persistir merece la pena”, dijo Sánchez-Garnica (Madrid, 1962). Con el seudónimo de Anna Ajmátova y el título Buenas noches y buena suerte, la abogada, licenciada en Derecho y Geografía e Historia, y famosa escritora se alzó con el codiciado premio con Victoria. Hace tres años la autora había resultado finalista con Últimos días en Berlín, sobre el ascenso del nazismo y la vida cotidiana durante el estalinismo, novela que presentó en Buenos Aires en septiembre de 2022. También ha publicado El gran arcano (2006), La brisa de Oriente (2009), El alma de las piedras (2010), Las tres heridas (2012) y Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido, que obtuvo el Premio de Novela Fernando Lara 2016. Una de sus novelas más conocidas es La sonata del silencio (2014) que fue adaptada para la TV, con Marta Etura y Eduardo Noriega. La sospecha de Sofía (2019) es un éxito literario y cuenta con diecinueve ediciones.
La flamante ganadora citó la frase de Edward R. Murrow, “Una nación de ovejas engendra un gobierno de lobos”, para referirse al hilo conductor de una ficción donde la política desempeña un rol fundamental, pero luego, sin brindar más detalles sobre la trama, explicó: “Victoria trata de los sentimientos universal del ser humano. Doy gracias a la vida por permitirme vivir este momento, por permitirme que mis hijos vean y a mi marido, el amor de mi vida”. Sánchez-Garnica se refirió también a la semilla del odio que se encontraba en el sur de los Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial, el espacio y tiempo en el que transcurre su ficción.
Fuego en la garganta, de la escritora y periodista Beatriz Serrano, que se presentó con el seudónimo de Eutropio, resultó finalista de esta edición. “Nunca me hubiese imaginado llegar aquí. Este honor me deja sin palabras”, expresó. La novela está ambientada en un barrio popular de Valencia en la década de los noventa. La protagonista es una niña llamada Blanca cuya madre acaba de abandonarla. De niña perfecta a adolescente conflictiva, esta ficción explora la construcción de la identidad de esta chica solitaria que busca conectar con los demás, sobrevivir y construir su propia familia. Serrano es periodista del diario El País y una de las conductoras del podcast Arsénico Caviar.
Más de mil novelas se presentaron en esta edición en la que el jurado estuvo integrado por José Manuel Blecua, ex presidente de la Real Academia Española, los escritores Juan Eslava Galán, Luz Gabás, Pere Gimferrer, Eva Giner, Carmen Posadas y por la directora de Editorial Planeta, Belén López. Grandes nombres de las letras han obtenido el premio Planeta, entre otros, el argentino Marcos Aguinis en 1970, con La cruz invertida, Ana María Matute, Javier Cercas, Manuel Vázquez Montalbán, Antonio Muñoz Molina y los ganadores del Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa Camilo José Cela. Estos nombres integran la estela de autores hispanoparlantes, de un lado y otro del Atlántico, que merecieron la distinción internacional. Durante algunas ediciones se celebró el Premio Planeta Argentina, que recibieron Guillermo Martínez (2003) y Federico Andahazi (2006), entre otros. La dotación para esta edición local del premio rondó los US$ 18 mil.
En 1952, en su primera edición el ganador recibía 40 mil pesetas, cifra que fue ascendiendo con el devenir del codiciado galardón. En 2002, con la entrada en vigor del euro, el ganador recibía 600 mil euros y 150 mil, el finalista. Hoy, con un millón de euros (y 200 mil para el finalista) es el más suculento del mundo literario, dotado con una recompensa mayor incluso que el Premio Nobel de Literatura [946 mil euros].
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