La escritora argentina Mariana Enriquez ganó el premio Herralde de Novela
La escritora argentina Mariana Enriquez (Buenos Aires, 1973) obtuvo esta mañana el Premio Herralde de Novela por su libro Nuestra parte de la noche, presentada bajo el seudónimo de Paula Ledesma y el título Mi estrella oscura.
El jurado compuesto por Lluís Morral (librería Laie, Barcelona), Gonzalo Pontón Gijón, Marta Sanz, Juan Pablo Villalobos y la editora Silvia Sesé había seleccionado seis novelas de las 680 presentadas a la trigésima séptima convocatoria del Premio Herralde de Novela, convocado por Editorial Anagrama y dotado con 18.000 euros.
"Nuestra parte de noche desborda las convenciones del género al que se adscribe –cultivado de forma admirable, pletórica de imaginación– para elevarse a la categoría de novela total, abierta a grandes asuntos: la inmensidad de la relación entre un padre y un hijo, los lazos terribles del amor y de la amistad, la enfermedad como condición de vida, las máscaras del ritual, la verdad atroz de los dioses, la cara oculta de la historia y de la política. Un libro a la vez oscuro y deslumbrante", argumentó el premio Pontón Gijón. Otro miembro del jurado la comparó con obras cumbre de la literatura del siglo XX: "Esta novela –dijo Villalobos– es una saga y un paseo por esos paisajes interiores que, en algunas madrugadas afortunadas, recorremos en nuestras mejores pesadillas. Continuadora de una tradición que podríamos denominar como "La Gran Novela Latinoamericana", pertenece a una estirpe de obras tan disímiles, pero igualmente ambiciosas y desmesuradas, como Rayuela, Paradiso, Cien años de soledad o 2666".
Enriquez, periodista y narradora, de 46 años, ya es autora del sello editorial que está celebrando su medio siglo de historia; con Herralde ha publicado Las cosas que perdimos en el fuego, Los peligros de fumar en la cama, La hermana menor.
Según el comunicado de Anagrama, la obra ganadora contiene "pasadizos que esconden monstruos inimaginables, rituales con fieros y extáticos sacrificios humanos y andanzas en el Londres psicodélico de los años sesenta"; una "novela perturbadora" en la que "el terror sobrenatural se entrecruza con terrores muy reales".
Así anticipan el argumento:
Un padre y un hijo atraviesan Argentina por carretera, desde Buenos Aires hacia las cataratas de Iguazú, en la frontera norte con Brasil. Son los años de la junta militar, hay controles de soldados armados y tensión en el ambiente. El hijo se llama Gaspar y el padre trata de protegerlo del destino que le ha sido asignado. La madre murió en circunstancias poco claras, en un accidente que acaso no lo fue.
Como su padre, Gaspar está llamado a ser un médium en una sociedad secreta, la Orden, que contacta con la Oscuridad en busca de la vida eterna mediante atroces rituales. En ellos es vital disponer de un médium, pero el destino de estos seres dotados de poderes especiales es cruel, porque su desgaste físico y mental es rápido e implacable. Los orígenes de la Orden, regida por la poderosa familia de la madre de Gaspar, se remontan a siglos atrás, cuando el conocimiento de la Oscuridad llegó desde el corazón de África a Inglaterra y desde allí se extendió hasta Argentina.
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