La curiosa historia de una pieza de arte única: una fotografía de Bartolomé Mitre pintada al óleo
El cuadro se expone en el Museo Pampeano de Chascomús y llama la atención por su técnica, una novedad para 1900; el acervo de la institución guarda más piezas relacionadas con el fundador de LA NACION, de quien se conmemora este año el bicentenario de su nacimiento
- 6 minutos de lectura'
Detrás de un enorme retrato de Bartolomé Mitre, posiblemente uno de los últimos registros visuales del general tomado pocos años antes de su muerte, se esconde una historia excepcional: la de la novedosa técnica que utilizaba a principios del 1900 el fotógrafo Arturo Mathile para ampliar las imágenes a tamaño natural y pintarlas con óleo para lograr que lucieran como obras de arte. En el cuadro, una joya que atesora el Museo Pampeano de Chascomús, el expresidente está parado en la puerta de su despacho de la casa de la calle San Martín, donde tiempo después se inauguraría el Museo Mitre.
La “foto óleo” y la fotografía original son parte del acervo del museo que depende de la Municipalidad de Chascomús, donde también conservan otras piezas relacionadas con el fundador de LA NACION. Según detalló la museóloga Manuela Domenichelli en el Museo Pampeano hay medallas conmemorativas por el centenario del nacimiento de Mitre; billetes de 20 centavos de 1891 que llevan su imagen; una tarjeta postal con una estampilla con su retrato; un ejemplar de la revista Caras y Caretas de 1906, año de su muerte; un ejemplar de La Divina Comedia, de Dante Aligheri, traducido por Mitre y dedicada de puño y letra a James Dodds.
La dedicatoria manuscrita en tinta dice: “Ofrecido con sus cumplimientos: Al Scotish settler in the River Plate / Mr. James Dodds”. La edición, de 1894, fue donada al museo en 1960 por Eugenio Dodds, bisnieto del autor. Hay también, un cuadro con fotografías de 210 hombres, con sus respectivos nombres: la imagen de mayor tamaño, ubicada en el centro, corresponde a Mitre; alrededor se encuentran Cipriano Catriel, Matías Ramos Mejía, Benito Machado, entre otros.
Entre todas las piezas históricas, que en su mayoría fueron donadas por familias tradicionales de la ciudad, el cuadro de Mitre tiene un valor único y un origen vinculado con la experimentación artística.
Como cuenta la historiadora Alicia Lahourcade en el artículo “En torno a un famoso retrato del general Mitre”, Mathile empezó a trabajar en el estudio fotográfico de su padre, Julio, ubicado en el centro de Chascomús, en 1885. Aunque la familia era de origen suizo, al joven fotógrafo lo llamaban “El francés”. Hacia 1899, Mathile consigue publicar sus primeros trabajos en la revista Cara y Caretas. En 1901, la publicación dedica la tapa y una edición especial a los 80 años de Mitre. Allí, entre artículos y fotografías, aparece la imagen original tomada por Mathile, en la que se ve al expresidente de pie, con una mano adentro del saco a la altura del pecho en “ademán napoleónico”, como define la autora de la investigación sobre el origen del peculiar retrato.
El deterioro de la salud de Mitre y su muerte, el 19 de enero de 1906, despertaron el interés público por aquel retrato. Lahourcade destaca en el artículo, publicado en la “Memoria del 5to Congreso de Historia de la fotografía en la Argentina”, de 1996, que cuando ya se preveía “el desenlace fatal, El Argentino, decano del periodismo local, comenta que el señor Mathile posee el negativo de una de las mejores fotografías tomadas al general Mitre”. La historiadora agrega que, según informó entonces el diario, el fotógrafo repartió más de quinientas copias a casas de fotografía de la época, “incluido un pedido de cien para la famosa casa Peuser”. La historiadora lamenta que “no se pudo hallar” la copia destinada por el autor al periódico.
Sobre el recurso artístico empleado por Mathile, Lahourcade cuenta: “El fotógrafo, utilizando una novedosa técnica que permite proyectar la imagen sobre papel o tela y luego cubrirla con óleo, logra un notable retrato del general Mitre en tamaño natural y lo exhibe en la vidriera de la farmacia Serra, en pleno centro de la ciudad”. Más adelante resalta que “la levita negra, abotonada, se diluye en el fondo oscuro, pero la cara se destaca vivamente; es evidente que el artista, suponemos que el mismo Mathile, la ha trabajado con especial delicadeza. La expresión es notable: denota a un hombre que, al cabo de una vida muy vivida, espera noblemente el final”.
Pero no solo es especial el origen técnico de la obra; también es interesante el camino que recorrió desde la vidriera de la farmacia de Chascomús hasta el museo local. “El retrato causó conmoción en el vecindario y fue naciendo en las autoridades la idea de adquirirlo. Es así que el intendente Esteban Doartero, el 2 de abril de 1906, pide autorización al Concejo Deliberante para comprar el retrato al óleo”. Aprobada la compra, fue colgado en la sala de sesiones del Concejo. En las notas al pie del artículo consta que el cuadro enmarcado, que mide 2,40 x 1,65 metros, fue adquirido a un valor de 200 pesos de la época.
En 1938, por obras en el edificio del Concejo Deliberante, el cuadro fue trasladado a la Municipalidad y reubicado en el despacho del intendente que, desde ese momento, pasó a ser conocido en la ciudad como “el salón Mitre”. Un año después, en noviembre de 1939, en homenaje al centenario de la batalla de Chascomús, abrió sus puertas el Museo Pampeano, que tuvo su primera sede en el local de la Sociedad Española. El 27 de abril de 1941 se inauguró el actual edificio, que es una réplica de la casa de postas ubicada en San Isidro, que perteneció a Juan Martín de Pueyrredón. En la actualidad tiene siete salas de exposición permanente, organizadas cronológicamente, y un patrimonio integrado por cerca de veinte mil piezas. En la sala dedicada a la fundadora del museo y primera directora, Mercedes Aldalur, hay objetos de uso cotidiano de principios del siglo XX. Allí también se exhibe la colección de daguerrotipos, ambrotipos y ferrotipos que, según aseguran con orgullo en el museo, es la tercera en importancia del país.
Hacia el final de su artículo sobre el cuadro de Mathile, la historiadora cuenta que en 1996 la obra necesitaba ser restaurada por el deterioro causado por el paso del tiempo y que, luego, pasaría a integrar la colección del museo, donde se exhibe desde entonces. Pasaron 115 años desde la creación de la “foto-óleo” del general Mitre. Su autor no llegó a presenciar el itinerario de esa pieza única, ya que murió a los 49 años en diciembre de 1907.