La causa que investiga cómo murió Pablo Neruda llega a la Corte de Apelaciones de Santiago
La familia del poeta y el partido Comunista apelaron la resolución de la jueza a cargo del caso, que había rechazado reabrir la etapa de investigación; se suma así un nuevo capítulo a una historia que no llega a un punto final a cincuenta años de la muerte del Nobel chileno
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Desde el 2011 hay una causa penal abierta en Chile que busca esclarecer si a Pablo Neruda lo mataron o si, como cuenta la historia oficial y consta en su partida de defunción, murió de cáncer. El poeta murió en una clínica en Santiago de Chile el 23 de septiembre de 1973, a los 69 años, doce días después del golpe militar de Augusto Pinochet. En abril de 2011, quien entonces había sido su chófer, Manuel Araya, dijo a un medio mexicano que el escritor habría sido asesinado. Inmediatamente, el partido Comunista presentó la querella penal.
La causa, que se desarrolló durante todo este tiempo en un juzgado de crimen de primera instancia de la capital trasandina, llegó hoy a la Corte de Apelaciones de Santiago, después de que las partes querellantes, es decir, la familia del poeta y el partido Comunista, apelaran esta semana la resolución de la jueza a cargo, Paola Plaza, que rechazó reabrir la etapa de investigación del proceso. El caso es que el 25 de septiembre, a los dos días de cumplirse los 50 años del fallecimiento de Neruda, la jueza, tras haber revisado la numerosa prueba del expediente, había tomado la decisión de cerrar la etapa de sumario y dar por finalizada la investigación.
Cerrar un sumario es el paso previo que deja el camino listo para que el juez pueda pronunciarse con un fallo sobre el fondo del asunto y fijar su decisión sobre los hechos invocados por la querella. Cuando la jueza resolvió cerrar la investigación, las partes contaban con quince días corridos para oponerse a ello. Y así procedieron ambas, presentando el martes 10 de octubre a última hora, la solicitud de reabrir este sumario de tantas idas y vueltas, por considerar que había aún diligencias pendientes, otras realizadas de manera incompleta y otras aún necesarias para esclarecer la causa de muerte del Nobel.
Pero el jueves 7 de diciembre, Paola Plaza rechazó estas solicitudes y es esta la decisión a la que las partes apelaron esta semana y sobre la cual la Corte de Apelaciones deberá pronunciarse. Con este paso, la historia después de Neruda sigue lejos de su punto final.
En su resolución, la magistrada se hizo cargo de cada una de las diligencias peticionadas por la familia del poeta y el partido Comunista, y las desestimó a todas por considerarlas inconducentes o ya realizadas. A modo de conclusión, señaló: “Como reflexión final, aun cuando la parte querellante Partido Comunista de Chile sostenga a fojas 4950 que “el Estado no ha empleado todos los medios a su alcance para averiguar la verdad”, basta la revisión del proceso para constatar que todos los recursos disponibles se han puesto al servicio de la investigación, que ha incluido la intervención de expertos nacionales y extranjeros y el uso de tecnologías inéditas en la indagación criminal, más la obtención de relatos de testigos, pericias de diversa índole, búsqueda de documentos e informes policiales, entre muchos otros, abarcando cada arista propuesta por las partes para el esclarecimiento de los hechos”.
Ahora, la Corte de Apelaciones deberá resolver sobre el recurso y decidir si hace lugar a las peticiones de las partes o si las rechaza y confirma la resolución de la jueza que cierra la investigación. En el primer caso, la causa volvería a primera instancia y se reabriría la etapa de sumario a fin de que se produzcan las diligencias solicitadas. En caso negativo, si la corte rechazara las peticiones de reabrir la investigación y en su lugar, confirmara la resolución de la jueza que pone fin al sumario, la causa volvería también a primera instancia y la jueza a cargo podría entonces dictar una sentencia sobre el fondo del asunto y poner el punto final en la historia después de Neruda.
Durante estos más de doce años, los restos de Neruda se exhumaron reiteradas veces y sus muestras viajaron por el mundo para ser analizadas y peritadas. Ya intervinieron tres paneles de expertos internacionales para producir pruebas científicas. Hasta el momento, no existen en esta causa imputados formales. El caso se rige por las normas del viejo Código de Procedimiento Penal, por lo cual todo transcurre bajo secreto de sumario.