Ya se puede recorrer la Casa del Puente, gratis y con cupo reducido
Con entrada gratis y cupo disponible para veinte personas, la famosa obra de Amancio Williams y Delfina Gálvez, en Mar del Plata, se puede recorrer después de su última etapa de restauración; las primeras fechas disponibles se agotaron enseguida
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MAR DEL PLATA.- Tres visitas por día, de lunes a viernes, a 20 personas por recorrida. Hay que apurarse porque, al ingresar al sistema digital de reserva de turnos, solo queda disponibilidad para cuatro jornadas. Todas a fines de marzo. Un verdadero fenómeno resultó esta primera y parcial apertura de puertas al público de la reconocida Casa sobre el Arroyo o Casa del Puente, la obra de Amancio Williams y Delfina Gálvez que transita su última etapa de restauración integral tras décadas de abandono y descuido.
El brillo de los bronces y la prolijidad de los pisos, recuperados a nuevo, se destacan apenas se pone un primer pie sobre esta construcción que está distinguida como una de las joyas mundiales del movimiento moderno y está reconocida como Monumento Histórico Nacional.
Parcial la recorrida porque, de acuerdo a este plan que pone en marcha el Ente Municipal de Turismo y Cultura de la municipalidad de General Pueyrredón, la posibilidad para los visitantes se limita al entorno de parque y, puertas adentro de la construcción, al hall principal. Francisco Taverna, director General de Cultura, anticipó que se trabaja en la ampliación de turnos y opciones de visitas.
El celo en esta iniciativa es tal que se dispusieron paños de nylon de buena densidad para que las visitas se ubiquen sin dañar la superficie de tránsito, compuesta por tacos de algarrobo colorado. Impecables a la vista, después de haber pasado un período en el que la propiedad fue vandalizada, con incendios reiterados, daños en su infraestructura y, por sobre todo, robo de su equipamiento.
“Hay una demanda para conocer la casa muy grande y desde hace mucho tiempo”, cuenta Marisol Flores, que ahora es la responsable de acompañar y guiar a los visitantes pero trabajaba en el área de Asistencia al Turista, en la rambla, donde supo pronto de la avidez por conocer este inmueble apenas trascendió que su proceso de recuperación edilicio estaba casi concluido.
La restauración se hizo con fondos del Estado nacional y una minuciosidad extrema en la recuperación de la construcción en general, instalaciones y mobiliario de época. Entre ellas los célebres sillones BKF, que en estas visitas se utilizan para delimitar el ambiente donde se brinda la charla sobre historia y proceso de restauración de la casa.
Por lo pronto, turistas y marplatenses que son los primeros en participar de estas visitas guiadas se quedan con las ganas de conocer las dependencias más privadas de la construcción, sobre el ala sur, donde están los dormitorios, baños, cocina y el estudio musical donde Alberto Williams, padre del diseñador y reconocido compositor, lograba sus mejores melodías con vista a un amplio parque pleno de robles franceses mientras tocaba su piano Blüthner, reducido a cenizas por aquellos días de desidia y repuesto en su lugar.
“Hemos venido hace algunos años cuando se podía visitar pero estaba destruida y ahora la encontramos bellísima, aunque se la puede recorrer muy poquito”, describen Marcelo Sonante y María Fernanda Espelta, de Olivos, que fueron parte del grupo que marcó historia como el primero de este ciclo de puertas abiertas para la Casa sobre el Arroyo. “Conocimos muy bien cómo se hizo la restauración, cómo fue todo el proceso y qué falta para que podamos recorrerla por completo”, explicaron a LA NACION.
La guía detalla que en cada una de las salidas, que se repiten de lunes a viernes a las 10, 12 y 14, primero se realiza una recorrida por el entorno verde de la casa para ver sus detalles exteriores, conocer buena parte de su historia y resaltar sus bondades arquitectónicas en relación a este frondoso bosque que la cobija. También se destaca el protagonismo del arroyo Las Chacras, hoy entubado pero que fue el desafío que Williams y Gálvez debieron sortear para que las bases de la estructura en semicírculo que sostiene el edificio apoyaran sobre uno y otra margen de este curso de agua, protagonista de la etapa fundacional de Mar del Plata.
Marisol aporta en las charlas un dato no demasiado conocido que involucra a Victoria Ocampo y que hace a la historia de la ciudad y el desembarco del movimiento moderno. “Fue la primera mujer que hizo una casa moderna en la Argentina, en Mar del Plata, y por ella es que Amancio Williams conoce a Charles Le Corbusier, el mentor del movimiento arquitectónico moderno”, apuntó.
El estilo y tendencia que instaló a mediados del siglo pasado este arquitecto francés, convertido luego en escuela con alcance internacional, planteaba casa en altura, planta libre, quinta fachada, relación con el medio ambiente y considerar lo tradicional en las técnicas modernas, en este caso un modelo superador del concepto de “casa chorizo”, en este caso sobre una planta de 27 por 9 metros.
“Esta casa la destruyeron, con incendio y hasta ‘okupas’, y verla así de nuevo, tan hermosa, es recuperar un símbolo de Mar del Plata”, destacó María Inés Vinciguerra, que junto a su hija, Paloma Báez, participaron también de la primera recorrida. “Me interesa y mucho porque quizás estudie arquitectura”, aseguró la adolescente.
Además de aquellos tiempos de destrozos y vandalismo, este monumento acaba de sortear otro conflicto. Tuvo que ver con problemas de índole municipal cuando quien era directora de esta casa museo y fue el enlace local de todo el proceso de restauración, Magalí Marazzo, quedó enfrentada con funcionarios porque registró a su nombre la marca Casa sobre el Arroyo y Casa del Puente. Según explicó, fue para acelerar tiempos y evitar que terceros ajenos explotaran la imagen de un emblema del Estado. Cedió esos títulos al municipio, pero aun así le costó su puesto político.
Esta primera experiencia con grupo reducidos y recorrida parcial espera por obras complementarias, también a cargo del municipio, para disponer de infraestructura necesaria para este formato de museo que tendrá Casa sobre el Arroyo apenas se complete su restauración. Se licitaron obras para sanitarios y unidades de servicios, pero hasta el momento no prosperaron las ofertas recibidas.