La Casa de Tucumán: siempre la misma, pero un poco diferente
Tras una restauración edilicia con incorporaciones de tecnología, el museo nacional donde se firmó la Independencia encontró una “expresión moderna” que incluye un nuevo guion con una mirada diferente de la historia
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SAN MIGUEL DE TUCUMAN.- Cómo contar el hecho político más trascendental de nuestro país con una mirada diferente, haciendo visible el rol que desempeñaron sectores que fueron olvidados en los libros, pero sin dejar de lado los apuntes históricos sobre la construcción de nuestra nación. Ese fue el desafío que se habían planteado hace un año las autoridades de la Casa Histórica de Tucumán, cuando iniciaron un proceso integral de renovación museográfica. El resultado de ese trabajo, que incluyó obras edilicias, la incorporación de nuevas tecnologías y la creación de un guion con revisiones al relato histórico tradicional, salió a la luz el pasado 27 de diciembre, cuando el museo nacional ubicado en la zona céntrica de la capital tucumana reabrió sus puertas al público.
Uno de los principales cambios que presenta el guion exhibido en el solar, donde el 9 de Julio de 1816 fue declarada la Independencia, apunta a visibilizar problemáticas que hasta ahora no se habían tomado en cuenta. “Se trata de contar cómo era San Miguel de Tucumán, una ciudad pequeña, que se forjó y creció al calor de la plata proveniente de Potosí, lejos de la influencia del puerto de Buenos Aires, y el rol que tuvo en el proceso independentista, enfocándonos también en el factor social, visibilizando a los afrodescendientes, integrantes de los pueblos originarios, mujeres, sectores populares y la servidumbre”, explicó a LA NACION Cecilia Guerra, la directora del Museo Nacional Casa Histórica.
El nuevo enfoque museográfico también incorporó la mirada de la Unión de Pueblos de la Nación Diaguita de Tucumán, cuyos miembros participaron en la realización de un trabajo audiovisual que forma parte de la muestra. “Presentan un relato diferente del que conocimos, especialmente en lo que respecta a la relación con la platería potosina, la explotación minera, la importancia que tuvo esa actividad en el pasado y también su presente, en la relación con los recursos de la tierra”, destacó Guerra. El reconocimiento a los pueblos originarios está presente en distintos espacios de la Casa Histórica, incluido el Salón de la Jura, donde a través de un código QR se puede acceder a audios con la lectura del Acta de Declaración de la Independencia en los idiomas quechua y aymara.
El reacondicionamiento edilicio y tecnológico, y la realización de la nueva museografía implicaron una inversión de aproximadamente $62 millones. “Entre 2021 y 2022 se hicieron mejoras estructurales, lo que incluyó la construcción de un edificio en el tercer patio con un primer núcleo de oficinas y baños para el público. También se cambiaron todas las cubiertas del área de reserva patrimonial y de servicios del segundo patio, se reconstruyeron los baños que hoy son para personal y se cambiaron todas las luminarias de las salas de la muestra principal y se incorporaron nuevos artefactos lumínicos en las galerías”, detalló la directora.
Un espacio renovado
La nueva exhibición principal de la Casa Histórica cuenta con cinco salas, destinadas a contar el proceso independentista, que fueron completamente renovadas y equipadas. Se incorporaron maquetas interactivas en 3D, representaciones de mapping (proyecciones de videos en superficies) y pantallas táctiles que permiten a los visitantes tener una experiencia participativa, crítica e innovadora. “La idea es que una visita a la Casa Histórica no sea un simple paseo, sino que sea una gran experiencia, un momento de educación no formal para las personas que lo visiten, con todos los recursos que se fueron incorporando durante este tiempo”, resaltó la directora del Museo.
Otra novedad fue la construcción de una sala de “Juegos y descanso”, con mesas y bancos, lápices y pizarras. El espacio también cuenta con una pantalla en la que se proyectan capítulos de la tira animada Lola y Choko, producida por el personal del Museo con la colaboración de profesionales tucumanos, en la que se relatan los sucesos históricos previos a la Declaración de la Independencia, incluida la Batalla de Tucumán. La sala también tiene una pantalla táctil interactiva en la que los chicos pueden disfrutar de un videojuego que tiene como protagonistas a Lola, una niña afrodescendiente, y su perro, Choko.
Otro aspecto que fue tenido en cuenta en el desarrollo del nuevo proyecto para la Casa Histórica es la accesibilidad. “Se construyó una rampa para facilitar el acceso al zaguán de la Casa y a las salas de la muestra para todas las personas. Además, todas las salas ofrecen guiones en braille y macrotipo, como también dispositivos de audio, mientras que los murales de Lola Mora fueron adaptados a una versión en 3D con los relieves trabajados en detalle para que las personas no videntes puedan conocerlos y apreciar todo”, precisó Guerra.
La Casa Histórica está abierta al público de martes a domingos, de 9 a 13 y de 16 a 20, con entrada libre y gratuita. Esos mismos días, a las 20.30, se puede presenciar el espectáculo Luces y Sonidos de la Independencia. Para la función hay que inscribirse en la entrada del Museo. En tanto, las visitas guiadas son de martes a domingos en los turnos de 10.30, 11.30, 16.30 y 17.30.
La directora del Museo Nacional aseguró que, con todas las innovaciones incorporadas, la Casa Histórica “está a la altura de los principales museos del mundo, donde los visitantes se encontrarán con una expresión moderna del diseño museográfico y también con una nueva mirada de la historia”.
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