La Biblioteca Nacional recibió un fondo sobre el Holocausto
Son mil libros que vienen del Centro Simon Wiesenthal
Tras ocho meses de trabajo para reunir material histórico sobre el Holocausto , con testimonios de sobrevivientes de los campos de concentración y la presencia de jerarcas nazis en la Argentina, se presentó ayer el Fondo Simon Wiesenthal sobre Shoá y Antisemitismo en la Biblioteca Nacional. Integrado por alrededor de mil libros donados por instituciones y particulares, el fondo estará disponible para la consulta pública y cubre un espacio vital para el estudio del genocidio judío y la preservación de la memoria.
A sala colmada, la presentación de la colección contó con la participación de Elsa Barber, directora de la Biblioteca Nacional, y de Ariel Gelblung, representante del Centro Wiesenthal para América Latina, que impulsó el proyecto. Un emotivo video reunió las voces de niños, jóvenes y adultos que donaron libros de sus bibliotecas familiares. "Donar es potenciar la gratitud, es reforzar un vínculo -dijo Barber-. Las autoridades del Centro Wiesenthal y del Museo del Holocausto propusieron a la Biblioteca Nacional crear este fondo sobre la historia del antisemitismo. El centro elaboró un listado de títulos indispensables y se conectó con quienes podían donar el material. Así se formó esta colección. El pasado activa el fuego de una memoria que nos trasciende. La Biblioteca Nacional es el lugar donde la memoria se resignifica día a día".
Gelblung agradeció a los directivos de las instituciones que colaboraron con el proyecto y especialmente a los voluntarios que se encargaron de revisar colecciones y bibliotecas, trasladar los libros y ubicar aquellos títulos infaltables para el fondo. Contó también que muchos particulares aportaron libros de su autoría, con testimonios e historias de vida de sobrevivientes del Holocausto.
"Como legado de Simon Wiesenthal, nos ocupamos, entre muchas actividades, de monitorear las principales ferias del libro del mundo para detectar los títulos que siembran el odio. Este proyecto es la contracara: son libros que hay que difundir. Estamos armando una barricada contra la ignorancia", agregó Gelblung, conmovido, poco antes del corte de cinta, que tuvo como protagonistas a varios sobrevivientes del genocidio.