La Biblioteca Nacional planta bandera en el continente blanco con mil libros de su sello editorial
Después de una gran travesía en el rompehielo Irízar, una colección de ejemplares publicados por la Biblioteca Nacional llegó hoy a la Antártida; Mariano Moreno, Leopoldo Lugones, Paul Groussac, César Aira y Roberto Arlt son algunos de los autores que se podrán leer en el espacio cultural de la Base Carlini
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Un cargamento de mil libros publicados por la Biblioteca Nacional Mariano Moreno (BNMM) que viajó en el Rompehielos ARA “Almirante Irízar” llegó hoy a la Base Carlini de la Antártida Argentina, donde se inaugurará un espacio cultural. El proyecto -que garantiza la presencia en el territorio antártico argentino del patrimonio bibliográfico nacional- se hizo posible gracias a la firma de un convenio entre la BNMM y la Secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, a cargo de Guillermo Carmona. Según informó a este diario el director de Coordinación Cultural de la BNMM, el escritor y profesor Guillermo David, la iniciativa tiene “cero costo” para la institución. La base antártica Carlini está ubicada en la península Potter de la isla 25 de Mayo que integra el archipiélago de las Shetland del Sur, a unos mil kilómetros de la ciudad fueguina de Ushuaia y a unos 3700 de Buenos Aires.
“Los libros son el catálogo completo de las ediciones de la Biblioteca Nacional”, informó David a LA NACION. A resguardo de las temperaturas extremas, locales y visitantes podrán leer títulos de Mariano Moreno, Alberto Szpunberg, Luis Luchi, César Aira, Álvaro Yunque, Andreína Adelstein, Martina López Casanova, la exministra de Seguridad Sabina Frederic, Gabriel Vommaro, Alberto Ure, Paul Groussac, Leopoldo Lugones y Roberto Arlt. También viajaron por el mar argentino rumbo a la Base Carlini ediciones de la revista-libro La Biblioteca, los libros publicados por el Museo del Libro y de la Lengua (gestión María Moreno), ediciones facsimilares de las revistas Arturo, Envido, Literal y Poesía Buenos Aires (entre otras), actas de simposios y catálogos de muestras. Los que visiten el espacio podrán hojear ejemplares del fabuloso Las aventuras del Negro Raúl, historieta de Arturo Lanteri, al cuidado de José María Gutiérrez, Federico Mutinelli y Federico Reggiani. El sociólogo, investigador y escritor Sebastián Scolnik dirige el sello de la Biblioteca Nacional.
Desde la BNMM se pidió que no se usara la palabra “sede” para designar la biblioteca antártica. “Para que sea sede tendría que tener personal permanente, atención al público y muestras culturales”, dijo a LA NACION el director general de Coordinación Administrativa de la BNMM, Roberto Arno, a borde del buque junto con Guillermo David. “La presencia de la Biblioteca Nacional en el continente antártico significa la instalación de la memoria cultural argentina y creemos que contribuye a consolidar la soberanía nacional”, destaca. En febrero, el presidente Alberto Fernández visitó la Base Marambio en el marco del Día de la Antártida Argentina.
La biblioteca estará ubicada en la sala de estudios de la base, será de consulta abierta y los libros tendrán libre circulación. Los funcionarios indicaron que se trata de la primera biblioteca argentina en el continente blanco.
De este modo, la BNMM avanza con su plan de hacerse presente en el territorio nacional. El miércoles pasado, en la Biblioteca Córdoba de la ciudad de Córdoba (27 de Abril 375) se inauguró la sede Juan Filloy de la BNMM, con la presencia de Juan Sasturain (director de la BNMM) y Griselda Gómez (su par en la Biblioteca Córdoba). Allí también se venderán ejemplares de la editorial de la institución y se harán muestras. Próximamente, se abrirán otras en Mar del Plata, Salta y la bella Ushuaia.
Guillermo David en la sede de la Biblioteca Nacional de la Base Carlini. pic.twitter.com/bHwAhVHPjJ
— Juan Terranova (@juanterranova) April 11, 2023
Los libros que llegaron hoy a la Base Carlini salieron de la BNMM (Agüero 2502) hace diez días; viajaron en avión hacia Río Gallegos y, desde allí, volaron en un Hércules de la Fuerza Aérea hasta la Base Marambio, donde finalmente fueron “embarcados” en el Almirante Irízar. El tramo final se hizo en una lancha.
“La editorial de la Biblioteca Nacional publica reediciones de libros difíciles de encontrar en el mercado, como la colección Los Raros que, en colaboración con Colihue, publicó la obra de Ezequiel Martínez Estrada, Juana Manso y Salvadora Medina Onrubia”, dijo David desde la Base San Martín del Círculo Polar Antártico, donde estuvieron “anclados” por condiciones climáticas. “No pudimos desembarcar en Carlini en el viaje de ida, por eso seguimos hacia el sur”, detalla. Los ejemplares se ubicarán en estanterías diseñadas especialmente para, por fin, “plantar bandera” con libros en la Antártida Argentina.