La artista y su doble

Me voy a ver Trailer en un tráiler", es lo que puede decir quien vaya a la Fundación YPF a ver la última producción de Nicola Costantino. La planta baja de la torre concebida por César Pelli no puede ser mejor escenario para la ocasión; el contexto urbano de Puerto Madero, el jardín de piedras de vidrio, las curvas de las paredes vidriadas y la altura del lobby reubican al espectador en espacios dignos de una bienal internacional, al estilo de Kassel o Venecia. En la torre hay cinco remolques o tráileres y varias carteleras anunciando Trailer , la última película de Costantino. Quien conozca su obra sabe de la ductilidad de la rosarina para elegir el soporte de sus ideas: calco de chanchos, potrillos o terneros nonatos, banquetes performativos, vestidos de alta costura hechos con tela de resina y pelo humano, fotografías o jabón expuesto en lujoso display.

El pivote de toda esta instalación es el movie trailer de una película que no existe, algo así como el resumen de un artículo que nunca se escribirá. Como suele suceder en las formas de narración contemporánea, el argumento no está definido sino insinuado, la actriz -omnipresente Costantino- lee el resultado positivo de su test de embarazo y, mientras en su vientre se gesta su hijo, la artista va creando su doble. Nace el niño y la "artefacta", tal el nombre que Costantino da a su Doppelgänger , la acompaña en el parto y hasta colabora en la producción de fotos. Algo empieza a funcionar mal y la "artefacta" termina desbarrancada por una escalera.

La película que nunca veremos quizá sea la propia vida de Costantino. El movie trailer se ve dentro de un tráiler, y en otros remolques se puede espiar capítulos de su vida personal y artística: un abstract de su taller de escultura, otro de su taller de costura, otro remolque con un moisés y demás enseres de un recién nacido, y para el final, los trozos desperdigados de la muñeca rota. Como preservando un poco de intimidad, a estos remolques sólo se puede acceder mirando por las ventanillas o por el techo. En las carteleras se pueden ver las producciones fotográficas: Nicola y su doble en la sala de partos, cuando amamanta al bebé, mientras mira televisión y el niño duerme, y como maniquí para probar ropa.

Joseph Beuys dijo que el verdadero artista era quien mostraba sus heridas. Éste es el caso. No es tanto la maternidad el punto central como los temores que trae consigo. Uno de ellos es la soledad, que se torna existencial. No hay figura paterna sino doble maternal, el doble andante (literalmente en alemán, Doppelgänger ) de la madre es quien está presente todo el tiempo, quien ayuda y cuida, la compañía perfecta. En 2004 Costantino había presentado Savon de corps , el cuestionado jabón hecho con grasa de su propio cuerpo, al lado de la foto de una modelo de proporciones casi perfectas. Ella misma había logrado llegar a ser el estereotipo de belleza femenina impuesto por los medios. ¿Pero qué pasaría con ese cuerpo después del parto y la lactancia? La "artefacta" sería el Dorian Gray femenino que nunca envejece y que se mantiene perfecta por siempre. Maternidad, vida natural y artificial, soledad, perfección y deformidad del cuerpo, creación y preservación son algunos de los muchos conceptos contenidos en una obra tan compleja, poética y dramática como Trailer .

© LA NACION

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